Más de 20 países firmaron para unirse a la coalición naval liderada por Estados Unidos encargada de proteger el tráfico marítimo del Mar Rojo de los ataques de la milicia hutí de Yemen, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
«Ya son más de 20 los países que han firmado su participación», declaró Pat Ryder, portavoz del Pentágono, en una rueda de prensa celebrada el 21 de diciembre.
«Las naciones que han acordado discutir públicamente su participación, las hemos puesto a disposición», dijo a los periodistas.
«Nosotros vamos a permitir que otros países hablen sobre su participación», añadió Ryder.
A principios de esta semana, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció el lanzamiento de la coalición multinacional, bautizada como «Operación Prosperity Guardian».
El objetivo declarado de la operación es proteger el tráfico del Mar Rojo de los ataques de la milicia chiíta hutí que se apoderó de gran parte de Yemen —incluida la capital, Saná— en 2014.
Al anunciar el lanzamiento de la coalición, Austin enumeró sus miembros: Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, España, Noruega, Bahréin y Seychelles.
En sus declaraciones del 21 de diciembre, el Sr. Ryder dijo que Australia y Grecia también habían «aumentado su participación en esta operación.»
Alteraciones del comercio mundial
En las últimas semanas, los hutíes han perpetrado repetidos ataques contra buques que atraviesan el Mar Rojo, una ruta comercial vital que une el Océano Índico con el Mediterráneo.
Se calcula que el 12% del tráfico comercial mundial pasa por el Mar Rojo (a través del Canal de Suez egipcio), incluido alrededor del 30% de todo el tráfico de contenedores.
Las fuerzas navales estadounidenses, británicas y francesas respondieron a los ataques de los hutíes derribando varios drones y misiles.
Según los dirigentes de los Hutíes los ataques son una respuesta a la actual campaña militar de Israel en la Franja de Gaza, que ha dejado miles de palestinos muertos.
Los hutíes también han disparado varios misiles contra Israel y han amenazado con atacar buques con destino a puertos israelíes a través del Mar Rojo.
Los repetidos ataques han obligado a las compañías navieras internacionales a desviar gran parte de su carga, provocando trastornos masivos en el comercio mundial.
«Se trata de un desafío internacional que exige una acción colectiva», declaró Austin al anunciar la operación dirigida por Estados Unidos.
También instó a otros países a unirse a la coalición para contrarrestar lo que llamó «acciones imprudentes de los Hutí».
Los hutíes están estrechamente vinculados a Irán, principal potencia chiíta de la región y antiguo enemigo tanto de Israel como de Estados Unidos.
Irán niega las afirmaciones occidentales de que dirige las acciones del grupo o le proporciona apoyo material.
No obstante, Teherán ha advertido de que los países que se unan a la coalición liderada por Estados Unidos serán considerados aliados de Israel.
«Cualquier país que se una a la coalición estadounidense (…) participará directamente en la matanza de niños por parte del régimen sionista [Israel]», declaró Ali Shamkhani, uno de los principales asesores del líder supremo iraní, en un mensaje publicado en las redes sociales.
Por su parte, el jefe de defensa hutí, Mohammed al-Atifi, advirtió de que el Mar Rojo se convertiría en el «cementerio» de la coalición si la alianza naval ataca Yemen.
«Coalición de voluntarios»
Según el Sr. Ryder, portavoz del Pentágono, los miembros de la coalición naval contribuirán con lo que puedan.
«En algunos casos, eso incluirá buques. En otros casos, podría incluir personal u otros tipos de apoyo», dijo el portavoz, describiéndola como una «coalición de voluntarios».
Cabe destacar, sin embargo, que varios de los aliados árabes de Washington no parecen participar en la operación.
Entre ellos se encuentran Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), que combatieron a los hutíes durante varios años después de que el grupo asumiera el poder en Yemen.
El año pasado, las autoridades saudíes entablaron conversaciones de paz directas con los hutíes, dando paso a un período de relativa calma en la península arábiga.
Además, en febrero de este año, Riad firmó un acuerdo histórico con Teherán —principal apoyo de los hutíes—- que puso fin a años de hostilidad mutua.
Tanto Riad como Abu Dhabi se mantienen herméticos sobre su aparente no participación en la coalición liderada por Estados Unidos.
Sin embargo, muchos observadores creen que los dos estados árabes del Golfo no quieren que se reanuden los combates en Yemen, lo que podría hacer descarrilar su incipiente distensión con Irán.
Tampoco quieren ser vistos como aliados de Israel, ni siquiera indirectamente, que sigue siendo impopular en todo el mundo árabe y musulmán.
Según Gerald Feierstein, exembajador de Estados Unidos en Yemen, Washington «probablemente no esté encantado» de que ambos países no se hayan unido a la coalición.
Pero la Casa Blanca «tendría que ser bastante ciega, sorda y muda para no entender lo que está pasando y no sorprenderse por la respuesta del lado saudí o emiratí», dijo Feierstein en declaraciones recientes a Reuters.
Preguntado directamente por la falta de participación de los dos países, John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo: «Dejaré que cada nación miembro, quiera reconocerlo o no, hable por sí misma».
«Es una coalición de voluntarios», añadió el Sr. Kirby en una rueda de prensa celebrada el 19 de diciembre.
Con información de Reuters.
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