Más del 50 por ciento de los residentes de la ciudad de Nueva York viven en la pobreza o tienen bajos ingresos y probablemente se enfrentan a dificultades para cubrir los costos básicos de vida, según un nuevo informe de la mayor organización contra la pobreza de la ciudad, Robin Hood.
El número de personas que viven en la pobreza en toda la ciudad aumentó de 1.5 millones a 2 millones entre 2021 y 2022, según el informe anual Poverty Tracker de la organización sin fines de lucro publicado el 21 de febrero.
Esta cifra incluye a casi 420,000 niños que viven en la pobreza, señaló, lo que se traduce en aproximadamente una cuarta parte de todos los niños de la Gran Manzana.
En 2021, los investigadores descubrieron que 260,000 niños vivían en la pobreza, lo que significa que la tasa de pobreza infantil experimentó un aumento del 66 por ciento en un solo año, pasando del 15 por ciento al 25 por ciento. Esto sitúa a la ciudad muy por encima de la tasa nacional de la Oficina del Censo de EE.UU. del 16.3 por ciento.
En general, la tasa de pobreza aumentó del 18 por ciento al 23 por ciento, según el informe, marcando el mayor salto en un solo año en las tasas de pobreza en toda la ciudad desde que la organización comenzó a recopilar datos hace más de una década.
En comparación, la tasa nacional de pobreza en EE.UU. en 2022 fue del 11.5 por ciento, con casi 38 millones de estadounidenses viviendo en la pobreza, según la encuesta anual de la Oficina del Censo de EE.UU.. Esto significa que la tasa de pobreza de la ciudad era el doble de la media nacional en 2022.
El informe señalaba que el aumento de 500,000 personas se atribuía en gran medida a la expiración de políticas de la era de la pandemia, como los cheques de estímulo y la ampliación de los créditos fiscales.
Sin embargo, los neoyorquinos que vivían por debajo del umbral de la pobreza no eran los únicos que luchaban por llegar a fin de mes en 2022. Según el informe, más de 4.6 millones de personas -o el 56 por ciento- tenían ingresos «por debajo del 200 por ciento de la línea de pobreza».
Los neoyorquinos en esta categoría tenían el doble de probabilidades de experimentar dificultades para pagar la vivienda, la energía, las facturas telefónicas y los alimentos en comparación con los que vivían «por encima del 200 por ciento del umbral de pobreza».
Richard Buery Jr., director general de Robin Hood, afirmó en un comunicado de prensa que Nueva York se encuentra en medio de una crisis de asequibilidad.
«Es especialmente preocupante teniendo en cuenta el progreso constante que ha hecho la ciudad de Nueva York para reducir la pobreza en años anteriores, incluso durante la pandemia, donde 500,000 niños evitaron la pobreza gracias a políticas gubernamentales temporales y estabilizadoras», dijo el Sr. Buery.
«Sabemos que los créditos fiscales totalmente reembolsables, los vales de vivienda y las subvenciones para el cuidado de los niños pueden sacar a millones de personas de la pobreza y la penuria», continuó. «Pero nos ha faltado voluntad para mantener estas políticas en vigor».
Cómo se mide la pobreza en Nueva York
Desde 2012, Poverty Tracker ha encuestado a una muestra de 3000 hogares neoyorquinos cada tres meses para rastrear datos sobre empleo, activos, deudas y salud con el fin de proporcionar información sobre la dinámica de la pobreza y otras formas de desventaja.
El umbral de pobreza se basa en una métrica denominada Medida de Pobreza Suplementaria, que se sitúa en unos ingresos anuales de 43,890 dólares al año para un hogar con dos adultos y dos niños.
«Muchos argumentarían que esta cifra es demasiado baja», afirman los investigadores, que añaden que 87,780 dólares para una familia de cuatro miembros en régimen de alquiler es una representación más exacta de un nivel de ingresos con el que las familias pueden permitirse un nivel de vida decente.
Según el informe, el umbral de pobreza para un adulto soltero inquilino en la ciudad de Nueva York era de 20,340 dólares de ingresos anuales.
En 2022, los neoyorquinos latinos tenían el doble de probabilidades de verse afectados por la pobreza que los neoyorquinos blancos, un 13 por ciento frente a un 26 por ciento, según muestra el informe. Las tasas de pobreza de los estadounidenses de origen asiático y negro eran igualmente elevadas, del 24 por ciento y el 23 por ciento, respectivamente.
El informe también revela que las mujeres que viven en la ciudad tienen más probabilidades que los hombres de no poder permitirse un nivel de vida decente, con un 5 por ciento más de mujeres pobres que de hombres. También se constató que el 5 por ciento de las mujeres experimentaban más problemas de salud como consecuencia de estas dificultades materiales en comparación con los hombres.
Las personas que viven por debajo del umbral de la pobreza a menudo no pueden permitirse comer alimentos sanos con regularidad. Recibir atención médica de calidad también está fuera del alcance económico de muchas personas de esta categoría, lo que significa que tienen más probabilidades de sufrir una mayor tasa de mortalidad.
De NTD News
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