A medida que las tasas de fertilidad en los Estados Unidos siguen disminuyendo, cada vez son más las mujeres que experimentan el inicio de la perimenopausia y la menopausia antes de lo previsto. La evidencia muestra que factores como la exposición a sustancias químicas que alteran el sistema endocrino y ciertos tratamientos médicos están contribuyendo a impulsar este fenómeno, pero la edad promedio de las mujeres que tienen hijos también influye.
Entre 1990 y 2019, las «tasas de fertilidad» (el número de nacidos vivos por cada 1000 mujeres en edad fértil (entre 15 y 44 años) en mujeres estadounidenses de 20 a 24 años disminuyeron en un 43 por ciento. Sin embargo, las tasas de fertilidad en mujeres de 35 a 39 años aumentaron aproximadamente un 67 por ciento durante el mismo período, según un informe de la Oficina del Censo de EE. UU.
Esto está sucediendo en medio de una disminución de las tasas generales de fertilidad en Estados Unidos. Cuarenta y tres estados informaron en 2020 su tasa de fertilidad más baja en tres décadas.
En Estados Unidos, la edad promedio de las nuevas madres pasó de 27 años en 1990 a 30 años en 2019, según la Oficina del Censo. Sin embargo, la decisión de esperar para formar una familia tiene un precio.
El Centro de Estudios Longitudinales presentó los resultados de más de 50 mil mujeres que participaron en nueve estudios en todo el mundo. Los resultados mostraron que las mujeres que nunca han dado a luz ni han estado embarazadas tienen el doble de probabilidades de llegar a la menopausia antes de los 40 años. También tienen un 30 por ciento más de probabilidades de comenzar la menopausia entre los 40 y los 44 años.
En 2011, la edad promedio para que una mujer comenzara la perimenopausia —la caída de estrógeno de hasta 10 años de duración que marca una disminución en la fertilidad— era de 45 años.
Pero el año pasado, un estudio de mujeres que experimentaron síntomas de perimenopausia mostró que de un grupo de 6806 mujeres, 1822 tenían menos de 40 años. Y cuando la perimenopausia comienza a una edad más temprana, la menopausia llega inmediatamente después.
La menopausia precoz se define cuando una mujer experimenta este cambio antes de los 45 años. La menopausia precoz es cuando ocurre antes de los 40 años. Si bien el 5 por ciento de las mujeres atraviesan este cambio de vida de forma natural, existen factores conocidos que pueden acelerar el término del periodo fértil de la vida de una mujer.
«Las mujeres que experimentan una menopausia precoz informan de una serie de desafíos, incluidos cambios repentinos en su equilibrio hormonal, que pueden conducir a mayores riesgos de osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental como ansiedad y depresión», dijo el Dr. Erik Natkin a The Epoch Times.
Como director médico de la Clínica Médica R2 con sede en Denver, el Dr. Natkin trabaja en estrecha colaboración con la terapia de reemplazo de hormonas bioidénticas, que puede usarse como terapia para aliviar los síntomas tanto de la perimenopausia como de la menopausia. A través de su trabajo e investigación, ha recopilado una perspectiva detrás de escena sobre la «creciente prevalencia e impacto de la menopausia precoz entre las mujeres».
Dijo que surge un tema común en términos de síntomas que afectan la calidad de vida de una mujer, incluidos sofocos intensos, alteraciones del sueño, cambios de humor y una marcada disminución de la libido.
«Mediante la aplicación de la terapia de reemplazo de hormonas bioidénticas, muchas mujeres encuentran alivio a estos síntomas, ya que esta terapia tiene como objetivo reemplazar las hormonas que están en niveles decrecientes y restaurar un equilibrio hormonal más juvenil. Este enfoque ha mostrado resultados prometedores para aliviar el malestar inmediato causado por la menopausia y abordar los riesgos para la salud a largo plazo asociados con el deterioro hormonal temprano», dijo el Dr. Natkin.
Cambio de ritmo
Lidiar con el desequilibrio hormonal y los ciclos menstruales difíciles ha sido una batalla constante para Misty Kaiser desde que tenía poco más de 20 años. No fue una sorpresa que la perimenopausia y los síntomas de la menopausia precoz también llegaran antes de lo previsto.
«Incluso tener que lidiar con eso es agotador», dijo la Sra Kaiser a The Epoch Times.
Antes de que comenzaran los síntomas de la perimenopausia a mediados o finales de los 30, luchaba con desafíos menstruales como períodos irregulares y dolorosos. Ella describió los calambres de su ciclo normal como «de esos en los que simplemente quieres enrollarte y morir».
Pero la perimenopausia supuso otro obstáculo para su vida diaria. Dijo que la confusión mental se convirtió en un problema que rápidamente «empeoró cada vez más». Simplemente no puedes concentrarte.
La Sra. Kaiser también ha tenido que lidiar con una montaña rusa de aumento de peso durante la transición a la perimenopausia, especialmente alrededor del momento de su ciclo menstrual. Sin embargo, su aumento y pérdida de peso en la fase temprana de la perimenopausia se ha convertido en simplemente «aumentar de peso» ahora que se está saltando los ciclos menstruales y avanzando hacia la menopausia.
Además, la señora Kaiser dijo que tiene cambios de humor intensos y alteraciones del sueño desde el inicio de la perimenopausia. Dijo que normalmente puede conciliar el sueño, pero no puede permanecer dormida. «Me despierto en mitad de la noche, a veces durante horas».
En general, ha pasado factura a su salud física y mental. Parte de eso se debe a que se esfuerza por evitar que su «infierno hormonal» afecte a su familia.
«Estás tan atrapado en tratar de controlar estos síntomas para que no afecten a los demás, que sientes que no tienes tiempo para darle nada a nadie más», dijo.
La Sra. Kaiser culpa en gran medida de esto al uso de anticonceptivos, que marcó el comienzo de sus problemas hormonales.
«Usar anticonceptivos fue una de las peores cosas que pude hacer por mi cuerpo. Tan pronto como comencé, mi cuerpo nunca pudo reajustarse», dijo.
A partir de los 20 años, la Sra. Kaiser tomó píldoras anticonceptivas para ayudar a regular su ciclo menstrual. Después de casarse y tener hijos, comenzó a usar un DIU a los 35 años. Desde que comenzó a usar anticonceptivos que alteran las hormonas, ha ganado un total de 60 libras que ninguna dieta o ejercicio ha podido cambiar. La única razón por la que siguió usando anticonceptivos durante tanto tiempo fue porque los médicos seguían diciéndole que no eran los anticonceptivos.
«Me dijeron que no era el anticonceptivo. Me dijeron que debía haber sido mi dieta. Me dijeron que era porque tenía un trabajo de oficina sedentario. Debido a que los estudios muestran que el aumento de peso con los anticonceptivos era un mito, tenía que haber muchos otros factores bajo mi control», dijo la señora Kaiser.
Es parte de una narrativa común que las mujeres han escuchado durante décadas: los anticonceptivos hormonales ayudan a equilibrar las hormonas y punto. Durante años, la píldora se ha utilizado como una especie de fármaco femenino que se recetaba para todo, desde el acné hasta la regulación de los ciclos menstruales. Sin embargo, un estudio de 2023 reveló que los anticonceptivos hormonales en realidad alteran el equilibrio hormonal y facilitan los estados artificiales de anovulación.
La anovulación es un tipo de desequilibrio hormonal y también una fuente común de infertilidad en las mujeres. Además, las investigaciones muestran que los trastornos premenstruales —como los que afrontó la señora Kaiser antes de tomar la píldora cuando tenía 20 años —se asocian con un mayor riesgo de menopausia precoz.
Cuando la señora Kaiser dejó de usar el DIU a los 35 años, comenzó a experimentar síntomas de perimenopausia casi de inmediato. Ahora, a los 43 años, ha perdido ciclos menstruales consecutivos, lo que indica que se acerca la menopausia. También está experimentando nuevos síntomas como dolor intenso en las articulaciones y sofocos.
Yana Bassovitch, asesora de salud integrada de Time 2 Pause, que ayuda a las mujeres perimenopáusicas y menopáusicas a controlar sus síntomas, pérdida de peso y bienestar, dijo que también ha observado en su práctica un aumento en el número de mujeres que experimentan menopausia precoz.
«La menopausia precoz es de hecho un tema crítico que afecta a una porción significativa de mujeres, alterando sus vidas de manera profunda», dijo la Sra. Bassovitch a The Epoch Times.
«Muchos de mis pacientes han informado de cambios significativos en sus vidas, incluidas alteraciones en su planificación familiar, ajustes en sus carreras y, a veces, una reevaluación de sus identidades personales», dijo, añadiendo que estas perturbaciones en sus vidas no son sólo físicas sino «profundamente emocionales y psicológicas»; afectando su vida diaria y sus planes a largo plazo”.
Las opiniones de sus clientes mostraron que la mayoría se dio cuenta de que estaban entrando en la menopausia debido a cambios inesperados en sus ciclos menstruales acompañados de síntomas típicos como sofocos, cambios de humor y alteraciones del sueño.
«Este diagnóstico a menudo generaba sentimientos de confusión, pérdida y frustración, lo que afectaba significativamente sus planes de vida y su sentido de identidad», dijo la Sra. Bassovitch.
El impacto de la menopausia va mucho más allá del ámbito de la planificación familiar. En 2022, una encuesta realizada a más de 1000 mujeres mostró que 4 de cada 10 dijeron que los síntomas de la menopausia habían interferido con su desempeño laboral semanal. Dentro de ese mismo grupo, 2 de cada 10 dijeron que los síntomas de la menopausia afectaban su desempeño laboral diariamente o varias veces al día.
Factores desencadenantes
Ciertos tratamientos contra el cáncer, el tabaquismo y la genética se han asociado durante mucho tiempo con un mayor riesgo de menopausia precoz. Pero los disruptores endocrinos (EDC) también se han asociado con la aparición de la menopausia precoz.
En 2015, un estudio estableció un vínculo entre 15 sustancias químicas diferentes y la menopausia precoz en las mujeres. Además, las mujeres que han estado expuestas a los EDC de la lista tenían seis veces más probabilidades de ser menopáusicas que las mujeres no expuestas.
De los 15 productos químicos identificados, nueve pertenecían a la categoría de bifenilos policlorados (PCB). Se trata de un compuesto industrial artificial que se encontró en una variedad de productos hasta 1979, cuando se prohibió su uso mediante la Ley de Control de Sustancias Tóxicas. Sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. admite que una cierta cantidad de PCB están exentas de la prohibición. Llamados «PCB inadvertidos», se encuentran en productos cotidianos como pinturas, tintas, textiles, papel, cosméticos, cuero, alimentos y envases de alimentos.
Un estudio de 2023 también respalda hallazgos anteriores de que los EDC están relacionados con la menopausia temprana y prematura.
«Está claro que la menopausia precoz es una preocupación importante que afecta a un número considerable de mujeres», dijo el Dr. Natkin. «Los conocimientos adquiridos a través de mi participación en la terapia hormonal subrayan la importancia de reconocer, comprender y abordar de manera efectiva las complejidades de la menopausia temprana».
La señora Bassovitch está de acuerdo con este sentimiento. «Al esclarecer esta problema, podemos fomentar una mejor comprensión y crear sistemas de apoyo más eficaces para quienes lo atraviesan», afirmó.
Mientras el Dr. Natkin aborda el tema desde el punto de vista científico, la Sra. Bassovitch está utilizando un enfoque holístico que incluye modificaciones en el estilo de vida, asesoramiento nutricional, manejo del estrés y la creación de una comunidad para que las mujeres compartan sus experiencias y estrategias para afrontar la menopausia precoz.
Mientras tanto, la señora Kaiser continúa su lucha diaria con la transición de la perimenopausia a la menopausia precoz. Cuando se le pregunta cuál es su mayor frustración, responde que es la falta de investigación y apoyo a las mujeres que se enfrentan a estos cambios.
«Mi ginecóloga es estupenda, pero sigue vinculada al seguro. Da la sensación de que cuando los médicos están atados por el seguro, es menos probable que busquen alternativas», dijo. Un «sistema de salud con ánimo de lucro», afirmó, ha creado «menos apetito por abordar los problemas hormonales».
«Parece que a la comunidad científica le falta mucho en lo que respecta a la investigación sobre la salud de la mujer».
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