Cerca de 250 ballenas y delfines fueron cazados en la ciudad de Torshavn, la capital de las Islas Feroe, en Dinamarca.
Esta práctica ocurre cada año en la zona durante esta época del año que es cuando estas especies migran hacia el norte.
Las imágenes de estos hechos dieron la vuelta al mundo debido a las impactantes imágenes en las que se aprecia el mar teñido de rojo debido a la sangre derramada por las ballenas y delfines.
Las Islas Feroe son un archipiélago independiente que pertenece al Reino de Dinamarca. La cacería tuvo lugar el pasado miércoles 29 de mayo en Streymoy, la isla más grande del archipiélago.
Organizaciones defensoras de animales iniciaron campañas para tratar de nuevo de prohibir esta práctica.
Usando las redes sociales, la campaña de voluntarios «Blue Planet Society» denunció la matanza. La organización la tildó de “ataque brutal y cruel”.
We can all play our part in the #StopTheHunt campaign. ????????https://t.co/Sa5m5R2ITO @LewisCapaldi @FatboySlim #whales #dolphins
— Blue Planet Society (@Seasaver) 31 de mayo de 2019
Además, aseguró que “cerca de 500 cetáceos ya han sido asesinados para ser consumidos en estas islas desde principios de 2019”.
La organización para la conservación de la fauna marina ‘Sea Shepherd’ compartió la denuncia en Twitter, diciendo que este año en las Islas Feroe, 462 ballenas pilotas y 7 delfines blancos atlánticos fueron sacrificados durante 7 cazas Grindadráp (nombre tradicional de esta cacería).
“Durante los 10 años anteriores, un total de 7744 cetáceos pequeños de 5 especies fueron asesinados”, dijeron.
Páll Nolsøe, portavoz del gobierno de las Islas Feroe aseguró que “aunque la visión es dramática para los forasteros, la carne y grasa de ballena son una parte muy valiosa de la dieta nacional de las Islas Feroe”, reportó Diario de Avisos de El Español.
Cada verano, alrededor de 800 calderones son masacrados en las bahías de estas islas remotas mientras los habitantes se preparan para los duros meses de invierno que se avecinan.
Páll Nolsøe, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio, dijo que el día 29 de mayo, 145 calderones y siete delfines fueron sacrificados en la bahía de Torshavn.
Según explicó, la caza de ballenas es una parte natural de la vida de las Islas Feroe.
“Los medios tradicionales de producción de alimentos a partir de los recursos locales son un complemento importante de los medios de subsistencia de los habitantes de las Islas Feroe”, dijo según Metro.
Explicó que el pastoreo de ovejas en las montañas, la pesca costera y la caza de ballenas son para uso doméstico.
“La carne y grasa de los calderones ha sido durante siglos -y sigue siendo- una parte valiosa de la dieta nacional en las Islas Feroe. Las capturas se comparten en gran medida, sin el intercambio de dinero, entre los participantes de la cacería y la comunidad local”.
Cada ballena proporciona a las comunidades varios cientos de kilos de carne y grasa, carne que de otra manera tendría que ser importada del extranjero, indicó.
Además, enfatizó que “hace tiempo que se ha reconocido internacionalmente que las capturas de calderón en las Islas Feroe son totalmente sostenibles”.
Las tierras de archipiélago de 18 islas, con 50.000. habitantes, tienen apenas 1400 kilómetros cuadrados de superficie.
De acuerdo con el cocinero Leif Sørensen, de 50 años, durante generaciones en las islas Feroe se ha comido para ahuyentar el hambre. No por disfrute.
“En mi casa éramos autosuficientes. Mi padre tenía un barco y, de siete días, seis comíamos lo que pescaba”. Durante generaciones, los feroeses han practicado el arte de la supervivencia, que dependía de aquello que pudieran obtener por tierra –cordero, patatas, nabos–, mar –bacalao, salmón, ballena, erizo– y aire –frailecillo, fulmar–”, dijo, según El País.
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