WASHINGTON— El representante Kevin McCarthy (R-Calif.) perdió una undécima votación consecutiva a última hora del jueves en su intento por convertirse en el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, pero las intensas negociaciones en la trastienda de su equipo parecen estar acercándose al acuerdo con varios conservadores populistas que exigen un nuevo liderazgo en el Congreso.
Como ocurrió en los 10 escrutinios anteriores, que comenzaron el 3 de enero, el líder demócrata, el representante Hakeem Jeffries, de Nueva York, recibió los votos de los 212 miembros de su partido.
En la undécima votación, McCarthy recibió 200 votos republicanos; el representante Byron Donalds, de Florida, obtuvo 12 votos; el representante Kevin Hern (R-Okla.), siete votos, y el expresidente Donald Trump fue elegido por uno, del representante Matt Gaetz (R-Fla.). Para convertirse en presidente de la Cámara, el ganador debe recibir 218 votos o la mayoría de los miembros que votan.
Poco después de finalizar el recuento de la undécima votación, la Cámara votó para levantar la sesión hasta el mediodía del viernes, en donde los republicanos prevalecieron con 219-213 preferencias, con un republicano que se unió a los demócratas y dos que no votaron.
Cuando la Cámara vuelva a reunirse, el tema para McCarthy y la mayoría republicana elegida por los votantes de las elecciones de noviembre de 2022, será si suficientes de los 20 disidentes conservadores populistas que se han opuesto al republicano de California en cada votación llegaron finalmente a firmar el acuerdo. Este se ha negociado a puerta cerrada con conversaciones que comenzaron extraoficialmente el martes por la noche y siguieron a última hora del día miércoles.
Como mínimo, McCarthy necesita que lo apoyen 13 de los disidentes si quiere derrotar a Jeffries, suponiendo que los 212 demócratas vuelvan a votar por él como se espera.
Las negociaciones se intensificaron durante la séptima votación del miércoles, cuando se vio a Donalds salir de la Cámara con el representante Tom Emmer (R-Mich.), quien se espera que sea el jefe de la mayoría de la bancada de McCarthy. Emmer ha estado dirigiendo las conversaciones de McCarthy con Donalds, con el presentante Chip Roy (R-Texas), el representante Scott Perry (R-Pa.), presidente del grupo House Freedom Caucus; el representante Andy Biggs (R-Ariz) y otros entre los disidentes.
Las conversaciones continuaron a lo largo del jueves, y en algunos momentos parecieron acercarse al éxito, pero se desvanecieron cuando uno o más de los disidentes se negaron a cambiar su voto. Sin embargo, a última hora del día, mientras se pasaba lista en la undécima votación, se distribuyó una versión escrita del acuerdo que obtuvo el apoyo suficiente para dar confianza a McCarthy de cara al viernes.
Una docena de disidentes liderados por Roy, han estado buscando concesiones que darían paso a más enmiendas en la sala de la Cámara, a un mayor poder para los presidentes de los comités y asientos asegurados en los comités clave para los miembros del House Freedom Caucus (HFC).
El HFC empezó a presionar a McCarthy el verano pasado para que introdujera esos cambios y, aunque la mayoría de sus 42 miembros apoyan a McCarthy, el grupo ha estado en el centro de la revuelta disidente.
Mientras se celebraba la séptima ronda de votaciones, cuando se le preguntó a Perry, presidente del HFC, quién podría convertirse en presidente de la Cámara reuniendo 218 votos, respondió a Fox News que «si Kevin McCarthy acepta estos cambios, será él».
Perry también reiteró que él y los demás disidentes no pondrán fin a su oposición a McCarthy mientras duden de que el californiano acate las concesiones que han venido haciendo en los últimos días.
Las esperanzas de llegar a un acuerdo antes de que la Cámara volvió a reunirse el 5 de enero se habían visto reforzadas cuando McCarthy abandonó el área de negociación a última hora de la tarde y se alcanzó un acuerdo similar entre el Congressional Leadership Fund (CLF), un comité de acción política (PAC) alineado con McCarthy, y el Club for Growth (CFG).
«La mayoría de mis colegas están tan frustrados como yo. Pero esto es importante. La gente dice: ‘Oh, esto es una emergencia’. No, la emergencia está en la frontera sur. Allí es donde está la emergencia», declaró a NTD el representante Michael McCaul (R-Texas), a primera hora del día.
McCaul, que se espera que sea presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes una vez que se elija al presidente de la Cámara y la mayoría republicana asuma oficialmente el poder, expresó confianza.
«Nosotros vamos a llegar al 218, y reitero, confío en que esto sea una experiencia de aprendizaje y, con suerte, cuando nos enfrentemos a la próxima decisión difícil para llegar a 218, podamos hacerlo a tiempo».
En la otra bancada, la representante Rosa DeLauro (D-Conn.), presidenta saliente del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, declaró a NTD que el continuo estancamiento entre los republicanos a la hora de elegir un nuevo portavoz refleja mal su capacidad para gobernar el país.
«Yo no dejo de pensar en diciembre, el 23 de diciembre, en un gobierno dividido, con nosotros con una mayoría de dos votos en el lado demócrata, y una mayoría muy exigua en el Senado, [aun así] fuimos capaces de aprobar un proyecto de presupuesto bicameral bipartidista [de] 1.7 billones de dólares, que tiene beneficios para todos los servicios del país, incluidos los proyectos comunitarios».
DeLauro dijo que su partido fue capaz de hacerlo porque «hay que gobernar para que el gobierno trabaje en nombre del pueblo estadounidense, y eso es lo que se está frenando, todo esto ignora al pueblo estadounidense en lo que nosotros tenemos que hacer aquí, lo cual afecta a cada parte de sus vidas».
La representante Kat Cammack (R-Fla.), respondiendo a las críticas de los líderes disidentes como Roy, dijo a NTD que, aunque apoya a McCarthy, está de acuerdo con las reformas que se buscan.
«Yo estoy totalmente de acuerdo con Chip. De hecho, Chip y yo tuvimos esta conversación ayer en la Cámara, yo vine aquí porque este proceso está deteriorado y tenemos que arreglarlo. Pero nosotros vamos a ver a personas que ponen sus agendas personales, sus venganzas personales, de nuevo, por encima de las necesidades del país y eso no es productivo».
«Cosas como tener tiempo para leer los proyectos de ley, proyectos de ley monotemáticos, conseguir un voto en el pleno para una enmienda presupuestaria equilibrada, límites de las votaciones, son cosas que todos deberíamos querer y eso es lo que apoyo», añadió Cammack.
«Creo que Chip ha actuado al 100 por ciento de buena fe y le apoyo».
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