El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se dirigió a la nación para recabar el apoyo del público a un aumento «responsable» del techo de la deuda nacional y recortar al mismo tiempo el gasto federal.
McCarthy describió la deuda nacional como la mayor amenaza para el futuro del país, eclipsando la inflación, la inmigración ilegal y la «infiltración» de China en nuestra cultura, en su discurso de 10 minutos emitido en vivo el 6 de febrero.
Al mismo tiempo, McCarthy aseguró a los estadounidenses que no habría impago de las obligaciones financieras de la nación ni amenazas para la Seguridad Social o Medicare.
A continuación, abogó por atacar lo que calificó de gasto federal desenfrenado mediante recortes del gasto y pidió al presidente Joe Biden que se uniera al esfuerzo.
Funcionar con déficit
Durante más de 50 años, el gobierno ha funcionado sistemáticamente con un presupuesto deficitario, lo que hace necesario pedir prestado continuamente para pagar las facturas de la nación.
El techo de la deuda es la cantidad total de deuda que el Congreso autoriza al gobierno a mantener al mismo tiempo. Actualmente es de 31.4 billones de dólares.
Cuando se alcanza ese techo, el Congreso debe elevar el límite o el gobierno federal empezará a incumplir algunas de sus obligaciones.
Estados Unidos habría alcanzado el techo de la deuda en enero de no ser por las «medidas extraordinarias» adoptadas por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, para aplazar el impago hasta junio.
McCarthy culpó del rápido aumento de la deuda nacional a los demócratas del Congreso, que, según él, aumentaron la deuda en un 30% en cuatro años mediante un gasto desenfrenado.
De hecho, la deuda nacional ha aumentado a un ritmo acelerado desde 1982, duplicándose aproximadamente cada siete años bajo el liderazgo de ambos partidos.
McCarthy comparó la situación con ser el padre de un adolescente que ha acumulado una gran deuda en su tarjeta de crédito. Un padre responsable pagaría la deuda, pero también amonestaría al adolescente para que se comportara de forma responsable, dijo McCarthy, que es lo que la Cámara republicana pretende hacer con respecto al gasto del Congreso.
«El gasto desenfrenado de los últimos años se ha acabado. Ahora, debemos devolver a Washington a una verdad básica: la deuda importa».
El presidente de la Cámara dijo que la crisis de la deuda crea una oportunidad para la cooperación bipartidista en el tratamiento de las finanzas de la nación.
«Los debates sobre el límite de la deuda han servido para casi todos los intentos de reforma del gasto federal que han tenido éxito en la historia. ¿Por qué? Porque el problema solo se resuelve cuando ambos partidos se sientan a la mesa».
McCarthy y el presidente Joe Biden se reunieron el 1 de febrero para iniciar las conversaciones sobre el aumento del techo de la deuda. Antes de esa reunión, Biden había presionado a McCarthy para que revelara el plan republicano de recorte del gasto.
Hasta ahora, los republicanos solo han insinuado el enfoque que adoptarán.
En su discurso, McCarthy identificó sus prioridades para futuras negociaciones, y pidió al presidente que se uniera a él para llevarlas a cabo.
En primer lugar, McCarthy dijo que seguiría entablando negociaciones; en segundo lugar, comprometerse a encontrar un terreno común para elevar el techo de la deuda de forma responsable; y en tercer lugar, hacer avanzar a la nación hacia un presupuesto equilibrado.
Biden declaró el 2 de febrero que su primera reunión con McCarthy había sido buena y que creía que podían trabajar juntos.
«Aunque hemos tenido profundas diferencias los dos últimos años, hemos demostrado que podemos unirnos y hacer grandes cosas por el país. Podemos unirnos y hacer cosas, podemos redimir el alma de América».
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