El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R- Calif.), desafió el 14 de septiembre durante una reunión a puerta cerrada a sus colegas republicanos a cumplir su amenaza contra su puesto de liderazgo, presentando una moción para dejar vacante el cargo a la presidencia.
El representante Brian Mast (R-Fla.) confirmó a The Epoch Times que McCarthy se enfrentó directamente a la amenaza formulada por algunos miembros republicanos de línea dura de la Cámara de Representantes y dijo que “Kevin no vive con miedo”.
Según lo informado, McCarthy desafió a sus oponentes a presentar “la [improperio] moción”.
El presidente de la Cámara fue criticado por los partidarios de la línea dura, quienes están enojados y creen que no ha cumplido las promesas que les hizo en enero a cambio de apoyar su candidatura a la presidencia.
«En enero, en esta misma sala, el mundo entero fue testigo de una contienda histórica por la presidencia de la Cámara de Representantes. Yo hoy me levanto para notificarlo. Señor presidente, usted no cumple con el acuerdo que le permitió asumir este papel. El camino a seguir en «la Cámara de Representantes es lograr que usted lo cumpla total e inmediatamente o destituirlo de conformidad con una moción para dejar vacante la presidencia», dijo el representante Matt Gaetz (R-Fla.) en un discurso el 12 de septiembre.
El mismo día, el representante Andy Clyde (R-Gaa.) indicó en una conferencia de prensa que la aprobación de una resolución continuada sin reservas ni restricciones sobre el gasto “pondría en peligro a la mayoría republicana y pondría en peligro el liderazgo del presidente McCarthy”.
Tras la elección de McCarthy como presidente en enero, después de una prueba casi sin precedentes de cinco días y 15 votaciones, se cambiaron las reglas de la Cámara para permitir que un solo miembro de la Cámara solicitara una votación para dejar vacante la presidencia, lo que podría destituir al presidente de la Cámara con un voto mayoritario.
El vaivén entre los representantes republicanos de la Cámara se produjo inmediatamente después de que McCarthy hiciera el controvertido anuncio de abrir una investigación de impeachment sobre los presuntos tratos del presidente Joe Biden en los asuntos comerciales de su hijo. Muchos creen que la medida, a la que McCarthy inicialmente se resistió, fue un intento de aplacar a los republicanos ultraconservadores que han luchado porque se someta a Biden a un impeachment.
La Cámara también se encuentra en medio de una polémica batalla sobre el establecimiento de niveles de gasto para el año fiscal 2024, que comienza en 17 días. A falta de un acuerdo entre la Cámara y el Senado, firmado por el presidente, o una resolución continua que permita el gasto después del 30 de septiembre, las operaciones gubernamentales no esenciales se cerrarían.
Los representantes republicanos de la Cámara han estado trabajando para establecer niveles de gasto para 2024, de acuerdo con la Ley Limitar, Ahorrar, Crecer, que aprobaron en abril. El Senado ha estado trabajando para establecer niveles de gasto de acuerdo con la Ley de Responsabilidad Fiscal, un proyecto de ley de compromiso resultante de un acuerdo entre McCarthy y el presidente Biden.
Los republicanos conservadores celebraron una conferencia de prensa el 12 de septiembre y pidieron a McCarthy y a sus colegas republicanos que recortaran aún más el gasto.
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