Los republicanos dicen que el puesto del líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), probablemente está a salvo a pesar del creciente coro de críticas al representante de Kentucky.
El 7 de febrero, el senador Ted Cruz (R-Texas), entre otros republicanos, le pidieron a McConnell que renunciara a su puesto de liderazgo tras el fracaso de un acuerdo sobre la frontera en el que se había estado trabajando durante meses.
Cuando los periodistas le preguntaron si había llegado el momento de que el Sr. McConnell dejara el cargo, el Sr. Cruz respondió: «Creo que sí», y añadió que los legisladores del Senado que lo acompañaban en la rueda de prensa «también apoyaron desafiar el liderazgo» de McConnell tras las elecciones de mitad de periodo de 2022, en las que los republicanos perdieron escaños.
A la pregunta sobre esto durante una conferencia de prensa semanal el 6 de febrero, el Sr. McConnell bromeó con seguridad en sí mismo: «Creo que todos podemos estar de acuerdo en que el senador Cruz no es [mi] fan».
Cruz no es el único que pide abiertamente que se reemplace a McConnell.
En un posteo en X, el senador Mike Lee (R-Utah) escribió: “¡NECESITAMOS UN NUEVO LIDERAZGO, AHORA!”.
El Sr. McConnell también ha enfrentado críticas de los senadores J.D. Vance (R-Ohio), Rick Scott (R-Fla.), Rand Paul (R-Ky.) y otros.
Pero los republicanos, incluso aquellos que se opusieron a McConnell al comienzo del 118° Congreso, se muestran escépticos de que sea destituido antes de próximo Congreso.
«Tenemos elecciones de liderazgo una vez por Congreso», dijo el Sr. Vance a los periodistas. «Veremos si tenemos otra. Soy escéptico».
El senador Josh Hawley (R-Mo.) mostró discreción cuando se le preguntó si McConnell sería destituido, pero indicó que tenía dudas.
Al mismo tiempo, Hawley dijo: «Dios, espero que no», cuando se le preguntó si pensaba que McConnell sería reelegido como líder en el 119° Congreso. El Sr. Hawley lleva tiempo criticando abiertamente el liderazgo de McConnell.
El senador Mike Braun (R-Ind.) también discutió el tema con los periodistas.
Cuando se le preguntó si pensaba que McConnell era vulnerable, respondió afirmativamente. Atribuyó el rechazo que está recibiendo McConnell a nuevas formas de pensar sobre las cuestiones y métodos políticos.
“Ha habido algunos que han dicho que [el Sr. McConnell es vulnerable] públicamente”, dijo Braun. “Creo que todo se reduce a predecir el futuro interpretando signos a partir de lo que me dicen los directores y lo que hacen mis electores. Y creo que cada vez son más los que se dan cuenta de que la antigua forma de pensar no funciona”.
Un ayudante del Senado familiarizado con la disputa le dijo a The Epoch Times que gran parte del descontento se debe a que los congresistas quieren desahogarse y es poco probable que llegue a alguna parte en un futuro próximo. Pero al igual que otros, sí dio a entender que el fracaso en el acuerdo sobre la frontera ha dejado a McConnell más débil que nunca.
“Esto se trata más bien de que los conservadores se flexibilizan y saben que Mitch no estará el tiempo suficiente para castigarlos por envalentonar a otros cargos para desafiar el liderazgo (¡como vimos a principios de esta semana!)», dijo el asesor. «Por mucho tiempo que le quede a Mitch como emperador, no tiene ropa».
El acuerdo que desencadenó estas críticas, y que se publicó apenas esta semana, no logró ser aprobado en el Senado y fue bloqueado en una votación de procedimiento por un margen de 50 a 49.
Aunque el paquete ya enfrentaba grandes dificultades en la Cámara, su destino quedó sellado después de que McConnell se volvió contra él. Hasta entonces, McConnell había sido uno de los principales partidarios del esfuerzo y, según algunos reportajes, había trabajado en estrecha colaboración con el senador James Lankford (R-Okla.) para elaborar el proyecto de ley.
El paquete de USD 118,000 millones habría proporcionado USD 60,000 millones en asistencia adicional para Ucrania, USD 14,100 millones para Israel, USD 10,000 millones para ayuda humanitaria en Gaza y otros lugares, y USD 5000 millones para los socios de Estados Unidos en el Indo-Pacífico.
Pero lo más controvertido es que el paquete también impuso nuevas políticas en la frontera que, según muchos republicanos, solo empeorarían la ya precaria situación allí.
Según los términos de estas disposiciones fronterizas, algunos republicanos afirmaron que se podría permitir la entrada a Estados Unidos hasta 5000 extranjeros ilegales por día antes de que el presidente se viera obligado a cerrar la frontera. Varios republicanos tanto en la Cámara como en el Senado le dijeron a The Epoch Times que el único número aceptable era “cero”.
Costos políticos
Aunque el paquete fue bloqueado, muchos republicanos del Senado ahora dicen que el apoyo que durante tanto tiempo dio McConnell a la iniciativa sólo perjudicará al partido en el futuro.
Hasta el paquete sobre la frontera, dicen estos críticos, los republicanos tenían la ventaja política en la frontera. La mayoría de los estadounidenses culparon a la administración del presidente Joe Biden por la situación en la frontera.
«La estrategia de liderazgo estuvo muy mal», dijo el Sr. Cruz a los periodistas.
Ahora que los republicanos bloquearon el proyecto de ley, los demócratas han aprovechado la oportunidad para volver la cuestión fronteriza en contra de los republicanos.
El senador Chris Murphy (D-Conn.), un negociador demócrata clave del proyecto de ley, se lo dijo a los periodistas el 8 de febrero.
«Contaban con que la inmigración sería una victoria política limpia», dijo Murphy. «Y ahora es muy complicado, porque los demócratas pueden pasar a la ofensiva de una forma que no era posible hace sólo seis meses. Tenemos que hablar del proyecto de ley bipartidista que habría arreglado la frontera y que los republicanos rechazaron».
El Sr. Murphy también dijo que el paquete estaba muerto y que no había forma de avanzar.
«No, no, murió», dijo Murphy cuando se le preguntó sobre sus perspectivas para el futuro. “Ellos lo han matado”.
Aunque es poco probable que McConnell sea expulsado de su rol de liderazgo en el corto plazo, las consecuencias del colapso del acuerdo fronterizo han encendido una vez más las persistentes divisiones en el Senado entre la vieja guardia y los legisladores más jóvenes.
La salud de McConnell también ha sido una preocupación después de dos casos en los que se quedó paralizado mientras hablaba.
No está claro, en vista de estas críticas, si McConnell podrá conservar su puesto actual durante el próximo Congreso.
Caden Pearson y Mark Tapscott contribuyeron a este artículo.
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