Una trabajadora del mercado King Soopers en Boulder, Colorado, donde 10 personas fueron asesinadas a tiros, recordó cómo el presunto pistolero se entregó a las autoridades el lunes por la tarde.
Maggie Montoya, de 25 años, que trabaja como técnica farmacéutica en la tienda, dijo que le advirtieron sobre un tirador activo en el lugar y que todos se “dispersaron”. En ese momento Montoya y un compañero de trabajo se escondieron dentro de una habitación pequeña.
“Imaginé que la persona podía saltar del mostrador y entrar en la habitación”, le dijo al Colorado Public Radio.
Un oficial dijo a través del altavoz de la tienda: “Este es el Departamento de Policía de Boulder. Todo el edificio está rodeado. Necesito que se rinda ahora”, según el vídeo de la escena.
El presunto tirador, Ahmad Al Aliwi Alissa, de 21 años, luego dijo: «Me rindo, estoy desnudo», según recuerda Montoya. No hubo una respuesta inmediata de las autoridades.
Cinco minutos después, un agente tomó el altavoz y exigió a Alissa que se entregara. Veinte minutos después, los agentes de la ley entraron en el edificio, dijo Montoya.
El pistolero “todavía estaba junto a la farmacia cuando le dijeron que se rindiera”, dijo Montoya a la estación de radio. «Y volvió a decir: ‘Me rindo, estoy desnudo'».
Alissa fue acusado el martes por 10 cargos de asesinato en primer grado y la policía le disparó en la pierna. Las autoridades aún tienen que determinar el motivo de la masacre.
Su familia, sin embargo, dijo que el hombre estaba paranoico y que sufría delirios. Sus compañeros de clase y publicaciones en redes sociales, ahora eliminadas, indicaron que era un musulmán practicante que emigró de niño a Estados Unidos desde Siria.
«En su último año, durante las luchas para ver quién entraba en el equipo universitario, perdió, no fue elegido y gritó en la sala de lucha que iba a matar a todo el mundo», le dijo al Denver Post Dayton Marvel, un antiguo compañero de clase y del equipo de lucha. «Nadie le creyó. Estábamos todos un poco asustados por ello, pero nadie hizo nada al respecto».
Marvel añadió al Post que a Alissa le preocupaba que los demás se fijaran en él por ser musulmán.
«Hablaba de que era musulmán y que, si alguien intentaba algo [contra él], haría una denuncia de delito de odio y diría que se lo estaban inventando», dijo Marvel. “Fue era una locura. Solo sé que era un chico genial hasta que algo lo enfureció, y luego, lo que sea que lo enfureciera, se fue al límite, demasiado lejos».
Las víctimas fatales de los disparos fueron Denny Stong, de 20 años; Neven Stanisic, 23; Rikki Olds, de 25 años; Tralona Bartkowiak, 49 años; Suzanne Fountain, 59; Teri Leiker, 51 años; el oficial de policía Eric Talley, de 51 años; Kevin Mahoney, 61 años; Lynn Murray, 62; y Jody Waters, de 65 años.
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