Noruega, es el país que auspicia los diálogos entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela, pero también es el país que logró un contrato millonario con la dictadura para encargarse de la limpieza y remediación de derrames petroleros.
Hasta la semana pasada solo se sabía que Noruega buscaba mediar acuerdos para presuntamente lograr una salida a la crisis; sin embargo, ahora se conoce que el país europeo podría tener algunos intereses ocultos al convertirse en el mediador oficial de los diálogos; negociaciones que hasta ahora no han ofrecido resultados.
Una licencia emitida por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, autoriza a la empresa estatal petrolera noruega Equinor, para mantener relaciones financieras con Venezuela.
Estados Unidos hizo una excepción a la sanciones con la empresa noruega para que participe en la limpieza o remediación, «de sitios de derrame de petróleo de Petrocedeno Production, incluidas las áreas de superficie afectadas, tierras adyacentes y áreas del Morichal San Antonio Creek».
Explica el documento estadounidense que Equinor ASA, deberá presentar un informe detallado de todas las transacciones realizadas de conformidad con esta Licencia y enviarlas a la División de Evaluación y Cumplimiento de Sanciones, Oficina de Control de Activos Extranjeros y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Pero no sería la primera vez que Noruega estaría inmiscuida en intereses «ocultos» mientras participa en mediaciones en países en crisis. Lo mismo sucedió cuando lo hizo con Colombia; medió en los diálogos de paz y además habría influido en la decisión del Premio Nóbel de la Paz que le fue otorgado al expresidente Juan Manuel Santos.
Un artículo de Ramón Pérez Maura, publicado en el ABC de España revela que Santos también habría beneficiado a la presidenta del Comité Nobel de la Paz, Kathy Kulmann-Five, con concesiones petroleras cuando estaba en la compañía estatal noruega de petróleo.
Mientras en Venezuela se recrudece la crisis, tanto el chavismo como la oposición encabezada por el presidente (e) Juan Guaidó continúan negociando para una supuesta salida; sin embargo no solo se desconocen resultados, sino que además si continúa el Mecanismo de Oslo, los diálogos podrían durar años.
El régimen de Nicolás Maduro, molesto por las sanciones emitidas por Estados Unidos, decidió pararse de la mesa de diálogo como una especie de protesta; ahora una delegación del Gobierno de Noruega llegó a Caracas, para intentar restablecer las conversaciones.
Noruega y la Unión Europea que saben que todos los intentos de diálogo han sido infructuosos, siguen apostando por negociaciones a pesar de que Nicolás Maduro no ha mostrado acciones «de buena fe» ni ha cumplido con ningún acuerdo; de hecho, por el contrario, asegura que en Venezuela no habrá ninguna transición tal y como lo solicita el presidente (e) Guaidó. Una muestra más de que se trata de tiempo perdido.
El equipo noruego encargado de las mediaciones, es el mismo que habría participado en los diálogos de paz con las FARC en Colombia y que terminaron siendo acuerdos de impunidad.
Y es que además de los intereses económicos que podría tener Noruega en Venezuela, también están sus ideales de izquierda lo que demostraría que no se trata de una mediación imparcial. Noruega nunca ha condenado las violaciones a derechos humanos por parte del régimen de Nicolás Maduro, ni ha criticado la crisis humanitaria que enfrentan los venezolanos desde hace más de seis años. Tampoco ha reconocido a Juan Guaidó como presidente (e) de Venezuela.
Que Noruega se haya mantenido silente ante una crisis en la que miles de venezolanos han fallecido debido a la escasez de alimentos y medicamentos, y otros miles hayan decidido migrar, muestra que ha preferido ser cómplice de lo que sucede en el país suramericano.
Pero como si esto no fuera suficiente, el equipo noruego encargado de lograr negociaciones está conformado por un grupo de personas liderado por el noruego Dag Nylander, quien es hombre de confianza de Antonio Guterres, secretario de la ONU, que tampoco ha reconocido a Guaidó como presidente de Venezuela.
Nylander es un diplomático noruego que ha manifestado una afinidad con el régimen cubano, al punto que durante los diálogos en Colombia elogió a la dictadura de la isla. En esa oportunidad señaló que Cuba era «el valor añadido de tener una gran credibilidad».
D´mar Córdoba Salamanca, abogado Constitucionalista colombiano quien conoce los detalles del infructuoso diálogo en Colombia, dijo a PanAm Post que la negociación entre el chavismo y la oposición no traerá buenas noticias para Venezuela porque «se trata de dialogar con mediadores de izquierda parcializados a favor de Maduro y de la dictadura cubana».
«Uno no le puede tener fe al equipo noruego, porque ellos también fueron los garantes del proceso de impunidad en Colombia, porque las FARC siguen operando tal y como lo hacía antes», señaló.
«Pienso que la estrategia siempre será la misma y es darle oxígeno y más oportunidades de visibilización al narcogobierno de Nicolás Maduro como lo hicieron con las FARC. El acuerdo de paz en Colombia se convirtió en un blindaje a los terroristas de las FARC y lo mismo puede suceder con la dictadura», agregó.
«Este diálogo seguramente terminaría quitándole fuerza al gobierno legítimo de Guaidó; la mejor manera de entender si el proceso servirá para algo, es preguntarse cuántas veces Noruega ha rechazado las persecuciones y violaciones a derechos humanos en Venezuela, y la respuesta es ninguna», aseveró.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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