Recientemente, la Asamblea General de Virginia aprobó un puñado de proyectos de ley de control de armas y ahora se dirigen al escritorio del Gobernador Ralph Northam para su firma, pese a la fuerte oposición de los defensores de la Segunda Enmienda y los grupos de derechos de armas.
Se espera que Northam firme cinco proyectos de ley, que forman parte de un grupo más amplio de ocho propuestas de control de armas, también conocido como el «Paquete del Gobernador», después de ser aprobados por los legisladores estatales. Los proyectos de ley se convertirán oficialmente en ley con la firma de Northam.
El año pasado los demócratas obtuvieron el control de ambas cámaras del estado —por primera vez en más de dos décadas— y se comprometieron a promulgar políticas más estrictas de control de armas, diciendo que ayudará a reducir los tiroteos y las muertes. Además de la mayoría en la legislatura estatal, el gobernador, el vicegobernador y el fiscal general también son demócratas.
Entre las medidas aprobadas se encuentran un proyecto de ley de «bandera roja» que permitiría a las autoridades confiscar temporalmente las armas de cualquier persona que un juez considere peligrosa para sí misma o para otros, un proyecto de ley que permitiría a las localidades prohibir las armas en determinadas zonas, y un proyecto de ley que penalizaría a los propietarios de armas por no notificar un arma de fuego robada.
«Un paso histórico hacia adelante—y aún más por venir», dijo Northam en su cuenta de Twitter. Su secretario de prensa no respondió inmediatamente a una petición de comentario de The Epoch Times.
Los grupos de derechos de armas le dijeron a The Epoch Times que la legislatura estatal está ignorando a una gran mayoría de virginianos que dicen oponerse fervientemente a todas las medidas de control de armas. Los defensores de la Segunda Enmienda argumentan que los proyectos de ley propuestos violan sus derechos constitucionales.
«La Asamblea General ha vuelto a ignorar a los virginianos que se reunieron pacíficamente en Richmond para oponerse a este exceso de alcance», dijo Mark Oliva, director de asuntos públicos de la Fundación Nacional de Deportes de Tiro (NSSF, por sus siglas en inglés), por correo electrónico. «Ni una sola medida presentada por la Asamblea General abordó el crimen o responsabilizó a los criminales».
El 20 de enero, la Liga de Defensa de los Ciudadanos de Virginia (VCDL, por sus siglas en inglés) organizó una manifestación masiva que atrajo al menos a 22,000 defensores de la Segunda Enmienda de todo el país para oponerse pacíficamente al aluvión de políticas de control de armas que se están moviendo en la legislatura estatal.
«VCDL trabajará para que sean revocadas en futuras legislaturas», dijo Philip Van Cleave, presidente de VCDL, a The Epoch Times a través de Twitter, refiriéndose a la legislación que se dirige al escritorio de Northam.
John Crump, director estatal de Virginia para los Propietarios de Armas de América, dijo que el grupo hará todo lo que esté a su alcance para luchar por los derechos de los virginianos.
«Estamos preparados para llevar estas batallas a los tribunales así como a las urnas», dijo Crump a The Epoch Times por correo electrónico. «Nunca dejaremos de luchar por la libertad y la autonomía».
Una propuesta de control de armas, la prohibición de las «armas de asalto», considerada por defensores de la Segunda Enmienda como la medida más atroz, fue rechazada por legisladores de los estados, como resultado de los esfuerzos de grupos de defensa de los derechos de armas que utilizaron una estrategia de sensibilización amplia y exhaustiva.
«Los propietarios de armas respetuosos de la ley en Virginia están muy enfadados, y harán responsable al Gobernador y a la Asamblea General por obligarles a controlar las armas», dijo Dudley Brown, presidente de la Asociación Nacional para los Derechos de las Armas de Fuego, por correo electrónico.
Mientras tanto, cientos de condados locales, ciudades y pueblos a través de Estados Unidos se están declarando «santuarios de la Segunda Enmienda» o «condados constitucionales», como parte de un creciente movimiento en el que funcionarios locales y algunos sheriffs generalmente declaran que no harán cumplir las nuevas leyes sobre armas que ellos creen que son inconstitucionales.
En Virginia, que ahora es el epicentro del debate sobre las armas, 91 de los 95 condados del estado han aprobado algún tipo de medida que afirma su apoyo a los santuarios de la Segunda Enmienda.
David Campbell, vicepresidente de la Junta del Condado de Effingham en Illinois, cuyo condado fue uno de los primeros en aprobar la legislación de la Segunda Enmienda en abril de 2018, dijo que el paquete de Northam parece ser un hecho.
«Geográficamente, más del 90 por ciento del estado de Virginia ha tomado una postura firme no solo en la protección de sus derechos de la Segunda Enmienda, sino de todos sus derechos constitucionales», dijo a The Epoch Times. «Las elecciones tienen consecuencias y en este punto, creo que la gente realmente ve lo importante que es conseguir que las personas adecuadas en el cargo representen sus valores y deseos».
Los grupos que apoyan las políticas de control de armas aplaudieron la reciente aprobación.
La organización sin fines de lucro Brady: Unidos contra la violencia armada llamó a los recientes acontecimientos en la legislatura estatal un «paso sustantivo».
«Los proyectos de ley de prevención de la violencia armada trabajan en conjunto, fortaleciendo y apoyando las medidas de protección para ayudar a mantener las armas fuera de situaciones potencialmente peligrosas y fuera de las manos de aquellos que no deberían tenerlas», dijo el presidente de Brady, Kris Brown, en un comunicado en el sitio web del grupo.
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