Medios estatales chinos borran afirmaciones del «biólogo suizo»

Por Dorothy Li
16 de agosto de 2021 10:55 AM Actualizado: 16 de agosto de 2021 5:13 PM

Los medios de comunicación estatales chinos borraron discretamente los artículos sobre un supuesto biólogo suizo que criticó los esfuerzos de Estados Unidos para investigar los orígenes de la pandemia, después de que la embajada de Suiza en Beijing dijera que según sus registros era poco probable que sea una persona real.

Los diplomáticos suizos comenzaron a buscar al biólogo, llamado Wilson Edwards, después de que a fines de julio su nombre dominara los artículos de los medios de comunicación chinos respaldados por el Estado.

Según las conversaciones en las redes sociales chinas y los artículos de los medios de comunicación estatales, el investigador habría sufrido «intimidación» por parte de Estados Unidos por apoyar la investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los orígenes del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).

El 10 de agosto, la Embajada de Suiza en Beijing dijo que Edwards podría no existir. El personal dijo que no había ciudadanos registrados con el nombre de Wilson Edwards, ni se había publicado ningún artículo de biología con ese nombre.

«¡Si usted existe, nos gustaría conocerle!», escribió la embajada en un posteo tanto en inglés como en chino, en Twitter y Weibo.

La embajada dijo que los artículos sobre la cuenta son probablemente «noticias falsas» y pidió a los medios de comunicación chinos que los retiraran.

Desde entonces, la noticia se retiró de la cadena de televisión en inglés CGTV y de otros medios de comunicación chinos respaldados por el Estado, pero el artículo en chino de CGTV seguía visible el viernes.

También desapareció una cuenta de Facebook que servía de fuente de información para las noticias chinas. Los diplomáticos suizos dijeron que la cuenta tenía un posteo y tres amigos después de que se abriera el 24 de julio.

Según los artículos, la cuenta de Facebook sobre Edwards lo describía como un biólogo suizo, y que según él, el impulso de la segunda fase de investigación de la OMS sobre el origen del COVID-19 era «resultado de la presión política de Estados Unidos».

El mes pasado, la OMS anunció una auditoría del laboratorio de Wuhan y de las instituciones de investigación donde se identificó por primera vez el virus. La agencia dijo que en la investigación Beijing no compartió los datos en bruto de los pacientes y pidió al régimen chino que fuera «transparente» y «cooperativo».

Beijing rechazó los esfuerzos para una investigación no supervisada sobre el origen del virus del PCCh, que causa la enfermedad COVID-19. El 22 de julio, altos funcionarios sanitarios chinos pidieron a la OMS que «se deshiciera de las interferencias políticas».

El 30 de julio, los medios de comunicación estatales, como Global Times y China Daily, compartieron un artículo del posteo en Facebook de la emisora central china CGTV.

En el artículo, el supuesto biólogo citaba a una fuente de la OMS, diciendo que Estados Unidos estaba «atacando» al régimen chino al pedir que se rastreara el origen del virus. «Algunos de sus colegas investigadores estaban bajo ‘enorme presión’ e ‘intimidación’ por parte de Estados Unidos y de algunos medios de comunicación», afirmaban los posteos de Edwards, lo que luego repitieron los artículos de los medios chinos.

Personal de seguridad hace guardia fuera del Instituto de Virología de Wuhan, en Wuhan, China, mientras los miembros del equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que investigan los orígenes de COVID-19, hacen una visita, el 3 de febrero de 2021. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

Mientras tanto, un reciente informe del  Center for Information Resilience (CIR) descubrió que una extensa red de redes sociales chinas intentó sembrar dudas sobre las afirmaciones de Estados Unidos de que hay cada vez más pruebas de que el virus del PCCh se originó en un laboratorio de Wuhan.

Las cuentas, que existen en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tienen imágenes de perfil falsas casi indistinguibles de las de personas reales. El CIR señaló la intención de la red en su informe.

«Nuestra investigación muestra evidencias de un esfuerzo deliberado para distorsionar las percepciones internacionales sobre temas significativos, en este caso, a favor de China», dijo Benjamin Strick, el autor del informe del CIR.

«El objetivo de la red parece ser deslegitimar a Occidente mediante la amplificación de las narrativas prochinas», dijo Strick.

«Parece haber estrechas coincidencias en las narrativas compartidas por la red, con las compartidas por las cuentas de redes sociales de los representantes del Estado chino y los medios de comunicación vinculados al Estado».

Un guardia lleva equipo de protección en la entrada del centro provincial de Hubei para el control y la prevención de enfermedades, mientras los miembros del equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investiga los orígenes del COVID-19 visitan el centro en Wuhan, China, el 1 de febrero de 2021. (Hector Retamal/AFP vía Getty Images)

Informe de inteligencia

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos también están redactando un informe para el presidente Joe Biden a medida que se acerca el término de un plazo de tres meses de investigación sobre el origen del virus. Esto se produce en medio de la posibilidad de que el virus del PCCh filtrado por el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) adquiera un mayor reconocimiento.

Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, dijo en mayo que no confiaba en que el virus del PCCh se desarrollara de forma natural, aunque antes insistió en que la transmisión de animales a humanos era el origen más probable.

La OMS admitió en julio que era «prematuro» descartar la posibilidad de una fuga de laboratorio, aunque en un informe de marzo la agencia había dicho que era «extremadamente improbable«.

El régimen chino afirmó que la pandemia se inició en el mercado de marisco de Wuhan. Sin embargo, tres miembros del Instituto de Virología de Wuhan fueron hospitalizados en noviembre de 2019, varias semanas antes de que Beijing reconociera el primer caso infectado.


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