Los republicanos aprovecharon una reciente presentación judicial hecha por el abogado especial John Durham, que alega que la campaña de Clinton y el Comité Nacional Demócrata trataron de infiltrarse en los servidores de la campaña de Trump y de la Casa Blanca, argumentando que los grandes medios de comunicación están evitando cubrir los hallazgos de Durham.
«Una empresa tecnológica hackeó la Casa Blanca y espió a un presidente en funciones. Esto debería preocupar a todo el mundo. Pero los grandes medios de comunicación se niegan a cubrirlo», dijo el representante Jim Jordan (R-Ohio) en un posteo de Twitter. El legislador hizo comentarios similares durante una aparición en Fox News el lunes.
«Sí, hubo espionaje, y fue peor de lo que pensamos porque estaban espiando al presidente en funciones de Estados Unidos», dijo Jordan a «Fox & Friends» el lunes. «Y llega hasta la campaña de Clinton».
La moción de Durham del viernes estaba relacionada con el abogado Michael Sussman, un exabogado de Perkins Coie que fue acusado el año pasado de mentir al FBI cuando presuntamente dijo a la oficina que no estaba trabajando para la campaña de Hillary Clinton en 2016 cuando dio a la agencia documentos ahora desacreditados que supuestamente vinculaban a la Organización Trump con un banco ruso. Sussmann ha negado haber actuado mal y se ha declarado inocente en el caso.
Mientras tanto, el representante Michael Turner (R-Ohio) dijo el domingo que la investigación descubrió un «nuevo nivel de corrupción» que plantea «graves» preocupaciones.
«Quiero decir, esto es una amenaza para nuestra democracia en sí», dijo Turner a «Sunday Morning Futures» de Fox News. «No importa realmente de qué campaña política se trate o de qué partido político sea. Esto es tan incorrecto y las acusaciones [son] de tal nivel de actividad ilegal que afecta directamente a nuestra confianza en nuestro propio gobierno que se debe encontrar la verdad».
Sussmann, según la reciente presentación, «había reunido y transmitido las alegaciones al FBI en nombre de al menos dos clientes concretos, entre ellos un ejecutivo de tecnología (técnico 1) de una empresa de Internet con sede en Estados Unidos (Compañía de Internet 1) y la campaña de Clinton». Los registros también muestran que «emitió facturas repetidamente» a la campaña por su trabajo en relación con las acusaciones en torno a Trump y el banco ruso.
«En relación con estos esfuerzos, el técnico 1 aprovechó su acceso a datos de Internet no públicos y/o protegidos», dice también su presentación. «El técnico 1 también obtuvo la ayuda de investigadores de una universidad con sede en Estados Unidos que estaban recibiendo y analizando grandes cantidades de datos de Internet en relación con un contrato de investigación de ciberseguridad del gobierno federal pendiente».
Durante el pasado fin de semana, Trump emitió un comunicado en el que afirmaba que la presentación judicial de Durham corrobora las afirmaciones que ha estado haciendo desde hace tiempo de que su campaña y presidencia de 2016 fueron objeto de una campaña de presión generalizada dirigida contra él por mantener opiniones poco ortodoxas. El ex comandante en jefe también culpó a los medios de comunicación por su cobertura.
«Muestra lo totalmente corruptos y desvergonzados que son los medios», dijo Trump en el comunicado. «¿Se imaginan si los papeles se invirtieran y los republicanos, en particular el presidente Donald Trump, fueran sorprendidos espiando ilegalmente en la Oficina del Presidente? Todo el infierno se desataría y la silla eléctrica aparecería de inmediato. La buena noticia es que todo el mundo está hablando no solo de esta atrocidad contra nuestra Nación, sino que la prensa se niega a mencionar siquiera el gran crimen que tuvo lugar».
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