La primera dama, Melania Trump, reveló el sábado las renovaciones que se hicieron en el jardín de las rosas de la Casa Blanca días antes de su discurso en la Convención Nacional Republicana.
El icónico jardín es famoso por su proximidad al Despacho Oval y servirá como telón de fondo para la primera dama cuando dé su discurso el martes por la noche para la reelección de su marido.
«Emocionada por honrar la historia y celebrar el futuro en nuestra hermosa rosaleda de la Casa Blanca esta noche», escribió Melania Trump en Twitter. «Gracias a todos los que ayudaron a renovar este icónico y verdaderamente hermoso espacio».
Excited to honor history & celebrate the future in our beautiful @WhiteHouse Rose Garden this evening. Thank you to all who helped renew this iconic & truly gorgeous space. pic.twitter.com/ggiqLkdGbw
— Melania Trump (@FLOTUS) August 22, 2020
Melania Trump dijo en un comunicado a finales del mes pasado que estaba «encantada de anunciar una renovación significativa» del jardín, el cual no ha visto una renovación completa desde que se instaló por primera vez a principios de los años 60 bajo el presidente John F. Kennedy.
«Décadas de uso y los cambios necesarios para apoyar la presidencia moderna han afectado al jardín», dice el comunicado.
El proyecto —encabezado por Melania Trump— fue financiado por donaciones privadas y no se utilizó dinero de los contribuyentes para las renovaciones, según un funcionario de la Casa Blanca.
El jardín de las rosas ha sido renovado con el espíritu de su diseño original de 1962, que fue implementado por primera vez por Rachel Lambert «Bunny» Mellon durante la administración Kennedy y desde entonces ha sido el plan rector del jardín.
El jardín es también el lugar favorito del presidente Donald Trump para celebrar conferencias de prensa y se vio obligado a cerrar por unas seis semanas durante las renovaciones.
El nuevo diseño se ajusta a la estética personal de Melania Trump y las flores del jardín son en gran parte pasteles, las cuales son las preferidas de la primera dama, incluyendo rosas blancas más altas, que fueron en honor a la primera visita papal a la Casa Blanca del Papa Juan Pablo II en 1979. También se añadió un boje en forma de diamante, mientras que se eliminaron una docena de árboles de manzana que se replantarán en otros lugares del terreno.
Además, se ha eliminado una zona de asientos en el lado este del jardín —utilizada a veces por los presidentes para el almuerzo y otras reuniones— y será reemplazada por una instalación artística aún no anunciada.
El cambio más llamativo visualmente del jardín, fue la adición de un sendero de piedra caliza de 3 pies de ancho que bordea el césped central. Los cambios menos notables incluyen la mejora del drenaje y la infraestructura y la accesibilidad del jardín para las personas con discapacidad. Los arreglos audiovisuales, de radiodifusión y otros arreglos técnicos también forman parte del plan.
«El acto mismo de plantar un jardín implica un trabajo duro y la esperanza en la posibilidad de un futuro brillante», dijo la Melania Trump en el momento en que anunció las renovaciones.
«Preservar la historia y la belleza de la Casa Blanca y sus terrenos es un testamento del compromiso de nuestro país con el cuidado de este paisaje y nuestra dedicación a los ideales estadounidenses, salvaguardándolos para nuestros hijos y sus hijos para las generaciones venideras», continuó.
Los presidentes han utilizado durante mucho tiempo la rosaleda como telón de fondo de grandes eventos, y Trump lo ha estado utilizando cada vez más para eventos al aire libre, que se consideran más seguros para las reuniones durante la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
La administración Trump será la primera en usar la mansión ejecutiva para una convención política. Más allá del discurso de la primera dama, el presidente pronunciará su discurso el jueves por la noche desde el jardín sur de la Casa Blanca, donde se estaba construyendo un escenario durante el fin de semana.
The Associated Press contribuyó a este artículo.
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