Los soldados transgénero podrán retrasar el despliegue hasta 300 días mientras usan hormonas del sexo opuesto durante su «transición» y renunciar a los estándares de aptitud física, según un memorando confidencial del Pentágono.
El memorando del Womack Army Medical Center (WAMC) del 1 de febrero decía que la demora en el despliegue era necesaria para que el soldado transgénero pudiera “estabilizarse” mientras tomaba hormonas.
El documento del Departamento de Defensa de 34 páginas informado por primera vez por The Dossier estimó que podría llevar de 9 a 18 meses completar una transición de género.
“La terapia hormonal conlleva riesgos potenciales para la salud y efectos secundarios no deseados”, decía el memorando.
El objetivo de las fuerzas armadas para los miembros transgénero del servicio, según el memorando, es “brindar un camino seguro y efectivo para lograr una comodidad personal duradera con sus identidades de género para maximizar su salud general y promover el bienestar psicológico y la autorrealización” mientras prestan servicio.
Alan Hopewell, neuropsicólogo de Fort Worth, Texas, que sirvió en el ejército durante 28 años, dijo que el memorando ilustra los graves problemas que rodean a los soldados transgénero.
“He estado haciendo esto durante 50 años”, dijo Hopewell. “El tipo de persona que se vestiría con un vestido y haría todas estas cosas es mentalmente inestable”.
El Sr. Hopewell dijo que el ejército aún tiene que abordar el «problema de la medicación». Él cree que la moratoria de 300 días sobre el despliegue de soldados confundidos sobre el género será solo el comienzo de los problemas.
Combinar la inestabilidad mental con las hormonas bajo el estrés del combate podría ser peligroso para el soldado transgénero y otras tropas, dijo.
Los soldados transgénero que toman hormonas tienen más probabilidades de sufrir cambios de humor y problemas de salud, lo que los convierte en un mayor riesgo para las misiones cuando están desplegados, según Hopewell.
Altas dosis de hormonas han contribuido al comportamiento errático exhibido por algunas personas con disforia de género, dijo, y los médicos del Ejército no están equipados para lidiar con tales problemas en el campo.
Incluso si se despliega, podría requerir importantes recursos médicos para hacer frente a las necesidades médicas de las personas transgénero en una situación de combate, dijo.
El Sr. Hopewell no cree que permitir que los soldados transgénero sirvan en el ejército sea una buena inversión porque no cree que duren mucho.
Un importante estudio danés de mortalidad y suicidio transgénero publicado en el Journal of the American Medical Association el 27 de junio mostró que las personas transgénero tenían «tasas significativamente más altas de intento de suicidio, mortalidad por suicidio, mortalidad no relacionada con el suicidio y mortalidad por todas las causas en comparación con la población no transgénero».
Bajo la administración de Biden, el Ejército de EE.UU. cambió sus reglas en 2021 para permitir que aquellos con disforia de género (confusión y angustia por el sexo biológico) puedan servir.
La identidad de género “ya no sería una base para la separación involuntaria o la baja militar, la denegación del reenganche o la continuación del servicio, o la sujeción a acciones adversas o maltrato”, según una explicación de los cambios de política en el sitio web del Ejército de EE.UU.
“Esto es lo correcto. También es lo más inteligente que se puede hacer”, dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin, después del anuncio de Biden.
Algunos oficiales militares han desestimado las preocupaciones sobre medicamentos y servicios que rodean a los soldados transgénero, diciendo que las fuerzas armadas no deben discriminar.
El tratamiento hormonal para soldados transgénero no es diferente de las píldoras anticonceptivas para mujeres soldados, según algunos que se han pronunciado.
Los defensores dicen que no es una enfermedad mental y que los soldados transexuales no están en el ejército sólo para hacer la transición con el dinero de los contribuyentes.
Según el memorando, podían recibir «cuidados» de salud mental, hormonas, operaciones genitales, mastectomías e implantes mamarios y «terapia» de voz financiados por los contribuyentes.
Los soldados transgénero podrían someterse a varias cirugías después de tomar hormonas durante 12 meses, según el memorando.
Indicó qué procedimientos podrían realizarse en WAMC, incluidas histerectomías, cirugías «superiores», es decir, extracción de senos o implantes, y ovarios o testículos.
La remodelación facial y corporal era posible en WAMC, pero la nota decía que no era un procedimiento cubierto.
Las cirugías de cambio de sexo para extirpar los genitales se derivarían a otras instalaciones, según el memorando.
Detalló la creación de un Equipo de Atención Transgénero para soldados con disforia de género. Una vez diagnosticada la disforia de género, se esperaba que el personal llamara a los soldados por sus pronombres preferidos.
Los soldados seleccionarían un nombre y género. Luego, podrían vestirse de acuerdo con su género preferido y solicitar una exención estándar de prueba de aptitud física, según el memorando.
Mientras que algunos consideran la inclusión de soldados transgénero como un impulso al decreciente reclutamiento militar, otros dicen que las políticas «woke» sobre género y raza son la razón del declive.
El Sr. Hopewell dijo que sabe que las familias militares rechazan las “tonterías” actuales y ya no alientan a sus hijos a unirse al ejército debido a la ideología de raza y género “woke”.
Dijo que la idea de que las personas que rechazan las normas y creen que pueden ser de un género diferente no encaja con una mentalidad militar basada en reglas.
“Pueden poner en riesgo la vida de todos, francamente”, dijo Hopewell.
El psiquiatra clínico del DOD, Daniel Maurer, citado en el memorando, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de The Epoch Times sobre la preparación para el combate de los soldados transgénero.
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