ANAHEIM, California —Tras escuchar al expresidente Donald Trump describir los males de su estado inducidos por la izquierda —y su determinación de revertirlos— los republicanos de California dijeron sentir un nuevo optimismo en este bastión demócrata.
Si las circunstancias empeoran, más demócratas y votantes «sin preferencia partidista» podrían plantearse votar al expresidente republicano para mitigar sus problemas, dijeron a The Epoch Times varios asistentes a la Convención de Otoño del Partido Republicano de California (CAGOP, por sus siglas en inglés).
«Nos está dando esperanzas de que podemos volver a ser un ‘Estado Dorado'», dijo Shelley Freeman, que se encontraba entre las más de 1500 personas que pagaron entre 500 y 600 dólares cada una para oír hablar al presidente Trump en un almuerzo el 29 de septiembre, primer día de la convención de tres días en el hotel Marriott de Anaheim.
Pero garantizar unas elecciones justas es una gran preocupación en este caso, dijeron los asistentes. También lo es conseguir que los demócratas o los «Nunca Trump» abran los ojos a la propuesta del expresidente de volver a la ley y el orden.
«Llevan lo que yo llamo las gafas de ‘Odio a Trump'», dijo la convencionista Joan Riebli. «Pero si te las quitas sólo un segundo, las cosas empiezan a parecer totalmente distintas».
Ron Edwards, un asistente a la convención que vive cerca de San Francisco, dijo a The Epoch Times que las próximas elecciones podrían decidirse en gran medida en función de «la inflación y las dificultades que enfrentan los trabajadores y trabajadoras cuando marcan sus papeletas». Afirma que la promesa del presidente Trump de imponer la ley y el orden «es una verdadera necesidad que tenemos en Estados Unidos y que trasciende los partidos».
Cómico
El presidente Trump parece comprender que, en California, a veces calificada burlonamente como «la Costa de Izquierda», las políticas medioambientales y sociales se han arraigado y están causando estragos en la vida cotidiana de la gente peor que en otros estados, según dijeron los asistentes a The Epoch Times.
«Mientras que California fue una vez un símbolo de éxito, hoy, bajo los fascistas de la izquierda radical que dirigen nuestro estado, se está convirtiendo en un símbolo del declive de nuestra nación», dijo el presidente Trump. También declaró: «Éste es un estado que el republicano correcto puede ganar y, de hecho, ganar fácilmente».
Para garantizar unas elecciones justas, el presidente Trump aboga por eliminar los votos por correo, sustituir las máquinas de votación por papeletas de papel, limitar la votación al día de las elecciones y exigir a los votantes que presenten documentos de identidad válidos en las urnas. Pero hasta que se puedan hacer esos cambios, los republicanos deben trabajar dentro del sistema existente, dijo. Para ganar, los demócratas deben hacer trampa porque «sus políticas son tan malas que no podrían salir elegidos… ¿Quién va a salir elegido con fronteras abiertas, un ejército woke, tasas de interés elevados, impuestos altos, un país que no es respetado en ningún lugar del mundo?».
Mientras describía las consecuencias de las políticas «woke» en California, el presidente Trump hizo reír a la multitud, que agotó las localidades, durante gran parte de su discurso de 90 minutos. Parecía más animado de lo habitual, señalaron los observadores.
«Fue como un número de comedia», dijo la Sra. Riebli.
Condujo siete horas desde su casa en el norte de California para asistir a la convención del CAGOP y escuchar al presidente Trump. «Estuvo a la altura de las circunstancias, y dio en el clavo sobre los problemas a los que nos enfrentamos», dijo.
Las normativas sobre combustible exclusivas de California contribuyen a elevar el coste de la gasolina por encima de 6 dólares el galón, casi el doble de la media nacional.
Las restricciones en el uso del agua hacen que las fértiles tierras de cultivo se vuelvan resecas y estériles, mientras que a los millonarios se les disuade de ducharse decentemente.
«Se les dice que se den prisa; sólo se les permite una pequeña cantidad de agua… Por eso los ricos de Beverly Hills, en general, no huelen tan bien», comentó el presidente Trump, provocando carcajadas.
El expresidente, en una referencia a su característico peinado, bromeó diciendo que el flujo de agua es clave porque «quiero trabajar mucho mi cabello». El público soltó una carcajada.
El presidente Trump también culpó a las políticas demócratas de fomentar la inmigración ilegal, los grandes campamentos de personas sin hogar, los «impuestos fuera de control», los continuos cortes de electricidad, la «mutilación sexual infantil» derivada de la ideología transgénero y las «bandas de saqueadores, delincuentes y matones».
«Aparte de eso, creo que están haciendo un buen trabajo», dijo sarcásticamente. Mientras el público se reía, añadió: «¿Cómo demonios vota la gente por esta gente?».
«Sacrificado todo»
El expresidente hizo pocas referencias a las imputaciones a las que se enfrenta, quizá porque los fiscales federales han estado presionando para que los jueces restrinjan su discurso relacionado con esos casos.
El expresidente se ha declarado inocente de los cargos en los que se le acusa de haber manejado mal la Información de Defensa Nacional, de haber falsificado registros comerciales en Nueva York y de haber conspirado con otras personas para alterar los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia. El presidente Trump mantiene que las elecciones, que declararon ganador al entonces candidato Joe Biden, fueron «amañadas».
Además de las causas penales, el expresidente se enfrenta a varias demandas civiles. En una de ellas, un juez estatal de Nueva York dictaminó que el presidente Trump y su empresa son responsables de fraude, por supuesta sobrevaloración de activos y patrimonio en transacciones inmobiliarias, reportó The Epoch Times.
El neoyorquino logró miles de millones de dólares como promotor inmobiliario durante décadas antes de entrar en política en 2015 y presentarse con éxito a la presidencia, a lo que siguió la disputadísima victoria en 2020 del demócrata Joe Biden.
La Sra. Freeman dijo que le afectó mucho saber que el juez de Nueva York está retirando el certificado todos los negocios de Trump.
«Ha sacrificado literalmente todo por lo que él y su familia han trabajado; lo está haciendo por nosotros», dijo. «Así que la gente tiene que pensar en ello. Todo lo que ese hombre ha construido, ahora se sacrifica y se pierde por nosotros —por todo el país— y él sigue aquí… No se echa atrás; es increíble».
Llamó a los asistentes «valientes patriotas» y dijo que son «la última línea de defensa entre este Estado y la anarquía total».
Pero el presidente Trump también dijo: «Y estoy aquí para decirles que la ayuda está en camino». Prometió empezar a arreglar los problemas de California el Día de la Inauguración de 2025. Para conseguirlo, debe ganar la nominación de su partido y derrotar al candidato demócrata en noviembre de 2024.
Los republicanos están «aislados» en el sur de California
El presidente Trump sugirió que el gobernador de California, Gavin Newsom, se ha convertido en el «principal sustituto» del presidente Biden porque «no cree que Biden vaya a aguantar» el resto de la campaña presidencial de 2024.
En ocasiones, el presidente demócrata se ha mostrado desorientado durante sus apariciones públicas, lo que ha suscitado dudas sobre la aptitud de este hombre de 80 años para ocupar el cargo. Al mismo tiempo, algunos políticos creen que los demócratas podrían plantearse hacer del Sr. Newsom su candidato.
El 29 de septiembre, el presidente Trump tenía una ventaja del 1% sobre el presidente Biden, según RealClearPolitics (RCP).
A principios de este mes, una encuesta de ABC News/Washington Post mostraba que el presidente Trump derrotaba al presidente Biden por 10 puntos porcentuales. Los críticos tacharon esa encuesta de «atípica» y posiblemente inexacta.
Pero el presidente Trump señaló que una segunda encuesta, publicada por el New York Post justo antes de su discurso en el CAGOP, también le daba una ventaja de dos dígitos sobre el presidente Biden.
Durante la convención del Partido Republicano, también hubo discursos de otros tres aspirantes: el gobernador de Florida Ron DeSantis, el senador republicano Tim Scott y el empresario Vivek Ramaswamy.
Esas apariciones dieron a los republicanos «un repentino aumento de relevancia» en un estado donde los republicanos representan menos de una cuarta parte de los votantes registrados, reportó el Sacramento Bee.
«Ningún republicano ha ganado un cargo estatal en California desde 2006», señaló el periódico.
Y ningún candidato presidencial republicano ha ganado California en unas elecciones generales desde 1988, cuando George H. W. Bush derrotó al demócrata Michael Dukakis, según 270towin.com. La victoria electoral del presidente Bush siguió a las victorias consecutivas del presidente republicano Ronald Reagan en 1980 y 1984.
Patricia Ambrose, uno de los asistentes a la convención del condado de Los Ángeles, dijo: «Como republicanos en un estado ‘azul’ [demócrata], nos sentimos tan perdidos y tan aislados». La Sra. Ambrose señaló que el presidente Trump se centró mucho en aspectos concretos que afectan a su estado. Normalmente, hace comentarios más limitados y relevantes para cada lugar. La Sra. Ambrose cree que demostró una gran comprensión de las cuestiones importantes para los californianos.
Las cifras hablan por sí solas
En el ciclo electoral de 2024, el presidente Trump lidera un abarrotado campo del Partido Republicano. Aunque se enfrenta a más de media docena de aspirantes, el presidente Trump atrae al 52% de los votantes republicanos en California y al 57% de los republicanos a nivel nacional, según la media de RCP.
En virtud de un nuevo cambio en las normas del CAGOP, «si un candidato obtiene la mayoría [50% más uno] del total de votos a nivel estatal, dicho candidato recibirá los 169 delegados de California», declaró el GOP estatal en un comunicado del 29 de julio.
Para ganar la nominación del Partido Republicano, un candidato debe conseguir unos 1234 delegados de todo el país, según Ballotpedia.
Algunos expertos afirman que los nuevos debates republicanos son inútiles, teniendo en cuenta los amplios márgenes que separan al presidente Trump de todos sus competidores; se ha saltado los dos debates anteriores de los aspirantes presidenciales del Partido Republicano.
California tiene la mayor asignación de votos electorales del país, 55, lo que supone una quinta parte de los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia tras las elecciones de noviembre de 2024.
Sin embargo, parece improbable que el presidente Trump gane el Estado Dorado en las elecciones generales si se mantienen los patrones del pasado. Perdió el estado por más de 30 puntos tanto en 2016 como en 2020, y está a punto de perderlo frente a Joe Biden por un margen similar, según los encuestadores.
Alrededor del 47% de los votantes registrados son demócratas, mientras que los republicanos y los que no tienen preferencia de partido representan cada uno alrededor del 23%.
¿Victoria?
En el pasado, el presidente Trump preguntó a uno de sus asesores de confianza, la abogada Harmeet Dhillon: «¿Puedo ganar California?».
La Sra. Dhillon, que es delegada republicana, dijo a The Epoch Times: «Todo es posible, y tal como va el estado, creo que vamos a conseguir más votos que en ciclos anteriores. Pero California es un reto».
Residente en San Francisco, la Sra. Dhillon dijo que la delincuencia, los precios de los comestibles y el coste de la vivienda y la educación han aumentado «sin control».
«Así que la marea está cambiando en California hacia una perspectiva más conservadora, y eso da oportunidades a los republicanos», dijo la Sra. Dhillon. «Y aunque no ganemos a nivel presidencial con el cabeza de lista, tener un cabeza de lista fuerte y popular hace que aumente la participación».
La Sra. Dhillon dijo que percibe un creciente apoyo al presidente Trump entre los votantes de minorías y los obreros. La cobertura de los «principales medios de comunicación» tiende a presentar al Partido Republicano como el partido de los hombres blancos, dijo, y añadió: «No es así».
«La gente de todos los credos no quiere que sus hijos sean sometidos a propaganda de izquierda en las escuelas. Estas cuestiones, por separado, están uniendo a un número creciente de estadounidenses en torno al Partido Republicano», afirmó.
Mariam Dagdidian, que abandonó Armenia a los 10 años y obtuvo la nacionalidad estadounidense al cumplir los 18, mostraba orgullosa un salvapantallas de Trump en su teléfono móvil. Es admiradora del expresidente por muchas razones, pero dice que su mayor preocupación es que, «con Biden, todo está patas arriba».
«Los precios de la gasolina y la inflación son altos; y no nos sentimos seguros y no tenemos la seguridad fronteriza», dijo
Evelyn Jones, una mujer hispana de 52 años del condado de Orange, dijo que apoyó al entonces candidato Donald Trump desde el principio de su candidatura en 2015.
«Creo que necesitábamos a alguien que supiera más de negocios, y él me pareció perfecto», dijo, señalando que se graduó de un programa universitario de negocios.
Votó por él en sus dos anteriores campañas presidenciales y tiene intención de volver a hacerlo.
«El presidente Trump ha sido coherente. No se ha rendido desde el primer día. Por eso lo apoyo», dijo.
La Sra. Jones, delegada republicana, procede de El Salvador, país conocido por sus persecuciones políticas. Las acusaciones penales contra el presidente Trump le recuerdan una táctica que se emplearía en la patria de su familia.
Teniendo en cuenta que las primarias de California se trasladaron de junio al 5 de marzo, lo que lo convierte en un estado de primarias anticipadas que ayuda a marcar el tono del resto de la temporada de primarias, la Sra. Jones se alegra de que el expresidente haya venido a California.
Trump puede ser «el único»
Sin embargo, algunos manifestantes ruidosos han causado problemas.
Cuando el entonces candidato Donald Trump habló en la convención de 2016 del CAGOP en Burlingame, a las afueras de San Francisco, a unas 400 millas al norte de Anaheim, los manifestantes rompieron las barreras y se reunieron en el hotel. Para entrar y pronunciar su discurso, el entonces candidato Donald Trump «saltó una valla y entró por la puerta trasera del hotel», reportó entonces CBS News.
Horas después de su discurso del viernes en Anaheim, un numeroso grupo de manifestantes con mascarillas se reunió en una esquina cercana al hotel de la convención el viernes por la noche y gritó obscenidades por un megáfono, lo suficientemente alto como para que los huéspedes del hotel de la planta 15 pudieran oír cánticos vulgares dirigidos al presidente Trump y a la policía.
En cambio, poco después de su discurso, los fans saludaron al expresidente cuando se presentó en la heladería Carvel, cerca de Los Ángeles, reportó RightSide Broadcasting.
Barbara Huntley, de Modesto (California), asistente a la conferencia, declaró a The Epoch Times que espera ver a más gente simpatizando con el presidente Trump. «Las cosas están cambiando. La gente está saliendo. La gente está despertando. La gente está hablando. Todos nos estamos uniendo. Estamos empezando a llegar al público más joven».
Confía en que, a pesar de los obstáculos a los que se enfrenta el presidente Trump, saldrá mejor parado del otro lado. «Trump es el único que puede conseguirlo. No sólo porque es un hombre, sino porque somos todos nosotros, ‘Nosotros el Pueblo'».
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