El presidente electo Donald Trump afirmó el 27 de noviembre que sostuvo una conversación con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, quien acordó impedir «con efecto inmediato» que los inmigrantes ilegales lleguen a la frontera sur.
El miércoles por la noche Trump reveló la conversación que tuvo con Sheinbaum sobre el endurecimiento de la frontera entre Estados Unidos y México y el trabajo para reducir el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.
«Acabo de tener una maravillosa conversación con la nueva Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Ella acordó detener la migración a través de México y hacia los Estados Unidos, cerrando efectivamente nuestra frontera sur», escribió Trump en su primera publicación en la red social Truth Social. «También hablamos sobre cómo detener la entrada masiva de drogas a Estados Unidos y el consumo estadounidense de estas drogas».
Los líderes de ambas naciones conversaron un día después de que Sheinbaum anunciara que buscaría dialogar con Trump tras su reiterada amenaza de imponer un arancel del 25 por ciento a las exportaciones de México y Canadá, argumentando problemas de inmigración ilegal y tráfico de drogas.
Trump declaró en Truth Social: «El 20 de enero, como una de mis primeras Órdenes Ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% sobre TODOS los productos que lleguen a Estados Unidos y sus ridículas fronteras abiertas». Y añadió: «¡Este arancel permanecerá vigente hasta que las drogas, particularmente el fentanilo, y todos los extranjeros ilegales detengan esta invasión a nuestro país!».
En respuesta, Sheinbaum advirtió que trabajaría para imponer un arancel de represalia a las exportaciones estadounidenses. «Un arancel seguirá a otro y así sucesivamente, hasta poner en riesgo nuestros negocios comunes», señaló.
La mandataria sugirió que su administración está dispuesta a ayudar a combatir la epidemia de fentanilo en Estados Unidos. Asimismo, indicó que los cruces fronterizos ilegales disminuyeron y que ya no hay caravanas de inmigrantes cruzando la frontera sur.
Sheinbaum responsabilizó indirectamente a los estadounidenses por consumir las drogas traficadas y a las empresas estadounidenses por fabricar las armas que, según ella, fluyen hacia México y son utilizadas por los cárteles. «No producimos armas, no consumimos drogas sintéticas. Desafortunadamente, tenemos gente que está siendo asesinada por el crimen que responde a la demanda en su país», declaró, señalando que se culpa a empresas chinas de producir los precursores químicos del fentanilo.
El mes pasado, el Departamento de Justicia acusó a ocho empresas chinas por fabricar y distribuir los precursores químicos para producir fentanilo, un potente opioide sintético responsable de decenas de miles de muertes anuales en Estados Unidos.
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