WASHINGTON – A medida que Estados Unidos y México avanzan hacia un acuerdo sobre cómo manejar la inmigración ilegal, México está comenzando a acelerar su frontera sur con Guatemala.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dijo en una conferencia de prensa el 14 de junio que existen 68 puntos a lo largo de los 870 kilómetros de la frontera México-Guatemala que están actualmente sin control.
Durante la conferencia de prensa, un reportero dijo que acababa de pasar tres días viajando entre México y Guatemala sin que se le pidiera documentación. Dijo que caravanas de camiones llenas de migrantes cruzan desde Gracias a Dios, Guatemala, a Comitán, México, todas las noches durante más de un año.
México está formando una nueva fuerza con la Guardia Nacional para el 30 de junio, de la cual AMLO dijo que 6000 soldados serán enviados a la frontera México-Guatemala. La Guardia Nacional estará conformada por miembros de la versión mexicana de la Guardia Costera, la policía federal y el ejército.
El 16 de junio, el Instituto Nacional de Migración dijo que ya se han desplegado 1000 oficiales «en el norte y el sur de México».
Las cifras dadas por las autoridades mexicanas de inmigración muestran que 53.000 personas fueron detenidas por ingresar ilegalmente al país en los primeros cuatro meses de 2019. Las estadísticas muestran que 37.000 fueron devueltas a sus países de origen.
Sin embargo, si Estados Unidos detiene a más de 100.000 inmigrantes ilegales por mes, principalmente de América Central, está claro que la mayor parte de la migración de la frontera sur de México ocurre fuera de los canales legales.
En el área de cruce más transitada, cerca de Tapachula, México, más de 26.800 migrantes fueron detenidos luego de cruzar ilegalmente desde Guatemala en los primeros cuatro meses de 2019. También es el área donde los no centroamericanos tienden a cruzar.
De enero a abril, las autoridades detuvieron a más de 1800 africanos, 554 indios, 393 bangladesíes, 1000 haitianos y casi 2000 cubanos que cruzaron ilegalmente.
«Los disturbios o peleas dentro de estaciones migratorias como la de Siglo XXI en Tapachula, son frecuentes debido a la falta de personal multilingüe y, sobre todo, debido a la sobrepoblación», dijo AMLO el 13 de junio.
Los funcionarios de migración dijeron en noviembre, que el volumen de migrantes que ingresan a México por vía aérea desde Asia y África aumentó en 45 por ciento y 36 por ciento, respectivamente, de 2017 a 2018. Esos migrantes tienden a dirigirse directamente a los Estados Unidos.
Acuerdo con México
Luego de una serie de tweets enviados por Trump, quien tildó a México de «abusador» de los Estados Unidos y amenazó con imponer un aumento de tarifas a menos que México tomara medidas, se llegó a un acuerdo para el control de la migración.
“La gente ha estado diciendo durante años que deberíamos hablar con México. El problema es que México es un ‘abusador’ de los Estados Unidos, que toma pero nunca da. Ha sido así durante décadas», escribió Trump en Twitter el 2 de junio. «O bien detienen la invasión de nuestro país por parte de narcotraficantes, cárteles, traficantes de personas, coyotes e inmigrantes ilegales, que pueden hacer muy fácilmente, o nuestras empresas y trabajos a los que se les ha permitido tontamente mudarse al sur de la frontera, serán devueltos a los Estados Unidos a través de impuestos (aranceles). ¡América se cansó!»
Las amenazas de un arancel del 5 por ciento sobre todos los productos que debía imponerse el 10 de junio, hicieron que funcionarios mexicanos visiten Washington.
Después de tres días de negociaciones, los Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo que ampliaría los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), comúnmente conocida como la política de «Permanecer en México» y brindaría mayor seguridad en la frontera sur de México. Bajo el nuevo acuerdo de MPP, México se encargaría de 1000 solicitantes de asilo a los Estados Unidos por día, en lugar de los 250 que maneja actualmente.
Las tarifas se evitaron, pero permanecen como opción si México no toma acciones dentro de los 45 días, según Trump.
El 17 de junio, la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, dijo que no se proporcionará ayuda externa adicional para Honduras, Guatemala o El Salvador hasta que los países tomen «medidas concretas para reducir la cantidad de inmigrantes ilegales que llegan a la frontera de los Estados Unidos».
«Trabajaremos con el Congreso para reprogramar esos fondos en otras prioridades», dijo Ortagus en una conferencia de prensa.
Se espera que el Congreso vote la próxima semana sobre un paquete de ayuda humanitaria de emergencia por USD 4,5 mil millones que el Departamento de Seguridad Nacional solicitó el 1 de mayo para ayudar a los funcionarios fronterizos a aliviar la crisis en la frontera de EE.UU. con México, ocasionada por un promedio de 4200 inmigrantes ilegales que ingresan a diario.
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