Washington, 10 mar (EFE).- El senador izquierdista estadounidense Bernie Sanders no pudo repetir su victoria de hace cuatro años en Michigan, estado que este martes hundió sus aspiraciones presidenciales y aupó al exvicepresidente Joe Biden como el probable candidato demócrata a la Casa Blanca.
La derrota en Michigan —sumada a las de Misuri y Misisipi también este martes— fue tan severa que Sanders no dio la cara para valorar sus resultados.
Priorities USA, la mayor organización recaudadora de fondos para los demócratas a nivel nacional, anunció que pone su maquinaria al servicio de Biden, al considerar que «las matemáticas ahora son claras» y que las primarias están vistas para sentencia.
Desde el aparato demócrata, voces como la del congresista Jim Clyburn, cuyo apoyo fue vital para la abrumadora victoria de Biden en Carolina del Sur, instó al partido a que intervenga para «acabar con las primarias» y que cancele los debates que vienen.
Recuperar Michigan
Bill Clinton ganó en Michigan en 1992 y 1996, Al Gore lo hizo en el 2000, John Kerry en 2004 y Barack Obama en 2008 y 2012. Los demócratas daban tan por sentado el estado que Hillary Clinton ni siquiera hizo campaña allí en 2016.
Quien sí hizo campaña en Michigan fue Donald Trump, que ganó las elecciones a la Casa Blanca gracias a sus victorias en este estado, así como en Wisconsin y Pensilvania, que también habían votado demócrata al menos desde 1992.
Es por eso que Sanders puso toda la carne en el asador para ganar en Michigan, relativizando las aplastantes victorias de Biden en estados conservadores del sur, donde los demócratas no tienen posibilidades de ganar en las presidenciales.
Pero los resultados, con Biden al 53 por ciento frente al 38 por ciento de Sanders, fueron demoledores para las aspiraciones del senador, que en los últimos días canceló eventos de campaña en otros estados para centrarse en exclusiva en Michigan.
Además de Michigan, el que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) también ganó este martes en Misuri con un 60 por ciento y en Misisipi con el 81 por ciento.
En los otros tres estados convocados a las urnas —Washington, Idaho y Dakota del Norte— aún no se conoce el ganador.
Biden saborea la victoria
Tras los resultados de este martes, Biden lidera el recuento de delegados frente a Sanders 817 a 659, todavía lejos de los 1991 necesarios para erigirse en el candidato del partido durante la convención demócrata de julio, pero con un cómodo colchón sobre el senador izquierdista.
En una comparecencia en Filadelfia, Biden aparcó los ataques de las últimas semanas contra Sanders y entonó un discurso propio del que saborea una victoria.
«Quiero agradecer a Bernie Sanders y a sus seguidores por su incansable energía y pasión. Compartimos un objetivo común, y derrotaremos juntos a Donald Trump», afirmó.
El coronavirus entra en campaña
En caso de que Sanders decida seguir en la contienda, él y Biden están convocados el domingo para un debate cara a cara que tendrá lugar en Phoenix (Arizona), previo a las primarias del próximo martes en Florida, Ohio, Illinois y la misma Arizona.
Será el primer cara a cara entre los dos candidatos tras los diez debates de los últimos meses, en los que participaron las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, el exalcalde Pete Buttigieg y el multimillonario Michael Bloomberg entre muchos otros.
También será el primer debate sin público, dado que el partido decidió tomar precauciones frente a la epidemia de coronavirus, que en Estados Unidos suma ya cerca de 1000 casos y 30 fallecidos.
No será sin embargo la primera intromisión del coronavirus en la campaña, que este martes obligó tanto a Sanders como a Biden a cancelar sus respectivos mítines convocados en Cleveland (Ohio), augurando, quizás, que el final de las primarias demócratas está cerca.
Por Albert Traver.
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