Un miembro de una sinagoga de Michigan presentó una demanda contra los líderes de la ciudad de Ann Arbor y los manifestantes anti-israelíes por las protestas realizadas fuera de la Congregación Beth Israel, que según se informa, han continuado durante 16 años.
En su demanda de 85 páginas, presentada la semana pasada, Marvin Gerber, miembro de la congregación, sostuvo que las manifestaciones son «conductas de acoso», que equivalen a un discurso de odio antisemita y que los manifestantes han sido singularmente provocativos.
Gerber afirmó en su presentación en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Este de Michigan que poner algunas restricciones a los manifestantes no violaría las protecciones de la libertad de expresión. Argumenta que la naturaleza «odiosa» y «antisemita» de las protestas no cumplen con los requisitos de las protecciones de la Primera Enmienda en primer lugar.
«El derecho a la libre expresión de la Primera Enmienda no le da derecho a un orador a usarlo repetidamente para acosar, durante semanas y años, en el mismo lugar», dice la demanda. «La Primera Enmienda (…) está sujeta a las limitaciones apropiadas sobre su uso continuo y repetitivo».
La demanda presentada en nombre de Gerber también busca daños no especificados de los manifestantes y la ciudad por angustia emocional.
«La conducta de los manifestantes está generando un efecto emocional adverso en los niños y jóvenes judíos que, al acercarse a la sinagoga, ven los letreros o carteles que insultan su religión y denuncian su lealtad a Israel», dice la demanda.
Los carteles de los 6 a 12 manifestantes llevan mensajes antisemitas tales como «Resistan el poder judío» y «El poder judío corrompe», según la demanda. Supuestamente se paran en la acera fuera de la sinagoga todas las semanas entre las 9:30 y las 11:30 de la mañana, durante los servicios religiosos del sábado.
En la demanda figuran como acusados el alcalde de Ann Arbor, Christopher Taylor, el manifestante Henry Herskovitz y sus dos organizaciones: Deir Yassin Remembered y Jewish Witnesses for Peace. Los grupos afirman que se fundaron para abogar por los palestinos.
En 2017, el Centro Legal de la Pobreza del Sur etiquetó a Deir Yassin Remembered como un grupo que niega el Holocausto.
Taylor y otros funcionarios de la ciudad señalan que han rechazado enérgicamente las manifestaciones a lo largo de los años, sin embargo, los intentos de intervenir no han tenido éxito debido a las protecciones de la Primera Enmienda, según MLive.
La ciudad ha trabajado en este asunto con el liderazgo de las sinagogas y los feligreses durante años», dijo Taylor. «Reconozco el dolor causado por los manifestantes, y es repugnante. Creemos que hemos actuado de acuerdo con nuestras obligaciones legales».
Al parecer Taylor aún no ha visto la demanda.
Herskovitz, por su parte, ha negado con anterioridad las acusaciones de antisemitismo. El hombre de 73 años le dijo a MLive que «absolutamente» seguirá protestando fuera de la congregación a pesar de la demanda, que según él está «salpicada de inexactitudes».
«Ciertamente hemos recibido muchas quejas en los últimos 16 años», dijo al medio de comunicación en respuesta a la queja.
«No estamos ahí porque ellos sean judíos. Estamos ahí porque son judíos sionistas», dijo, expresando su descontento por el hecho de que la bandera israelí sea exhibida en su santuario y que la sinagoga rece por el estado de Israel.
Añadió que las protestas son «vigilias pacíficas» y no le impiden a nadie entrar en la Congregación de Beth Israel.
«La mayor parte del tiempo estamos en silencio», dijo. «Estamos respetando la ley hasta el último grado».
Associated Press contribuyó con este informe.
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