Una niña migrante de 7 años que cruzó a los Estados Unidos desde México, murió de deshidratación y entró en shock poco después de ser detenida por agentes del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo que la niña fue encontrada en Lordsburg, Nuevo México, el 6 de diciembre con un grupo grande de centroamericanos que entraron a Estados Unidos.
La niña comenzó a tener convulsiones mientras estaba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza y un paramédico de la Patrulla intervino y determinó que tenía fiebre alta, con una temperatura de 40.9 grados centígrados.
Se llamó a un servicio de emergencias médicas y la niña fue trasladada en avión a un hospital de El Paso y sufrió un ataque cardíaco.
Fue revivida pero no se recuperó y murió al día siguiente de sufrir el ataque al corazón, dijo el departamento en un comunicado.
Los oficiales dijeron que viajar al norte es extremadamente peligroso.
«Cada año la Patrulla Fronteriza salva a cientos de personas que pueden superar los elementos entre nuestros puertos de entrada. Desafortunadamente, a pesar de nuestros mejores esfuerzos y los mejores esfuerzos del equipo médico que trató a la niña, no pudimos detener esta tragedia», dijo el departamento en la declaración. «Una vez más, rogamos a los padres que no se pongan a sí mismos o a sus hijos en peligro al intentar entrar ilegalmente.»
«Nuestras más sinceras condolencias a la familia de la niña», añadió el departamento.
Se planificó una autopsia y se inició una investigación interna para determinar si los agentes siguieron los procedimientos adecuados, pero las autoridades dijeron que los agentes habían brindado atención médica una vez que se dieron cuenta de la condición de la niña.
No estaba claro si la niña formaba parte de las caravanas de migrantes que están entrando principalmente a California.
Mujer empalada, vértebras rotas
Cruzar a los Estados Unidos puede ser peligroso incluso si los migrantes logran atravesar México, donde deben superar la violencia de los cárteles y otros peligros.
A finales de noviembre, una madre migrante de Guatemala quedó empalada después de caer de una parte de la valla fronteriza.
La mujer, que no fue identificada, fue hospitalizada con lesiones que no ponen en peligro su vida, mientras que sus hijos fueron revisados por «posibles traumas de caídas», dijo Aduanas y Protección Fronteriza.
El 10 de diciembre, dos adolescentes guatemaltecos, entre ellos una joven de 17 años que viajaba sin sus padres, se cayeron del muro fronterizo y sufrieron heridas graves.
Una niña de 14 años que cruzaba a los Estados Unidos con su madre se cayó y se rompió varias vértebras.
«El único método legal y seguro para entrar a Estados Unidos es a través de un puerto de entrada designado», dijo Carl Landrum, jefe interino de la patrulla del sector de Yuma, en una declaración.
«Las personas que entran ilegalmente a nuestro país, en lugares distintos a los puertos de entrada designados, se ponen a sí mismas y a sus familias en situaciones peligrosas que podrían resultar en lesiones significativas o incluso la muerte».
La adolescente más joven fue llevada al Centro Médico Regional de Yuma y luego trasladada en avión a un hospital en Phoenix.
Unos 100.000 inmigrantes ilegales han sido detenidos después de cruzar a Estados Unidos solo en octubre y noviembre, cuando el país atraviesa una crisis fronteriza.
Durante el año fiscal 2017, que terminó después de septiembre, casi 400.000 personas fueron detenidas a lo largo de la frontera suroeste después de cruzar ilegalmente, con un promedio de casi 1100 por día. Otros 124.500 llegaron a los puertos de entrada sin documentación.
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