Los miles de migrantes y refugiados que desde hace más de dos semanas acampan en la frontera turcogriega, atraídos por el bulo de que la Unión Europea abriría sus fronteras, han empezado a abandonar la zona, confirmaron este lunes fuentes de la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
«En los últimos días, varios cientos de migrantes han abandonado el área fronteriza. Miles continúan en la zona y probablemente se quedarán para esperar el resultado del próximo encuentro entre dirigentes de Turquía y la Unión Europea, previsto para este mes», señalaron representantes de la OIM a Efe.
Para mañana mismo, martes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, celebrará una cumbre con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, si bien en lugar de un encuentro físico en Estambul, como estaba previsto inicialmente, será una teleconferencia para evitar riesgos de contagio por el coronavirus.
Erdogan anunció a finales de febrero que abría sus fronteras para que los migrantes se fueran a la UE, pero Grecia ha impedido las entradas por su frontera terrestre y ha acusado a Ankara de usar a personas desesperadas para chantajear al bloque comunitario.
Testigos en la zona fronteriza, consultados por Efe, han indicado que si bien todavía existe el campamento en el paso fronterizo de Pazarkule, no hay prácticamente indicios de refugiados a lo largo del río Evros, que marca la frontera entre Turquía y Grecia al sur de la ciudad de Edirne.
En la propia Edirne no se ven migrantes, y la policía mantiene vetado el acceso a la prensa a la zona fronteriza, al tiempo que impone severas restricciones para la entrada y salida de la zona a quienes se hallan en el campamento de Pazarkule.
En los últimos días, numerosos migrantes que llevaban muchos días en la zona intentando cruzar han regresado en autobús a Estambul u otras ciudades turcas, donde muchos de ellos, sobre todo en el caso de los sirios, llevaban residiendo desde hace años.
Fuentes de la policía griega han indicado este lunes a Efe que en los últimos dos días no ha habido detenciones y apenas se han registrado enfrentamientos o intentos de entrar a Grecia.
El 4 de marzo, las autoridades de Edirne confirmaron el fallecimiento de un migrante en Pazarkule por disparos «supuestamente» desde el lado griego, y dos días antes se supo de un joven sirio muerto en similares circunstancias en la zona de Enez, casi 150 kilómetros más al sur, si bien el Gobierno turco no ha ofrecido detalles
Sobre el tercer muerto no hay dato alguno, excepto si hace referencia a un niño ahogado el 2 de marzo en el naufragio de una lancha que intentaba alcanzar Lesbos.
Grecia ha negado tajantemente que sus fuerzas hayan causado la muerte de migrantes en la zona.
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