El CEO de MyPillow, Mike Lindell, estaba recogiendo su pedido en un autoservicio de comida rápida cuando tres autos conducidos por agentes federales lo bloquearon.
Era el 13 de septiembre por la tarde en Mankato, Minnesota. Lindell y un amigo estaban a la mitad del camino de regreso de un viaje de cacería de patos en Iowa.
Un carro se detuvo perpendicularmente frente a su carro, mientras que el segundo se detuvo al costado; y luego un tercero apareció por detrás, acorralando el auto de Lindell.
Lindell sacó su cabeza por la ventana del auto, y preguntó: «¿Quienes son ustedes?».
Los agentes se identificaron como el FBI. “Solo queremos hablar con usted”, dijeron, según contó Lindell en una entrevista con The Epoch Times.
Según Lindell, el FBI lo tuvo en el blanco por haber hecho afirmaciones sobre fraude electoral, y luego incautaron su celular a pesar de sus fuertes protestas.
En lo que pudo haber durado entre 30 a 45 minutos, la comida de Lindell se enfrió y su helado de malta se derritió mientras los agentes del FBI cuestionaron su evidencia que respalda las acusaciones sobre fraude electoral. Entre otras líneas de interrogatorio, hubo preguntas sobre el vínculo de Lindell con la secretaria del condado Colorado Mesa, Tina Peters, la supervisora electoral local que conoció en un simposio cibernético que él organizó en agosto pasado. Peters enfrenta cargos relacionados con la violación de los protocolos de seguridad de los sistemas de votación de su condado, de los cuales se declaró inocente la semana pasada.
Luego le preguntaron sobre su reunión con el profesor de matemáticas de Ohio, Douglas Frank, quien también cree que los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 fueron manipulados, y sobre los frecuentes viajes aéreos de Lindell.
“Bueno, le tengo malas noticias: Vamos a quitarle el celular”, recordó Lindell que le dijeron los agentes.
«No, no lo harán, prefiero que me arresten, no voy a darles mi teléfono», le respondió al FBI. Al no tener computadora, dijo que su teléfono es un dispositivo esencial para administrar sus cinco negocios.
“Ellos quieren que la gente tenga miedo de hablar con Mike Lindell”, dijo a The Epoch Times el miércoles, señalando que cedió y entregó su teléfono tras consultar con su abogado.
“Es posible que le quiten su teléfono en un restaurante de autoservicio, es posible que el FBI le destroce la puerta”, dijo Lindell, señalando la serie de citaciones del FBI a aliados del expresidente Donald Trump que se reportaron en las últimas semanas.
Si bien Lindell inicialmente pensó que el FBI estaba interesado en él como parte de la investigación de la Cámara sobre la irrupción del 6 de enero en el Capitolio, los agentes le dijeron que su nombre aparecía en dos casos separados.
El FBI rechazó su solicitud de Lindell de hacer una copia de seguridad de su teléfono. “Eso fue algo que realmente me molestó”, dijo, ya que la última copia de seguridad fue de un par de semanas antes.
El CEO de MyPillow dijo que las recientes acciones del FBI no lo disuadirán de sus iniciativas legales.
“El gobierno usó al FBI como un arma, tratando de asustarme, tratando de asustar a otras personas, pero no cambió nada”, dijo. “Esta es la Gestapo en la Alemania nazi. Esto es a lo que nos enfrentamos».
«Esto no me afecta», agregó. «No voy a dejar de ver lo que he visto».
En cuanto a su teléfono, Lindell confía en que el FBI se dará cuenta de que «no hay nada allí».
“Yo hago todo por llamadas, rara vez envío mensajes de texto, y nunca envío emails”, dijo. «Entonces, sea lo que sea que estén buscando, van a tener una búsqueda inútil».
El abogado de Lindell está trabajando para recuperar el teléfono de su cliente, mientras tanto, Lindell dijo que ya pasó la página.
«Ni siquiera estoy pensando en eso. Estoy pensando en lo que tengo que hacer mañana, el día siguiente, y el día siguiente”, dijo. “Tengo tres grandes discursos esta semana: Uno en Omaha, Nebraska, uno en Idaho, y luego con el presidente, nuestro verdadero presidente, en Ohio”, dijo el CEO de MyPillow refiriéndose a Trump. La incautación del teléfono le ha dado la oportunidad de decirle a la gente que sin integridad electoral, «perdemos nuestro país».
La portavoz del FBI, Vikki Migoya, confirmó que «el FBI estaba en dicho lugar ejecutando una orden de allanamiento autorizada por un juez federal», pero no hizo comentarios sobre los detalles del caso.
Migoya dijo a The Epoch Times que un allanamiento del FBI “no necesariamente resulta en la apertura de una investigación completa”.
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