Más de 1100 científicos y profesionales de todo el mundo firmaron una Declaración Mundial sobre el Clima (WCD) que establece que no existe una emergencia climática.
La fundación independiente Climate Intelligence (CLINTEL) publicó el 27 de junio de 2022 un resumen de una página y hasta el 23 de agosto había obtenido un total de 1152 firmas en 15 países.
“La ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas. Los científicos deberían abordar abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre el calentamiento global».
Al mismo tiempo, “los políticos deben contabilizar desapasionadamente los costos reales así como los beneficios imaginarios de sus medidas políticas”, afirma la declaración.
CLINTEL fue fundada en 2019 por el profesor emérito de geofísica, Guus Berkhout, y el periodista científico, Marcel Crok, para promover el conocimiento y la comprensión del cambio climático en la formulación de políticas climáticas.
Crok dijo que el proyecto de la Declaración Mundial sobre el Clima (WCD) comenzó en 2019 y el poder está en su mensaje, conciso y accesible.
Conservador en sus declaraciones, “el mensaje es claro y llano: no hay emergencia climática. Muy importante: esto es cierto incluso si usted acepta que el CO2 es el principal impulsor del cambio climático actual”, dijo Crok a The Epoch Times en un correo electrónico.
“Nosotros simplemente afirmamos que toda la evidencia hasta el momento indica que el aumento de CO2 y el aumento de la temperatura no [son] dañinos para nosotros ni para la naturaleza y, por lo tanto, la histeria climática que rodea el tema es totalmente injustificada [y] que la ‘cura’ —deshacerse de los combustibles fósiles lo antes posible y reemplazarlos con energías renovables— probablemente será peor que la ‘enfermedad’ [cambio climático]”, indicó a continuación.
Crok añadió que el documento de CLINTEL ha recibido un rechazo significativo por parte de los activistas climáticos.
La organización envió muchas cartas abiertas a organizaciones como el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial solicitando una reunión de alto nivel con científicos de CLINTEL.
“Nosotros normalmente ni siquiera recibimos una respuesta cortés”, dijo Crok. «A los activistas no les gusta nuestra WCD (Declaración Mundial sobre el Clima) por la sencilla razón de que siempre afirman que hay un 97 por ciento, o un 99 por ciento, o un 99.9 por ciento de consenso».
“Entonces, ellos tienen dos formas generales de atacar a la WCD. Dicen que solo unos pocos [firmantes] son científicos climáticos activos y muchos están jubilados. Ambos son ciertos y muy comprensibles».
Según Crok, si un científico climático activo que depende del dinero del gobierno firma la Declaración Mundial sobre el Clima, existe el riesgo de que lo despidan.
“Sin embargo, nosotros tenemos algunos bastante valientes como para hablar, pero eso significa que tendrán que enfrentar muchas críticas e intentos de desacreditarlo”.
Los enfrentamientos directos con los activistas son raros, dijo Crok.
“Ellos simplemente dominan los medios y si sienten que nuestra Declaración Mundial sobre el Clima tiene algún impacto, se encargarán de que se desacredite en los medios y en las redes sociales”.
En las últimas semanas, CLINTEL recibió una mayor atención y nuevos signatarios, muchos de los cuales han trabajado en la academia.
La Declaración Mundial sobre el Clima concluye que la ciencia del cambio climático está lejos de estar resuelta y que el archivo geológico muestra que el clima de la Tierra ha estado cambiando desde que el planeta existe.
“Por lo tanto, no sorprende que ahora estemos experimentando un período de calentamiento. Los factores naturales y antropogénicos causan el calentamiento. El mundo se ha calentado significativamente menos de lo previsto [basado en] el forzamiento antropogénico modelado”, afirma la WCD.
«La brecha entre el mundo real y el mundo modelado nos dice que estamos lejos de comprender el cambio climático».
La Declaración Mundial sobre el Clima afirma que los modelos climáticos tienen “muchas deficiencias” y son herramientas políticas insatisfactorias.
“Ellos no solo exageran el efecto de los gases de efecto invernadero, [sino que] también ignoran que enriquecer la atmósfera con CO2 es beneficioso. El CO2 no es un contaminante. Es esencial para toda la vida en la Tierra. Más CO2 es favorable para la naturaleza, reverdeciendo nuestro planeta.
“El CO2 adicional en el aire ha promovido el crecimiento de la biomasa vegetal global. También es rentable para la agricultura, aumentando los rendimientos de los cultivos en todo el mundo».
La empresa con sede en Texas Navigator Heartland Greenway anunció recientemente planes para construir una red de captura de carbono en cinco estados del Medio Oeste de EE. UU. para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La empresa celebró reuniones públicas sobre posibles tomas de terrenos para dar paso al proyecto a principios de este año.
El oleoducto Heartland Greenway propuesto abarcaría 1300 millas a través de Dakota del Sur, Minnesota, Nebraska, Iowa e Illinois, hasta casi 20 puntos receptores. El CO2 se convertiría en forma líquida y se enterraría bajo tierra.
“El CO2 es el alimento vegetal, la base de toda la vida en la Tierra”, afirma la declaración. “No hay evidencia estadística de que el calentamiento global esté intensificando huracanes, inundaciones, sequías y desastres naturales similares o haciéndolos más frecuentes. Sin embargo, existe amplia evidencia de que las medidas de mitigación de CO2 son tan dañinas como costosas.
“No hay emergencia climática. Por lo tanto, no hay motivo para el pánico y la alarma. Nos oponemos firmemente a la política dañina y poco realista de cero emisiones netas de CO2 propuesta para 2050”.
La declaración aconseja a los líderes europeos que la política climática debe “respetar las realidades científicas y económicas”.
“Creer en el resultado de un modelo climático es creer en lo que han puesto los creadores del modelo. Este es precisamente el problema de la discusión climática actual en la que los modelos climáticos son centrales.
“La ciencia del clima ha degenerado en una discusión basada en creencias, no en una ciencia sólida y autocrítica. ¿No deberíamos liberarnos de la ingenua creencia en modelos climáticos inmaduros?”, señala la Declaración Mundial sobre el Clima.
Crok dijo que el objetivo principal del documento es dejar en claro que incluso si uno acepta la mayoría de las afirmaciones del IPCC, aún puede concluir que no hay una emergencia climática. En este sentido, nuestra WCD no debería ser controvertida”.
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