Cerca de 13.500 inmigrantes que obtuvieron el estatus de asilo en Estados Unidos antes de diciembre de 2012 –la mayoría de ellos chinos– ahora enfrentan una posible deportación porque pueden haber mentido en sus solicitudes de asilo.
Los funcionarios de inmigración de Estados Unidos están revisando alrededor de 3500 casos de asilo y 10.000 casos de «estado de asilo derivado» que involucran a familiares de asilados, según un informe del 28 de septiembre de la National Public Radio.
Una persona a la que se le ha otorgado el estado de asilo puede solicitar a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) que sus familiares se queden legalmente en los Estados Unidos con un estado de asilo derivado. Este estado no caduca, siempre que no haya cambios en las circunstancias del asilado.
Los casos de asilo están siendo revisados porque fueron manejados por personas condenadas durante la Operación Fiction Writer, una investigación de 2012 realizada por fiscales federales en Nueva York que atrapó a 30 abogados de inmigración, asistentes jurídicos e intérpretes, sospechosos de cometer fraude de inmigración. Los fiscales federales dijeron que ayudaron a inmigrantes en Flushing y el barrio chino de Manhattan a obtener el estatus de asilo con historias falsas de persecución en China.
Katherine Tichacek, portavoz de USCIS, dijo en una declaración escrita el 28 de septiembre: “USCIS, la Oficina del Asesor Legal Principal del Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE) y la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración están revisando estos casos para mantener la integridad del sistema de asilo de nuestra nación y para garantizar que la concesión de asilo original se obtuvo legítimamente».
Los detalles sobre cómo se podrían falsificar las solicitudes de asilo fueron expuestos en la historia de NPR. Un hombre chino, que pidió ser identificado como Lawrence, fue uno de los atrapados durante la Operación Fiction Writer. Cooperó con el FBI durante la investigación de 2012 para obtener evidencia incriminatoria contra abogados de inmigración fraudulentos entre 2011 y 2014.
Lawrence, un inmigrante que llegó a la ciudad de Nueva York en 2005, dijo que mientras trabajó para un abogado llamado Ken Giles desde 2007, logró aprender «las idas y venidas del negocio del fraude de asilo». Un año más tarde, comenzó a trabajar para otra firma dirigida por una mujer llamada Liu Fengling.
En la firma de Liu, Lawrence escribía historias: su trabajo consistía en crear historias falsas sobre el sufrimiento que habían experimentado los clientes de la firma. Por lo general, las historias afirmaban que el régimen chino perseguía al cliente por motivos religiosos o políticos, o que era víctima de las políticas de planificación familiar de China.
Antes de que Beijing relajara en 2016 su política de un solo hijo, las mujeres con un embarazo «no aprobado» debían pagar una multa para mantener a su hijo o eran sometidas a abortos forzados. La brutalidad de la política del régimen tal vez se expone de manera más impactante en un caso de 2013, en el que las autoridades locales de la provincia de Hunan indujeron el parto de una mujer en el séptimo mes de embarazo y posteriormente mataron al bebé. Según informes, la mujer quedó traumatizada por el incidente.
Lawrence estima que escribió entre 500 y 600 historias falsas mientras trabajaba para Liu. Incluso presentó una guía de estudio, incluyendo los perfiles de los oficiales de asilo que los empleados de la empresa habían compilado con información sobre las preguntas y respuestas que cada oficial prefería hacer durante las entrevistas de solicitud de asilo.
En 2014 Liu fue juzgada y declarada culpable de conspiración para cometer fraude de inmigración. Giles fue condenado a dos años de prisión después de declararse culpable de conspiración. Lawrence fue condenado a solo seis meses de libertad condicional debido a su cooperación con el FBI.
Falun Dafa
Según NPR, los inmigrantes chinos son la nacionalidad que más ha recibido estatus de asilo. Por ejemplo, en 2016 se concedió asilo a 20.455 personas: un 22 por ciento a inmigrantes chinos, seguido por salvadoreños con un 10 por ciento y guatemaltecos con un 9 por ciento.
Debido a que los solicitantes de asilo deben demostrar que son víctimas de persecución por parte de los gobiernos de su país de origen, muchos inmigrantes ilegales chinos inventan historias de ser perseguidos por participar en el activismo democrático en China o por motivos religiosos, como ser cristianos o practicantes de Falun Dafa.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una antigua disciplina espiritual que se hizo muy popular en China en la década de 1990. Se basa en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia e incluye unos ejercicios lentos y de meditación. Inicialmente, el Partido Comunista Chino demostró su apoyo a la disciplina, pero después de que Falun Dafa creció en popularidad —a más de 100 millones de practicantes, según estimaciones oficiales—, el entonces cabecilla del Partido, Jiang Zemin, lanzó una persecución en todo el país al considerar que la popularidad de Falun Dafa era una amenaza para su régimen.
Desde julio de 1999, constantemente hay cientos de miles de seguidores de Falun Dafa encarcelados o detenidos en centros de lavado de cerebro y campos de trabajo forzado, en un intento por obligarlos a renunciar a sus creencias, según el Centro de Información de Falun Dafa.
Desde entonces, muchos practicantes de Falun Dafa en China continental han escapado a otros países en busca de asilo para evitar la persecución; aún hoy los practicantes siguen siendo arrestados arbitrariamente por admitir que practican su fe o por difundir información al público sobre la persecución. Sin embargo, han habido muchos ejemplos de inmigrantes ilegales chinos simulando ser seguidores de Falun Dafa –tomándose fotos en eventos públicos organizados por los practicantes o memorizando textos de sus enseñanzas, por ejemplo– en un intento por obtener asilo en otros países.
Falsos practicantes de Falun Dafa han sido expuestos en Corea del Sur, por ejemplo. Según un informe publicado en abril de 2017 en la edición en chino de La Gran Época, dos ciudadanos chinos que viajaron a la isla de Jeju en Corea del Sur bajo un programa de exención de visa, decidieron solicitar asilo allí. Cuando viajaron a otra ciudad surcoreana en violación a las reglas de solicitud de asilo, fueron arrestados por la policía local, momento en el que las autoridades descubrieron que ambos habían mentido acerca de ser practicantes de Falun Dafa en sus solicitudes.
Los dos habían pagado 5 millones de won surcoreanos (unos USD 4464) a un «intermediario» que los ayudó a justificar en sus solicitudes que eran practicantes de Falun Dafa víctimas de la persecución.
***
A continuación
Memorias de un esclavo del comunismo
Una historia de tragedia, fe y resistencia frente al totalitarismo brutal. Memorias de un esclavo del comunismo es el viaje de un hombre que busca revelar lo que cree que lo ha mantenido a él y a su pueblo como rehenes durante demasiado tiempo.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.