SAN DIEGO, Calif.—Los residentes de San Diego, Michael y Jeanne McKinney, son ambos conservadores acérrimos, y ambos sienten que tienen «mucho en juego» para salvar a Estados Unidos de las políticas de la extrema izquierda.
«Tenemos familia. Tenemos nietos. Realmente nos preocupamos por Estados Unidos», dijo Jeanne. «Hay tantos conservadores en San Diego y California».
El 11 y 12 de marzo, alrededor de 3000 conservadores se reunieron en la Iglesia Awaken en San Diego, donde los ponentes principales describieron un nuevo curso para Estados Unidos basado en los principios cristianos conservadores.
«Me gusta apoyar a todos con el cambio hacia el que esperamos avanzar. Necesitamos un cambio rápido en este país», dijo Michael McKinney, exmarine, a The Epoch Times.
“Tenemos que volver a la Constitución. Y lo que realmente me molesta es la Corte Suprema, [que] ni siquiera se acerca a lo que trata la Constitución. Me molesta muchísimo lo que está pasando en este país”, agregó.
El evento de dos días en San Diego fue la siguiente parada en el «Reawaken America Tour» de Clay Clark, un mitin de costa a costa con conocidos presentadores a favor de la libertad como el Dr. Mark Sherwood, el abogado Leigh Dundas, Clark Clark, el Dr. Lee Merritt, el fiscal general de Texas Ken Paxton, Eric Trump y el teniente general retirado Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional de EE. UU. del presidente Donald Trump, así como decenas de personas más.
Se establecieron varias zonas de acceso para que los asistentes, con las entradas agotadas, pudieran ver la acción por circuito cerrado de televisión y compartir el enérgico espíritu similar al de una reunión religiosa de reencuentro.
«Vinimos a verlos a todos, pero amamos al general Flynn», dijo Susan Meyer de California, quien alentó a los estadounidenses a «defender nuestra libertad, nuestros derechos: todos unidos bajo Dios, como se supone que debemos hacerlo, y amándonos unos al otros. Somos gente hermosa y nos han enseñado a odiar toda nuestra vida».
En opinión de Meyer, «Estamos literalmente luchando por nuestro país y luchando por nuestras libertades».
“Quiero ver el cambio en el que tengamos un gobierno más pequeño, vivamos de acuerdo con nuestra Constitución para protegernos y tengamos la unidad, no los partidos. Todos somos patriotas; Gente que ama a Dios”, dijo a The Epoch Times.
Su amiga, Darlene McCint del condado de Orange, dijo que espera una victoria republicana limpia en el Congreso en las elecciones de mitad de período de 2022.
“Creo que vamos a darles la vuelta. Creo que los republicanos van a tomar el control de la Cámara y el Senado”, dijo a The Epoch Times. «La gente es miserable ahora. Liberales y demócratas. Yo prefiero decir que soy conservadora».
Meyer dijo que está preocupada por la trayectoria descendente que ha llevado el país, tanto a nivel nacional como en el extranjero.
Semanas antes de que el precio de la gasolina regular alcanzara los USD 6.39 por galón en California la semana pasada, dijo Meyer, estaba llenando los tanques de gasolina a dos tercios del costo.
«Echarle la culpa a Rusia—no. Cuando se detiene la producción [de petróleo] en el propio país, se puede esperar que aumente. Y no hay un final a la vista», dijo. «Espero que los precios de la gasolina se dupliquen con respecto a los actuales; me estoy preparando para comprar un caballo», bromeó.
Meyer dijo que ve la guerra en Ucrania como otro punto crítico para Estados Unidos, aunque no espera una guerra «a gran escala» con Rusia.
«Espero que la gente empiece a orar; todo esto está en las manos de Dios. La gente en nuestro gobierno es culpable de muchas cosas. Una vez que la gente se dé cuenta, [los políticos] se irán. Dios se va a encargar de esta gente malvada», dijo Meyer.
Gail Kimura de Chicago y Stevie Strang de California expresaron su optimismo de que las cosas pueden mejorar y mejorarán bajo un liderazgo conservador.
«El progreso consiste en [saber] ¿dónde está el fraude electoral? ¿Termina pronto? ¿Cuándo termina?», dijo Strang.
«Hay mucha gente que todavía usa mascarillas y todavía tiene miedo. Todavía hay mucho COVID allí», dijo Kimura a The Epoch Times.
«Estamos esperando a Trump. Necesitamos la ayuda», dijo Strang. «Por supuesto», agregó Kimura. «Mira lo que hizo por el país. Y podría hacer mucho más».
Apryll Held del condado de Orange y Sherry Schmidt de Bozeman, Montana, dijeron que eventos políticos impulsores como «Reawaken America» ayudan a educar a las personas sobre el patriotismo y los valores conservadores.
«Estados Unidos es un país bueno [y] amoroso», dijo Schmidt. “Estoy harta de la narrativa de que somos malvados. Estoy luchando por mis hijos y su futuro. Quiero que vean que vale la pena luchar por este país”.
Held dijo que el evento fue para ella una «manera de involucrarse y elevar nuestro espíritu».
«Sigue el dinero. Solo hay que indagar un poco más fuera de los medios de comunicación convencionales», dijo Schmidt.
Para Held, «Reawaken America» demostró ser más que una retórica y un simbolismo apasionados, sino una forma de alentar a las personas a «tomar medidas».
“Y educa a las personas para que luego hablen con otras personas”, dijo.
Rena Malkah de Florida dijo que dejó su Canadá natal definitivamente en septiembre pasado, dos meses antes de que entrara en vigor el mandato de vacunación contra el COVID-19 en todo el país.
«Escapé. Me siento como si hubiera escapado de detrás de la Cortina de Hierro”, dijo Malkah. «Fui a Florida porque ya tenía una casa allí. Así que tenía un lugar al que ir. He estado luchando por la libertad todo el tiempo”.
«Somos muchos que no queremos usar una mascarilla o vacunarnos porque estamos informados sobre lo que contiene esa vacuna. No se permite decir la verdad. Todo es propaganda y censura», dijo Malkah a The Epoch Times.
El 30 de noviembre de 2021, Canadá se convirtió en «el único país del mundo del que no se puede salir”, dijo.
«Si no está vacunado, no se le permite subir a un barco, avión o tren. Es el único otro país del que no puedes irte, aparte de Cuba. Mi padre fue un sobreviviente de Auschwitz. En Canadá, así como en Estados Unidos, están construyendo campos», dijo Malkah.
«Me petrifica la idea de que me lleven a un campo. Me escapé de Canadá porque quería tener libertad. Este año voy a cumplir 70 años. Quiero vivir como un ser humano normal, como he vivido los primeros 69 años de mi vida», dijo.
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