Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos el martes por la noche a pesar de los toques de queda establecidos por las autoridades, que luchan por sofocar la violencia y los disturbios que han empañado en gran medida las protestas pacíficas por la muerte de George Floyd.
En la ciudad de Nueva York, los manifestantes permanecieron en las calles horas después del toque de queda de las 20.00 horas establecido por el alcalde Bill de Blasio, establecido en un intento por frenar la posible violencia, los incendios, los saqueos y los enfrentamientos con la policía visto que las protestas y manifestaciones en todo el territorio de los Estados Unidos continuaron por octava noche consecutiva.
Los policías no detuvieron inicialmente a los grupos de miles de manifestantes cuando pasaron por negocios cerrados en partes de Manhattan y Brooklyn después del toque de queda. Sin embargo, eventualmente detuvieron a algunas personas que violaban la orden. Partes de la West Side Highway en el bajo Manhattan fueron bloqueadas para evitar el acceso de los manifestantes.
Los disturbios, la violencia y los saqueos generalizados que han acompañado a las protestas, por lo demás pacíficas, por la muerte de Floyd, de 46 años de edad, han sido condenados públicamente por los legisladores. El lunes por la noche cinco policías de dos ciudades fueron alcanzados por disparos.
El agente de policía de Minneapolis Derek Chauvin —que fue visto en imágenes arrodillado sobre el cuello de Floyd mientras éste último decía que no podía respirar, y que finalmente dejó de responder— fue acusado el viernes de asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado. Chauvin y otros tres policías involucrados en el arresto de Floyd fueron despedidos.
«Algo tiene que romperse, y no vamos a ser nosotros», dijo el manifestante Evan Kutcher el martes por la noche en el exterior del Barclays Center. «Estamos aquí porque algo tiene que cambiar».
El martes por la noche continuaron las manifestaciones y marchas (en gran parte pacíficas) en Los Ángeles, donde se ha producido un aumento de los disturbios violentos en los últimos días, lo que ha llevado al gobernador de California, Gavin Newsom, a declarar el estado de emergencia en el Condado de Los Ángeles y a desplegar el domingo la Guardia Nacional estatal para ayudar en la respuesta a las manifestaciones.
Cientos de manifestantes salieron a las calles del Hollywood Boulevard y marcharon frente a famosos lugares de interés del centro cinematográfico, mientras que otros realizaron protestas frente a la sede del Departamento de Policía de Los Ángeles. Se vio a algunas personas estrechando las manos de los policías que hacían cola fuera del edificio.
Mientras tanto, en Washington se celebraron manifestaciones pacíficas el martes por la noche en las afueras del Parque Lafayette, cerca de la Casa Blanca. Grupos de personas coreaban lemas junto a la fila de policías y soldados con equipo antidisturbios, y cambiaron etiquetas pintadas con aerosol por tizas de colores para niños en las calles, escribiendo consignas de «Black Lives Matter» en el asfalto frente a la iglesia de St. John.
Intentando sofocar la violencia en todo el país, el hermano de Floyd hizo una apasionada petición de paz el lunes, diciendo que la destrucción «no va a traer a mi hermano de vuelta en absoluto».
Según la familia de Floyd, los resultados de una segunda autopsia independiente que encargaron dijeron que «la presión sostenida en el lado derecho de la arteria carótida de Floyd impidió el flujo de sangre al cerebro, y el peso sobre su espalda impidió su capacidad de respirar».
La autopsia independiente fue realizada por el famoso patólogo forense Michael Baden, que fue contratado por el hermano del deshonrado financiero Jeffrey Epstein para observar la autopsia de Epstein tras su muerte en una cárcel el año pasado.
El presidente Donald Trump advirtió el lunes que desplegará personal militar junto con otros recursos federales para detener los violentos disturbios en Washington, y recomendó encarecidamente que los gobernadores desplegaran la Guardia Nacional en sus estados.
«Nunca debemos ceder a la ira o al odio. Si reina la malicia o la violencia, entonces ninguno de nosotros es libre», dijo, calificando la violencia en la capital de la nación el 31 de mayo como una «desgracia».
La secretaria de prensa Kayleigh McEnany añadió que la Casa Blanca establecerá un «centro de comando central» para supervisar la respuesta federal a los disturbios, y que el secretario de Defensa Mark Esper, el fiscal general William Barr y el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, participarán en su creación.
La naturaleza generalizada de los disturbios ha planteado dudas sobre si los eventos han sido coordinados. Docenas de videoclips revelan un patrón de tácticas similares empleadas por los extremistas violentos, muchos de los cuales parecen estar afiliados a Antifa, el grupo anarquista-comunista extremista que, según el presidente, será designado como grupo terrorista por su administración.
«Quiero que los organizadores de este terror sepan que se enfrentarán a severas penas criminales y largas sentencias en la cárcel. Esto incluye a Antifa y a otros, que son los principales instigadores de esta violencia», dijo Trump la semana pasada.
Ivan Pentchoukov, Jack Phillips, The Associated Press y Reuters contribuyeron a la elaboración de este artículo.
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