TAIPEI, Taiwán — Aproximadamente 3000 personas participaron en una marcha en el centro de Taipei, el 25 de octubre por la tarde, expresando su apoyo a 12 habitantes de Hong Kong que han estado detenidos por las autoridades de China continental durante más de 2 meses.
Entre los participantes se encontraba una pareja de Hong Kong de apellido Wong y sus dos hijos.
La Sra. Wong le dijo a The Epoch Times que su familia se mudó a Taiwán, el año pasado, debido a la inestabilidad social en Hong Kong luego de las protestas masivas a favor de la democracia. Ella cree que los 12 hongkoneses deberían ser enviados de regreso a Hong Kong, en lugar de ser juzgados en un tribunal chino.
Los 12 detenidos, de entre 16 y 33 años, fueron arrestados en el mar por las autoridades de China continental el 23 de agosto después de que partieron de Hong Kong en un bote, supuestamente tratando de escapar a Taiwán para solicitar asilo político.
Wong agregó que Beijing ha abandonado su promesa de gobernar Hong Kong bajo el marco de “un país, dos sistemas”. Por lo tanto, la gente ya no puede salir a la calle para expresarse.
Hong Kong, una antigua colonia británica, fue devuelta al dominio chino en 1997. El Partido Comunista Chino (PCCh) prometió garantizar a la ciudad las libertades básicas y la autonomía que no estaba disponible en la China continental.
Wong dijo que quería que sus dos hijos, ambos en la escuela primaria, participaran en la marcha para que pudieran entender «lo que pueden hacer por su futuro y por la sociedad, sabiendo al mismo tiempo lo que es la justicia».
La marcha comenzó en una estación de metro local y terminó en la Oficina Económica, Comercial y Cultural de Hong Kong el domingo por la tarde.
La gente sostenía carteles y banderas con las palabras «Liberar Hong Kong, la revolución de nuestros tiempos”, un eslogan de protesta popular que ha sido prohibido en Hong Kong tras la imposición de Beijing de una ley de seguridad nacional que castiga delitos vagamente definidos, como la sucesión y la subversión, con una pena máxima de cadena perpetua. La ley entró en vigor a última hora del 30 de junio.
La marcha de Taipei fue parte de una campaña de solidaridad global, con eventos que empezaron el 23 de octubre en más de 30 ciudades, incluidas la ciudad de Nueva York, Boston y Los Ángeles, para pedir la liberación de los 12 hongkoneses.
El jefe de seguridad de Hong Kong, John Lee, explicó en un comunicado que las 12 personas fueron acusadas anteriormente por siete casos penales en Hong Kong, incluidos los de disturbios, posesión de explosivos e incendio provocado. Uno fue arrestado por la policía de Hong Kong por violar la nueva ley de seguridad «en relación con la colusión con un país extranjero o con elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional». Todos habían sido puestos en libertad bajo fianza y no se les permitió salir del territorio.
Actualmente se encuentran recluidos en un centro de detención administrado por la oficina de policía municipal, en el distrito de Yantian, ciudad de Shenzhen, en el sur de China, limitando con Hong Kong.
El 30 de septiembre, la oficina del fiscal de Yantian anunció que los 12 hongkoneses fueron arrestados formalmente luego de ser acusados de «sospecha de cruzar ilegalmente la frontera» o «sospecha de organizar a otros para cruzar ilegalmente la frontera».
La difícil situación de los 12 hongkoneses ha generado críticas internacionales, especialmente después de que se les negó el contacto con sus familiares y con los abogados designados por sus familias.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, emitió una declaración expresando su preocupación el 11 de septiembre, y la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, renovó esas preocupaciones, en Twitter, después de que el gobierno de Hong Kong arrestara a nueve personas el 10 de octubre por, presuntamente, ayudar a los 12 hongkoneses en su intento de huir a Taiwán.
La semana pasada, más de 60 legisladores británicos enviaron una carta conjunta al secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, instándolo a convertir la situación de los 12 prisioneros en una «prioridad diplomática». El propósito de la carta es asegurar su regreso a Hong Kong contactando a la líder de la ciudad, Carrie Lam, y al ministro de Relaciones Exteriores de China.
Desde junio del año pasado muchos hongkoneses han huido a Taiwán para evitar el enjuiciamiento del gobierno de Hong Kong por participar en un movimiento a favor de la democracia, movimiento que inició después de una oposición generalizada a un proyecto de ley de extradición que habría permitido a las autoridades de Hong Kong enviar personas a China continental para que sean juzgadas. Ese proyecto de ley ha sido rechazado por los hongkoneses desde entonces.
En 2019, un total de 5858 personas de Hong Kong obtuvieron permisos de residencia para permanecer en Taiwán, un aumento del 41 por ciento (4148) en comparación con hace un año, según datos de la Agencia Nacional de Inmigración de Taiwán. En los primeros cuatro meses de este año, 474 hongkoneses obtuvieron permisos para permanecer en la isla.
Antes de la marcha se llevó a cabo una pequeña manifestación en la cual varias figuras políticas locales prominentes dieron un breve discurso, entre las que se encontraban el legislador independiente, Freddy Lim; la secretaria general del Partido Verde local, Rita Jhang y Lin Fei-fan, subsecretario general del gobernante Partido Democrático Progresista de Taiwán.
Lim dijo que las personas deberían trabajar juntas para presionar al régimen chino, para asegurar la liberación, no solo de los 12 hongkoneses, sino también de los activistas de derechos humanos y disidentes chinos que actualmente están detenidos o reprimidos.
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