El representante Thomas Massie (R-Ky.) dijo que algunos integrantes del ejército de EE.UU. le informaron que se irían si las fuerzas armadas ordenaban la aplicación de la vacuna anti-COVID. Los militares señalaron su posible retirada después de que un reportaje afirmó que el cuartel general del ejército les dijo a los comandantes que se prepararan para las vacunas obligatorias en septiembre.
«Me han contactado integrantes voluntarios de nuestras fuerzas armadas que dicen que se irán si la vacuna anti-COVID es obligatoria. Presenté la HR 3860 para prohibir cualquier requisito obligatorio de vacunas anti-COVID a los miembros de las Fuerzas Armadas. Ahora [la propuesta] tiene 24 patrocinadores», escribió Massie en Twitter. No dio más detalles.
No está claro cómo podrían renunciar los miembros del servicio ni cuántos intentarían hacerlo.
El legislador republicano se refería a un reportaje publicado por el Army Times, durante el fin de semana, que detallaba una orden ejecutiva enviada por el Cuartel General del Departamento del Ejército de que los comandos deben estar preparados para administrar las vacunas anti-COVID a partir del 1 de septiembre. La fecha depende del momento en que la Administración de Alimentos y Medicamentos emita su aprobación completa a las vacunas.
El Army Times informó que obtuvo la directiva, HQDA EXORD 225-21, COVID-19 Steady State, que dice: “Los comandantes continuarán las operaciones de vacunación anti-COVID y se prepararán para una directiva que exija la vacunación anti-COVID para los miembros del servicio [en o alrededor] del 1 de septiembre de 2021, después que se otorgue la licencia completa de la FDA. Los comandos estarán preparados para proporcionar un resumen sobre el estado de vacunación de los miembros del servicio y la estrategia que llevarán a cabo una vez que la vacuna sea obligatoria”.
Un EXORD es una directiva emitida por el presidente al secretario de Defensa para ejecutar una operación militar.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Departamento de Defensa y con el Ejército de EE.UU. para obtener comentarios al respecto. Un portavoz del Ejército de Estados Unidos le dijo al Army Times: «No comentamos sobre documentos filtrados» y agregó que «la vacuna sigue siendo voluntaria».
«Si el [Departamento de Defensa] nos indica que cambiemos nuestra postura», agregó el portavoz, «estamos preparados para hacerlo».
El lunes, Massie señaló que su tuit fue «blanco» de usuarios «analfabetos en ciencia, que odian a los militares y que están enojados con las fuerzas del orden». «No hay estudios basados en resultados de salud que muestren ningún beneficio de la vacuna para aquellos que ya han tenido COVID», escribió.
El congresista también señaló un estudio del Departamento de Defensa, publicado a fines de junio, que encontró que un mayor número de militares que recibieron la vacuna experimentaron tasas de inflamación cardíaca más altas de lo esperado.
Los médicos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de EE.UU. encontraron 23 casos de miocarditis, un tipo de inflamación del corazón, en hombres que estaban sanos. Desarrollaron la afección dentro de los cuatro días posteriores a la vacunación, encontró el estudio publicado en JAMA Cardiology.
Los actuales eventos relacionados con las vacunaciones en el ejército se producen semanas después de que el panel de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. encontraron una mayor tasa de inflamación cardíaca tras la aplicación de las vacunas de ARNm. Sin embargo, la agencia y otros funcionarios de salud han dicho que el beneficio de recibir la vacuna supera los riesgos que pueden presentarse.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
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