El Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) anunció que tenía previsto ir detrás de los «evasores fiscales con altos ingresos» y afirma haber recuperado millones de dólares, en un momento en que el organismo se enfrenta cada vez a más críticas por centrarse en un mayor porcentaje de estadounidenses de ingresos más bajos como parte de sus auditorías fiscales.
«El IRS está trabajando para garantizar que los declarantes con ingresos elevados paguen los impuestos que deben», declaró el viernes el Servicio de Impuestos Internos en un comunicado de prensa. «Antes de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), más de una década de recortes presupuestarios impidieron al IRS seguir el ritmo del conjunto cada vez más complicado de herramientas que los contribuyentes más ricos utilizan para ocultar sus ingresos y eludir el pago de su parte. El IRS está tomando ahora medidas rápidas y agresivas para cerrar esta brecha».
«En los últimos meses, nuestro equipo de Investigación Criminal ha cerrado una larga lista de casos en los que contribuyentes ricos han sido condenados por evasión fiscal, lavado de capitales y presentación de declaraciones de la renta falsas».
«En lugar de pagar impuestos, estos evasores gastaban el dinero que debían al gobierno en apuestas en casinos, vacaciones y compra de artículos de lujo. Por ejemplo, sólo en un caso, se ordenó a la persona pagar más de 6 millones de dólares en restitución».
Según el IRS, en los últimos meses han cerrado unos 175 casos de morosidad fiscal de millonarios, lo que ha generado 38 millones de dólares en recuperaciones. «Esto es sólo el principio. Seguiremos tras los millonarios morosos a medida que aumentemos la capacidad de ejecución a través de la IRA».
El IRS afirma que ha identificado recientemente a unas 100 personas con altos ingresos que vivían en Puerto Rico sin residencia real con el fin de asegurarse posibles exenciones fiscales. La agencia también está investigando a los contribuyentes que hacen uso del tratado de Washington con Malta para reclamar «indebidamente» exenciones fiscales.
«El IRS de hoy está centrado en hacer que nuestros declarantes más ricos, millonarios y multimillonarios, rindan cuentas de lo que deben», dijo el comisario Danny Werfel a los periodistas en una reunión informativa.
La Ley de Reducción de la Inflación, aprobada el pasado agosto, había reservado 80,000 millones de dólares para la agencia tributaria durante un periodo de diez años, con el fin de impulsar la aplicación de la ley y mejorar las operaciones y el servicio.
Parte de los fondos se han recuperado como parte del acuerdo sobre el techo de la deuda entre republicanos y demócratas.
El hecho de que el IRS se centre en los millonarios se produce en un momento en que la agencia ha estado sometida a escrutinio por centrarse supuestamente en gravar a las familias con rentas más bajas en lugar de a las ricas.
En un posteo publicado el 4 de enero, Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), un centro de investigación de datos sin ánimo de lucro de la Universidad de Syracuse, señaló que «la clase de contribuyentes con unos índices de auditoría increíblemente elevados —cinco veces y media prácticamente todos los demás— eran los asalariados con ingresos bajos que se acogían al crédito fiscal por ingresos del trabajo. Este crédito se concede para compensar los impuestos de los asalariados más bajos del país».
En el año fiscal 2022, la tasa de inspecciones fiscales del IRS por cada 1000 asciende a 12.7 para los asalariados con ingresos más bajos. Pero para todos los demás, la tasa era de sólo 2.3.
La atención del IRS a los asalariados con salarios bajos
En un informe anual de 2021 (pdf) al Congreso, la Defensora Nacional del Contribuyente, Erin M. Collins, señaló que en el año fiscal 2019, más de la mitad de los contribuyentes que el IRS sometió a auditorías por correspondencia sólo tenían unos ingresos positivos totales inferiores a 50,000 dólares. «Estos contribuyentes a menudo se enfrentan a dificultades particulares para navegar por el proceso de auditoría por correspondencia», decía el informe.
Los asalariados con ingresos bajos «han sido históricamente el objetivo no porque sean los que más declaran por debajo de sus impuestos, sino porque son blancos fáciles en una época en la que el IRS recurre cada vez más a las auditorías por correspondencia, pero no dispone de recursos para ayudar a los contribuyentes o responder a sus preguntas», afirmó el TRAC.
El TRAC señaló que las auditorías del IRS a contribuyentes millonarios han disminuido en la última década. En 2012, el IRS auditó a 40,965 contribuyentes de este tipo. En el ejercicio fiscal 2020, el número se redujo a 7108.
Mientras tanto, la IRA, respaldada por los demócratas, se ha enfrentado a críticas, pues algunos argumentan que el proyecto de ley aumentará el enfoque fiscal del IRS sobre las clases medias y bajas.
Antes de aprobar la ley en agosto, el senador Mike Crapo (R-Idaho) propuso una enmienda que estipulaba que ninguno de los 80,000 millones de dólares de los fondos de la IRA reservados para el IRS podría ser utilizado por la agencia tributaria para auditar a los contribuyentes que ganaran menos de 400,000 dólares anuales. Los 50 senadores demócratas votaron en contra de la enmienda.
En una carta al comisario del IRS, Charles P. Rettig, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, escribió que la nueva financiación «no se utilizará para aumentar la proporción de pequeñas empresas u hogares por debajo del umbral de 400,000 dólares que son auditados en relación con los niveles históricos».
Sin embargo, como su directiva no figura en el proyecto de ley, las palabras de Yellen no tienen fuerza de ley. «No tiene fuerza», dijo Preston Brashers, analista principal de política fiscal de la Fundación Heritage.
El representante Kevin Brady (R-Texas) ha calculado que la IRA puede suponer potencialmente 1.2 millones de nuevas auditorías de contribuyentes cada año, de las cuales más de 710,000 serían estadounidenses que ganan 75,000 dólares o menos al año.
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