El regreso de los kits gratuitos de pruebas por COVID-19 de la Casa Blanca también trae de vuelta algo más: la etiqueta «Hecho en China».
El programa, el quinto de este tipo, permite a cada hogar estadounidense pedir hasta cuatro pruebas gratuitas por Internet a partir del 25 de septiembre, con envíos a través del Servicio Postal de Estados Unidos sin coste alguno.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) dijo que ha concedido 600 millones de dólares a 12 «fabricantes nacionales de pruebas por COVID-19» para producir 200 millones de pruebas para reponer las reservas del gobierno, además de satisfacer las demandas de los pedidos en COVIDTests.gov.
Pero aunque el departamento describió el gasto como parte de «inversiones críticas en la fabricación estadounidense» destinadas a «mejorar la preparación para el COVID-19 y otras amenazas pandémicas del futuro» y «fortalecer la capacidad de la nación para fabricar pruebas», más de la mitad de la financiación ha ido a parar a empresas con conexiones en China.
iHealth, ganadora del mayor contrato con 167 millones de dólares, es la filial californiana de Andon, un proveedor de dispositivos médicos electrónicos con sede en la megaciudad china de Tianjin. El laboratorio californiano está bajo la supervisión de iHealth Inc, empresa de Andon con sede en las Islas Caimán. Xiaomi, uno de los principales fabricantes chinos de teléfonos inteligentes que, según el Centro Nacional de Ciberseguridad de Lituania, utiliza una herramienta de censura integrada en sus productos estrella, tiene una participación del 20% en iHealth Inc.
Las empresas siguen la línea del partido
Otra empresa que obtuvo un contrato, CorDx, con sede en California, forma parte de una organización biotecnológica llamada CorDx Union, con instalaciones de fabricación en China y Singapur. Aunque está registrada con una dirección en San Diego, CorDx Union forma parte en última instancia del Beijing Entrepreneur Culture Group, con sede en Beijing, bajo la dirección de Li Yufeng, que figura como vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Hebei, en Beijing, una organización controlada por el gobierno que estipula en sus estatutos «promover las directivas y políticas del Partido [Comunista Chino] y de la nación entre las empresas miembros».
CorDx parecía haberse distanciado conscientemente de sus asociaciones con China. En un resultado de caché de Google, la empresa había utilizado anteriormente la descripción «fabricantes de China». Esa frase ya no se utiliza en su sitio web.
Parte de los criterios para formar parte del equipo directivo de la cámara es «adherirse al camino del Partido», según los estatutos. Y el señor Li parece haberlo seguido de cerca.
Entre mayo de 2017 y mayo de 2018, el Grupo Cultural de Emprendedores de Beijing celebró al menos cuatro eventos internos que denominó «Aula Central» —la palabra «central» forma parte de la marca de la organización— en los que la lealtad al Partido Comunista Chino (PCCh) fue el tema principal, según comunicados de Coretests, una filial de CorDx Union con sede en Beijing.
Para celebrar el 96 aniversario de la fundación del PCCh en 2017, el Grupo Cultural de Empresarios de Beijing organizó a todos los miembros del Partido para que estudiaran los discursos del líder chino Xi Jinping y dedicaron un mes a crear un parterre de más de 8700 pies cuadrados que se formó con las palabras «no olvidar por qué empezaste». Se llamó «plaza de la torre de la lealtad», según muestra un comunicado de Accu News, otra filial de CorDx Union que vende kits de diagnóstico del VIH.
Algunos medios de comunicación chinos sugieren que Maxim Biomedical está bajo el control del Sr. Li. Aunque no hay información pública que confirme que la información es cierta, las fotos publicadas por los medios de comunicación en lengua china en enero de 2022 muestran al presidente de la compañía, Joe Ma, chocando los puños con el Sr. Li, firmando papeles y posando para fotos en las que ambos sostienen lo que parece un cheque firmado.
Una captura de pantalla de video también muestra al Sr. Li contratando, en la red social china WeChat, investigadores para «anticuerpos recombinantes» y diagnósticos tanto en China como en Estados Unidos, adjuntando una carta de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que autoriza los kits de prueba por COVID-19 de Maxim Biomedical para uso de emergencia. Los datos de importación del agregador de datos comerciales Panjiva muestran que Maxim Biomedical había estado abasteciéndose en Shanghái en 2021.
Descubriendo los lazos con China
Advin Biotech, fabricante de pruebas de medicamentos de San Diego, fue adquirida en 2015 por Biotest, de la ciudad china de Hangzhou, en el sureste del país, que el año pasado tenía una participación del 90%. La pandemia, como en el caso de Andon, dio un gran impulso a las ventas de kits de diagnóstico de Biotest. Los productos relacionados con el COVID aportaron el 90 por ciento de sus ingresos en el primer semestre de 2022. En su última presentación anual, la empresa citó posibles cambios normativos en EE. UU. como un posible obstáculo en sus importaciones de equipos médicos.
La empresa de diagnóstico in vitro Azure Biotech, de Houston, también tiene una conexión china muy remota.
Una carta de septiembre de 2020 de la FDA —que concede autorización de uso de emergencia a los dispositivos de Azure para detectar anticuerpos para COVID-19 en muestras de sangre— iba dirigida al director de la empresa, Frank Lou, quien, según la carta, también representa a Assure Tech, con sede en Hangzhou.
Azure fue uno de los principales compradores de los productos de Assure Tech de 2018 a 2020, revelan los archivos de la firma china. Aunque el nombre de Azure ya no aparece en los informes financieros de esta última en los años posteriores, a raíz de las preguntas sobre si tales ventas constituyen transacciones de partes relacionadas, Azure sigue siendo el representante estadounidense de los dispositivos de la compañía, muestra un folleto de enero de 2022 de la FDA. Los kits de pruebas de Azure llevan el logotipo de la marca Assure.
La financiación de Advin, Azure, CorDx e iHealth ascendió a unos 320 millones de dólares. Ninguna de las empresas mencionó sus conexiones con las entidades chinas en su sitio web.
Tales tratos parecieron «muy preocupantes» a la senadora Joni Ernst (R-Iowa).
«Siempre que recurramos a empresas chinas, creo que debemos ser escépticos al respecto», declaró a The Epoch Times.
Ernst no es la única que expresa su preocupación.
«Es un despilfarro del dinero de los contribuyentes enviar esos kits de pruebas», dijo a The Epoch Times el senador Roger Marshall (R-Kan.), un médico que desde hace tiempo aboga por la inmunidad natural.
«Creo que se trata de una reacción totalmente exagerada por parte de los CDC y la Casa Blanca y un despilfarro del dinero de los contribuyentes», dijo, añadiendo que no percibe «ninguna importancia clínica para hacer la prueba».
El HHS y la Casa Blanca no respondieron a una pregunta de The Epoch Times.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con iHealth, CorDx, Maxim Biomedical, Azure, Assure Tech y Advin para recabar sus comentarios.
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