La principal funcionaria de defensa de la República Checa está pidiendo que su país abandone las Naciones Unidas después de que su organismo central de formulación de políticas aprobara una resolución que exige un alto al fuego en Gaza, pero no menciona los asesinatos y secuestros a civiles cometidos en Israel por Hamás.
La República Checa fue uno de los 14 miembros de la ONU que votaron en contra de la resolución redactada por los estados árabes, que fue aprobada abrumadoramente por la Asamblea General el viernes con 120 votos a favor y 45 abstenciones. Una enmienda canadiense, que habría condenado inequívocamente las atrocidades de Hamás y exigido la liberación incondicional de todos los rehenes retenidos por el grupo terrorista, fue rechazada en una votación de 88 a 55 y 23 abstenciones.
Sólo otros dos miembros de la Unión Europea, Austria y Hungría, se opusieron a la resolución junto con Estados Unidos, Israel, Paraguay y un grupo de estados insulares del Pacífico.
«Sólo 14 países, incluido el nuestro, se han opuesto clara y comprensiblemente al ataque terrorista sin precedentes cometido por los terroristas de Hamás», escribió la ministra checa de Defensa, Jana Černochová, en una publicación en X el sábado.
«Me avergüenzo de la ONU», continuó. «En mi opinión, la República Checa no tiene cabida en una organización que anima a los terroristas y no respeta el derecho fundamental a la autodefensa. Vámonos».
El primer ministro checo, Petr Fiala, que visitó recientemente Israel en una muestra de solidaridad y prometió total apoyo al derecho de Israel a defenderse, dijo el domingo que comprende la frustración de los miembros de su gabinete, pero argumentó que lo mejor para Praga es mantener una voz en la ONU.
«Comprendo la indignación de la ministra por la resolución de la ONU que no condena el terrorismo de Hamás en Israel. La República Checa, junto con, por ejemplo, EE.UU. o Austria, votaron de acuerdo con lo que defendemos a largo plazo. Seguiremos defendiendo nuestras posiciones en la ONU y convenceremos a otros países de que tenemos razón», dijo Fiala al periódico eslovaco Denník N.
El ministro checo de Asuntos Exteriores, Jan Lipavský, también rechazó la idea de que su país debería retirarse de la ONU, argumentando en un debate en la Televisión Checa que es importante para la República Checa promover su interés nacional mientras trabaja dentro de un marco «estable y predecible» de la ONU.
«La idea de retirarse de la ONU debe ser rechazada», afirmó. «La razón más importante es que la Carta de las Naciones Unidas contiene algunos principios clave que crean para la República Checa, incluso con su tamaño y posición en la comunidad internacional, un marco estable y predecible en el que podemos operar desde el punto de vista del interés nacional».
La resolución de la ONU se produce mientras el ejército israelí continúa atacando Gaza desde el aire y con artillería mientras se prepara para un ataque terrestre. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo el sábado en Tel Aviv que destruir a los «enemigos sobre y bajo tierra» podría ser una «lucha larga y dura».
«Esta es la segunda etapa de la guerra, cuyos objetivos son claros: Destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás y traer a los rehenes a casa», le dijo a la prensa, reiterando que los civiles palestinos deberían abandonar la parte norte de Gaza a medida que la región se convierte en una zona de guerra.
La votación de la Asamblea General también se produce después de que el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que cinco miembros permanentes, incluidos Estados Unidos, Rusia y China, tienen poder de veto, no logró presentar una resolución que detuviera el conflicto en el Medio Oriente. Una resolución del Consejo de Seguridad, a diferencia de las resoluciones de la Asamblea General, es ejecutable según el derecho internacional.
Durante una votación hecha el miércoles en el consejo de 15 miembros, Estados Unidos vetó una resolución redactada por Rusia que habría pedido un «alto al fuego humanitario» inmediato y habría condenado inequívocamente los ataques de Hamás contra Israel y los «ataques indiscriminados» de Israel contra civiles en Gaza.
También fracasó en la reunión una resolución encabezada por Estados Unidos que enfatizaba el «derecho inherente de todos los estados» a defenderse y al mismo tiempo pedía el cumplimiento del derecho internacional. Apoyaría «pausas humanitarias» para que suministros críticos pudieran llegar a Gaza y a las personas que los necesitan, pero no un alto al fuego total.
La medida estadounidense obtuvo los votos necesarios para salir adelante en el Consejo, pero finalmente fue vetada por Rusia y China. Emiratos Árabes Unidos también votó en contra de la propuesta, y Brasil y Mozambique se abstuvieron de votar.
«Estados Unidos está profundamente decepcionada de que Rusia y China vetaran esta resolución. Una resolución que, como he dicho, era fuerte y equilibrada», dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, después de la votación.
«Aunque la votación de hoy fue un revés, no debemos dejarnos disuadir», añadió, reiterando que el objetivo de Washington es «construir un futuro más pacífico y seguro para israelíes y palestinos por igual».
Mientras tanto, Washington está proporcionando a Israel la munición que tanto necesita para reponer su multimillonario sistema de defensa aérea «Cúpula de Hierro», que hasta ahora ha interceptado con éxito la mayoría de los cohetes disparados por Hamás desde Gaza.
El Pentágono también ha ordenado dos grupos de ataque de portaaviones, incluido el USS Gerald R. Ford, el buque de guerra más nuevo y tecnológicamente avanzado de Estados Unidos, hacia el Mar Mediterráneo oriental, con el objetivo de «disuadir acciones hostiles contra Israel» y evitar que la guerra se convierta en un conflicto más amplio.
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