El futuro ministro de Justicia brasileño de la administración de Lula Da Silva, Flávio Dino, adelantó este lunes que tomará medidas contra «ciertos actos» luego de citar un presunto acto terrorista producido en Brasilia.
Dino se refirió en una entrevista a un presunto atentado que habría cometido el empresario arrestado George Washington de Oliveira Souza, quien habría colocado un artefacto explosivo en un camión cisterna cerca del Aeropuerto Internacional Juscelino Kubitschek el sábado 24 de diciembre, según el medio independiente Jovem Pan.
“Esta no es una acción individual, y no lo permitiremos en Brasil. No vamos a permitir que este terrorismo político se arraigue en Brasil”, dijo Dino en una entrevista con GloboNews, este lunes.
“Obviamente vamos a anticiparnos a ciertos actos, porque no puede haber un vacío de poder. Entonces, esto no va a pasar, en el sentido de que ya en las primeras horas del día 1, vamos a tomar las medidas para que esta situación de inestabilidad no ocurra. Y no ocurrirá. Esto se refiere al conjunto de instituciones que están bajo el control del Ministerio de Justicia”, agregó.
Tras el incidente del sábado, el futuro ministro de Justicia recurrió el domingo a sus redes sociales y criticó el presunto incidente.
“Los graves hechos ocurridos ayer en Brasilia prueban que los llamados campamentos ‘patrióticos’ se han convertido en incubadoras de terroristas. Se están tomando medidas y se ampliarán lo más rápido posible”, escribió Dino en Twitter el domingo 25 de diciembre. “El armamentismo genera otras degeneraciones. Dejarlo atrás es una prioridad”.
Según GloboNews, de Oliveira Souza se habría declarado bolsonarista y habría dicho que se encontraba acampando frente al Cuartel General del Ejército. En el lugar, la semana pasada todavía varios cientos de personas realizaban protestas pacíficas en contra de los resultados de las elecciones de octubre donde resultó electo Lula Da Silva.
Sin embargo, varios analistas y líderes conservadores habían alertado hace tiempo del inicio de una posible persecución política al instaurar lo que ellos llaman «un aparato represor» a unos días de que Lula asuma el cargo.
Por su parte, el editor en jefe de The Epoch Times Brasil, Marcos Schotgues dijo a The Epoch Times en Español que “los incidentes violentos que se produjeron, como podrá atestiguar cualquiera que haya estado en la escena, no parecen coincidir con los de las personas que protestaban, entre las que hay familias, niños y ancianos”.
En opinión de Schotgues, los grupos que se manifiestan frente a los cuarteles militares y a quienes se les denomina de ‘antidemocráticos’, “están ejerciendo su derecho constitucional a protestar pacíficamente”. Sin embargo, señaló que a algunos de ellos y a las personas que los apoyan se les han confiscado pasaportes, la policía ha registrado sus casas y algunos han sido detenidos.
“Creo que el hecho de que la administración entrante esté amenazando constantemente con sacar de las calles a las personas que protestan pacíficamente, con la posibilidad subyacente de que esto implique el uso de la fuerza, puede calificarse muy razonablemente de persecución política”, agregó. “No parece haber más base para sacarlos de allí que el hecho de que protestan contra Lula”.
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