El estado de Mississippi levantó el jueves un aviso que decía que los residentes locales de Jackson tenían que hervir el agua.
El levantamiento de la medida se produjo después de casi siete semanas desde que se emitió el aviso de hervir el agua el 29 de julio, pidiendo a los residentes que hiervan toda el agua antes de beberla.
“Haga hervir toda el agua, déjela hervir durante un minuto y déjela enfriar antes de usarla, o use agua embotellada. Se debe usar agua hervida o embotellada para beber, hacer hielo, cepillarse los dientes, lavar los platos y preparar alimentos, hasta nuevo aviso. Hervir mata las bacterias y otros organismos del agua”, decía el aviso.
En ese momento el gobierno estatal citó preocupaciones sobre la presencia de «organismos causantes de enfermedades», debido a los altos niveles de turbidez observados.
«La turbidez no tiene efectos sobre la salud. Sin embargo, la turbidez puede interferir con la desinfección y proporcionar un medio para el crecimiento microbiano. La turbidez puede indicar la presencia de organismos causantes de enfermedades. Estos organismos incluyen bacterias, virus y parásitos, que pueden causar síntomas como náuseas, calambres, diarrea y dolores de cabeza asociados”, anunció en ese momento el Departamento de Salud de Mississippi.
Más de 40 días después, el 15 de septiembre la ciudad de Jackson, capital del estado, anunció que «el aviso de hervir agua para TODOS los clientes de agua de la ciudad de Jackson HA SIDO LEVANTADO, por el Departamento de Salud del Estado de Mississippi. Se recomienda a los residentes que abran los grifos durante unos minutos para limpiar el agua vieja».
La ciudad compartirá más información sobre el estado de la planta de agua O.B. Curtis en breve.
La planta es una de las dos principales instalaciones de tratamiento de agua de la ciudad, que falló el 29 de agosto debido a las complicaciones de larga data exacerbadas por fuertes lluvias e inundaciones. La falla de la planta provocó que el gobernador de Mississippi, Tate Reeves, declarará el estado de emergencia para Jackson el 30 de agosto.
“El aviso de hervir el agua impuesto por el estado en Jackson ha terminado. Hemos restaurado el agua potable limpia en Jackson”, anunció Reeves el 15 de septiembre. Hay «más trabajo por hacer para asegurarnos de que no terminemos nuevamente en crisis. ¡Agradecido por todos los esfuerzos de los habitantes de Mississippi y de las personas de todo el país que dieron un paso al frente!».
Reeves dijo que la decisión de levantar el aviso de ebullición se produjo después de que el departamento de salud de Mississippi recolectara 120 muestras de agua durante dos días consecutivos, a partir del 13 de septiembre, y determinara que se había restaurado el agua limpia de Jackson.
«Desde que el estado de Mississippi intervino para reparar el sistema de agua de Jackson, nosotros hemos aumentado significativamente la cantidad de agua producida, restablecido la presión del agua en la ciudad, instalado una bomba de alquiler de emergencia, reparado y reinstalado las piezas rotas en el sitio, y monitoreado y analizado la calidad del agua», dijo Reeves en una declaración agregando que «en el futuro, continuaremos monitoreando el sistema. Se administrarán pruebas adicionales para garantizar la calidad continua del agua».
Él advirtió que puede haber futuras interrupciones en la calidad del agua.
“Nosotros no podemos predecir perfectamente qué puede salir mal con un sistema tan averiado en el futuro. Sí sabemos que los expertos nos dicen que el aviso de hervir el agua del estado puede terminar hoy”, dijo Reeves.
«Las órdenes de emergencia permanecerán en pleno vigor y efecto hasta que se considere apropiado levantarlas».
El gobernador agradeció a los miembros del servicio de la Guardia Nacional por su trabajo para ayudar a los residentes de Jackson a acceder al agua limpia.
“Ellos han ayudado a más de 200,000 vehículos y, al hacerlo, han seguido mostrando a este estado su tremendo compromiso de servir a su comunidad”, dijo Reeves sobre los miembros del servicio de la Guardia Nacional. “Ellos distribuyeron más de 11 millones de botellas de agua a los residentes de Jackson. No es una hazaña pequeña, pero nuestra Guardia Nacional de Mississippi está acostumbrada a realizar tareas increíbles como esta».
Reeves también agradeció a todos los que dieron un paso adelante, incluidas iglesias, organizaciones sin fines de lucro y voluntarios individuales, al tiempo que reconoció que se deberá hacer más para abordar la crisis del agua.
“Habrá muchas conversaciones difíciles sobre los próximos pasos y el trabajo que debemos hacer para crear un sistema de agua sostenible. Todo eso es importante. Hoy quiero concentrarme en agradecer al equipo que nos sacó de la parte más oscura de esta crisis y expresar mi gratitud a todos los habitantes de Mississippi y a los estadounidenses que desempeñaron un papel».
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