PARÍS— Silbidos y abucheos sonaron en el estadio de La Defense entre las pruebas de los 100 metros braza femeninos cuando un hombre de mediana edad en bañador multicolor entró en la piscina, pero segundos después se convirtió en la estrella de los Juegos.
La nadadora estadounidense Emma Weber había perdido su gorro en la cuarta eliminatoria del domingo y, antes de que comenzara la quinta, un salvavidas tuvo que recogerlo del fondo de la piscina.
Al principio, el confuso público del estadio para 15 mil espectadores, no entendía qué estaba pasando, pero cuando el salvavidas se zambulló en el agua y recuperó el gorro blanco, enseguida se dieron cuenta de lo que ocurría y le vitorearon.
Por su parte, el salvavidas aprovechó su momento olímpico y, al salir de la piscina, saludó rápidamente a los aficionados antes de ajustarse el bañador y marcharse.
«Esta situación es habitual en las competiciones de natación», declaró un portavoz de los Juegos, citado por la CNN.
«Como los salvavidas son las únicas personas que llevan bañador, aparte de los atletas, se puede pedir que busquen un objeto en el fondo de la piscina antes de la siguiente prueba.
«En este caso, la petición se hizo al salvavidas más cercano al objeto».
El portavoz añadió que el salvavidas no quería ser nombrado, pero que la cadena estadounidense NBC le puso el apodo de «Bob el atrapa gorras» y se le ha quedado desde que se hizo viral en las redes sociales.
Por Rohith Nair
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