El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), en un raro acuerdo con su homólogo demócrata, dijo el miércoles que el Congreso no puede cambiar los resultados de las elecciones, después de que los legisladores objetaran los votos electorales de Arizona.
«Cada una de las elecciones que conocemos presenta alguna ilegalidad e irregularidad, y por supuesto eso es inaceptable. Apoyo las fuertes reformas electorales lideradas por el estado. Los extraños procedimientos de la pandemia del año pasado no deben convertirse en la nueva norma. Pero mis colegas, nada de lo que tenemos ante nosotros prueba la ilegalidad ni de lejos a una escala tan masiva que hubiera cambiado las elecciones. Tampoco puede la duda pública por sí sola justificar una ruptura radical cuando la duda misma fue incitada sin ninguna evidencia», dijo McConnell en el piso del Senado.
McConnell dijo que apoyaba los esfuerzos legales del presidente Donald Trump para impugnar los resultados de las elecciones y señaló que algunos de los jueces que fallaron en contra del presidente fueron nominados por el propio republicano.
«La Constitución nos da aquí en el Congreso un papel limitado. No podemos simplemente proclamarnos una junta electoral nacional en esteroides. Los votantes, los tribunales y los estados han hablado. Todos han hablado. Si los invalidamos, perjudicaría a nuestra república para siempre», añadió. «El margen del Colegio Electoral es casi idéntico al de 2016. Si estas elecciones fueran anuladas por meras alegaciones del lado perdedor, nuestra democracia entraría en una espiral mortal. Nunca veríamos a toda la nación aceptar una elección de nuevo. Cada cuatro años sería una lucha por el poder a cualquier costo».
Durante la sesión del congreso para contar los votos electorales, los legisladores republicanos objetaron los votos de Arizona, alegando que «no se dieron en todas las circunstancias conocidas, regularmente».
Eso desencadenó un debate de dos horas en cada sesión, en el que los partidarios y los críticos pudieron exponer sus argumentos.
El líder de la minoría del Senado Chuck Schumer (D-N.Y.) se unió a McConnell para ridiculizar el esfuerzo, diciendo que «el Congreso no determina el resultado de las elecciones, el pueblo lo hace».
«Al final de los procedimientos de hoy, se confirmará una vez más algo que es bien conocido y bien establecido: el pueblo estadounidense eligió a Joe Biden y Kamala Harris para ser el próximo presidente y vicepresidenta de Estados Unidos», añadió.
Según los votos electorales emitidos en los estados el mes pasado, Biden recibió 306 votos contra los 232 de Trump. Pero Trump y algunos de sus aliados dicen que las irregularidades electorales en estados clave como Georgia y Pensilvania inclinaron la balanza. Más de 100 legisladores republicanos apoyaron la objeción a los votos electorales de ciertos estados.
Trump pidió que los legisladores se opusieran, mientras que un portavoz de Biden calificó las objeciones como una «maniobra» basada en «afirmaciones sin fundamento».
Durante el debate en la otra cámara, el diputado de la minoría Steve Scalise (R-La.) dijo a sus colegas que estaba objetando los votos de varios estados, los cuales alegaba «no seguían el requisito constitucional para seleccionar a los electores».
En esos estados, incluyendo Arizona, los secretarios de estado cambiaron los procesos electorales sin la aprobación de las legislaturas, dijo.
«Hemos visto más y más estados donde el Partido Demócrata intervino y selectivamente realizó este proceso», dijo. «Eso tiene que terminar. Tenemos que seguir el proceso constitucional».
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