Moderna dice que no hará valer las patentes de la vacuna COVID-19 durante la pandemia

Por Tom Ozimek
08 de octubre de 2020 2:27 PM Actualizado: 08 de octubre de 2020 2:27 PM

La empresa de biotecnología Moderna, que está llevando a cabo un ensayo en la última etapa de su candidato experimental COVID-19, dijo que no hará valer ninguna patente relacionada con su vacuna mientras dure la pandemia.

La compañía, con sede en Massachusetts, dijo en un comunicado del 8 de octubre que «siente una obligación especial bajo las circunstancias actuales de utilizar nuestros recursos para poner fin a esta pandemia lo antes posible» y por lo tanto no hará valer sus patentes relacionadas con COVID-19 contra los fabricantes de vacunas que utilicen su producto para luchar contra el brote de virus del PCCh (Partido Comunista Chino).

Diciendo que está «orgullosa de que su tecnología de ARNm esté lista para ser usada para ayudar a terminar con la actual pandemia», Moderna también dijo que licenciaría su vacuna luego que el brote esté bajo control.

«Además, para eliminar cualquier barrera de propiedad intelectual percibida para el desarrollo de la vacuna durante el período pandémico, a petición de los interesados también estamos dispuestos a licenciar nuestra propiedad intelectual de las vacunas COVID-19 a otros para el período post pandémico», dijo la empresa.

Una vista de la sede de Moderna el 8 de mayo de 2020 en Cambridge, Massachusetts. (Maddie Meyer/Getty Images)

El anuncio de Moderna ocurre luego que la empresa recibiera consultas de los inversores sobre la aplicación de las patentes, según el presidente de la empresa Stephen Hoge.

«No estamos afirmando una infracción», dijo Hoge a The Wall Street Journal en una entrevista. «Estamos haciendo lo contrario de crear ese tipo de ansiedad para la gente. No estamos interesados en usar esa PI para disminuir el número de vacunas disponibles en una pandemia».

Más de 100 vacunas COVID-19 están en desarrollo en todo el mundo, incluyendo algunas que están siendo aceleradas bajo la iniciativa de la administración Trump de la operación Warp Speed, que se ha comprometido a producir 300 millones de dosis a partir de enero de 2021. La operación forma parte de una estrategia más amplia de acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de las contramedidas del COVID-19, es decir, una vacuna, terapéutica y un diagnóstico. Si bien normalmente se tardan años en desarrollar una vacuna, la administración invirtió miles de millones de dólares y redujo la burocracia para comprimir este proceso en solo unos meses.

Entre las candidatas a vacuna prometedoras se encuentran dos de Johnson & Johnson/Janssen Pharmaceuticals y AstraZeneca/Universidad de Oxford, que se desarrollaron modificando los adenovirus, que causan el resfriado común.

Un candidato, de Merck, Sharpe & Dohme/International AIDS Vaccine Initiative, se desarrolló modificando el virus de la estomatitis vesicular, que infecta principalmente al ganado.

Otros dos candidatos prometedores para la vacuna, de Moderna y BioNTech/Fosun Pharma/Pfizer, son las vacunas de ARN mensajero, o ARNm.

«Uno de los emocionantes descubrimientos avanzados por Moderna fue la combinación de ARNm y nanopartículas lipídicas (LNP) para fabricar vacunas y la demostración de este potencial en ensayos clínicos en humanos para 11 vacunas diferentes contra enfermedades infecciosas desde 2015», dijo la compañía en un comunicado.

Un documento de 135 páginas (pdf) publicado en el sitio web de Moderna el 17 de septiembre proporciona una descripción detallada de cómo la compañía está llevando a cabo su ensayo de fase 3, la etapa final antes de un potencial lanzamiento final.

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