En la antigua China, los monjes vivían una vida espiritual célibe y dedicaban su tiempo a los estudios budistas.
Pero en la China moderna, algunos monjes llevan una vida sórdida por la noche y fingen ser devotos durante el día.
Song Zude, un conocido crítico de la industria del entretenimiento de China, escribió recientemente en su cuenta de Sina Weibo (una plataforma similar a Twitter) que algunos templos chinos han comenzado a ofrecer un servicio único.
Un grupo de empresarios hace arreglos especiales para que los monjes -solo los que son guapos- se conviertan en «sugar babies» masculinos para mujeres chinas adineradas.
Song escribió que algunos de estos monjes han llegado a ganar hasta varios cientos de miles de dólares al mes con el pago y los regalos que de sus clientas.
Algunos monjes han comprado vehículos deportivos y casas lujosas, mientras que otros han acumulado suficiente riqueza para convertirse en «sugar papas» y entablar relaciones con mujeres más jóvenes.
Estos monjes continúan poniéndose las túnicas del monasterio durante el día, pero durante la noche se visten de traje para salir con mujeres.
En WeChat, una cuenta de medios sociales con el nombre «Tian Ya Lian Xian» publicó un artículo en respuesta a las afirmaciones de Song.
El artículo de WeChat decía que las afirmaciones de Song no eran sorprendentes, ya que es bien sabido en China que los hombres de negocios firman contratos de este tipo con los templos. En otras palabras, los monjes son simplemente contratados por estos hombres de negocios para prestar servicios sexuales.
Según el artículo de WeChat, los empresarios también contratan a monjes para que hagan adivinación y lleven a cabo falsos rituales religiosos para generar ingresos para ellos mismos.
Varios monjes chinos muy conocidos han tenido comportamientos promiscuos similares.
Shi Yongxin, abad del famoso Monasterio Shaolin y vicepresidente de la Asociación Budista de China, controlada por el estado, fue expuesto por los medios de comunicación chinos en 2015 como padre de dos hijos ilegítimos. También fue acusado de tener relaciones ilícitas con varias mujeres, incluyendo monjas y creyentes, así como de malversar fondos del monasterio.
Según el medio chino The Paper, Shi también fue miembro de la legislatura china, el Congreso Nacional Popular, de 1998 a 2018.
En agosto del año pasado, Xue Cheng, presidente de la Asociación Budista de China, renunció a su cargo después de haber sido acusado de agredir sexualmente a sus discípulas y de manipularlas psicológicamente. Según Reuters, también estuvo presuntamente involucrado en una conspiración de corrupción que involucró 1,64 millones de dólares.
Xue era miembro del Partido Comunista y formaba parte del Comité Permanente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un órgano de asesoramiento político.
En Weibo, algunos internautas chinos se quedaron atónitos al enterarse de las afirmaciones de Song.
Un ciudadano de la provincia china de Zhejiang escribió sarcásticamente: «¿Puedes firmar un contrato con un templo? Qué país tan extraño».
Mientras tanto, una internauta de Beijing hizo una sugerencia: «Consigamos algunas pruebas y saquemos a estos monjes de los templos».
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