Diez días después del fallido intento de asesinato del expresidente Donald Trump en un mitin en Pensilvania, las autoridades no han encontrado un motivo, mientras que otros detalles sobre el tirador, que fue abatido ese día por un francotirador del Servicio Secreto, siguen sin estar claros.
El padre del tirador, Matthew Brian Crooks, de 53 años, fue visto saliendo de una tienda el lunes, y dijo a Fox News que no hará declaraciones sobre el tiroteo por el momento.
«Sólo queremos tratar de cuidar de nosotros mismos en este momento. Por favor, dennos nuestro espacio», dijo el Sr. Crooks al reportero de Fox News en un encuentro grabado en video en Bethel Park. «Haremos una declaración cuando nuestro asesor legal nos lo aconseje; hasta entonces, no tenemos comentarios».
Era la primera vez que el Sr. Crooks hablaba sobre el incidente desde que hizo una breve declaración a CNN diciendo que hablaría primero con las fuerzas del orden y que no sabía «qué demonios está pasando».
Tanto el FBI como la Policía Estatal de Pensilvania han entrevistado a más de 100 personas desde el incidente en Butler, Pensilvania, que dejó un asistente a la manifestación muerto y dos heridos, dijo el martes el coronel Christopher Paris de la Policía Estatal de Pensilvania al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara. La bala alcanzó la oreja derecha del expresidente Trump durante el tiroteo.
El Sr. Paris dijo que se encontró una especie de detonador en el tirador después de que un francotirador del Servicio Secreto le disparara y matara. El funcionario policial no tenía conocimiento de un posible motivo.
Pero los detalles sobre el autor de los disparos, de 20 años de edad, siguen sin estar claros, incluido si estaba motivado por una animadversión política concreta o por otra cosa. Varios antiguos compañeros de clase recuerdan que era callado y algunos afirman que sufría acoso escolar, aunque la escuela a la que había asistido refutó estas afirmaciones. La escuela también refutó las afirmaciones de que formaba parte del equipo de rifle del instituto.
Se espera que la próxima semana se hagan públicos más detalles sobre la investigación cuando el director del FBI, Chris Wray, comparezca ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
Múltiples fallos de seguridad en el mitin, incluyendo que los agentes informaran de que el posible asesino era una persona sospechosa antes de que subiera a un tejado que tenía línea de visión directa hacia el expresidente, han desencadenado un intenso escrutinio sobre el Servicio Secreto y la directora Kimberly Cheatle, que dimitió el martes.
Tras una comparecencia el lunes ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, tanto su presidente, el representante James Comer (R-Ky.), como su miembro de mayor rango, el representante Jamie Raskin (D-Md.), le pidieron que dimitiera en una declaración conjunta.
«Hoy no ha respondido a las preguntas básicas sobre ese asombroso fallo operativo ni ha asegurado al pueblo estadounidense que el Servicio Secreto ha aprendido la lección y ha empezado a corregir sus errores y fallos sistémicos», dice la carta.
Varios republicanos de la Cámara de Representantes indicaron en las redes sociales que presentarían una resolución para destituir a Cheatle si no dimite.
Durante las horas que duró el interrogatorio, Cheatle apenas aclaró por qué se permitió que una persona sospechosa subiera al tejado o por qué no se destinó a un agente al edificio desde donde disparó el hombre armado. En una entrevista realizada la semana pasada, la Sra. Cheatle dijo que no se había situado a ningún agente en el tejado porque éste tenía un ángulo inclinado.
«Lo que puedo decir es que el individuo fue identificado como sospechoso», dijo la exdirectora en respuesta a una pregunta del Sr. Raskin sobre si había sido señalado como posible amenaza antes del tiroteo. También confirmó que el tirador tenía un telémetro y señaló que esos objetos no están prohibidos.
Tras su dimisión, el presidente Joe Biden y el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas le agradecieron su servicio.
«Durante los dos últimos años, ha dirigido el Servicio Secreto con habilidad, honor, integridad y dedicación incansable», dijo en un comunicado Mayorkas, cuya agencia supervisa el Servicio Secreto. «Es muy respetada por los hombres y mujeres de la agencia y por sus colegas dirigentes del Departamento de Seguridad Nacional. Estoy orgulloso de haber trabajado con la Directora Cheatle y todos estamos agradecidos por su servicio».
The Epoch Times se puso en contacto con el FBI para recabar sus comentarios.
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