El hombre que se prendió fuego a las puertas de una corte de Manhattan en la que se celebraba el juicio por presunto encubrimiento del expresidente Donald Trump falleció a causa de sus heridas, según ha informado la Policía.
Max Azzarello, un residente de 37 años de San Agustín, Florida, llevó a cabo el acto de autoinmolación el viernes por la tarde en Collect Pond Park, situado al otro lado de la calle de la corte que ha sido un punto de encuentro para los manifestantes y los medios de comunicación que cubren la selección del jurado para el juicio.
Lanzó una pila de panfletos al aire antes de sacar un bote, empaparse en un líquido que la policía cree que era un «acelerante» y prenderse fuego ante testigos horrorizados.
Los servicios de emergencia acudieron rápidamente y apagaron las llamas, pero el hombre sufrió quemaduras graves y fue trasladado de urgencia al hospital. Horas después de ser ingresado en una unidad de quemados, fue declarado muerto.
El Departamento de Policía de Nueva York dijo que no cree que el incidente tenga nada que ver con el juicio del presidente Trump, aunque sí suscitó preocupación por la seguridad en la zona.
En una rueda de prensa, el jefe del Departamento, Jeffrey Maddrey, dijo a los periodistas que la Policía de Nueva York revisará el protocolo de seguridad debido a la «gravedad del evento en curso», en referencia al juicio de alto perfil.
«Estamos muy preocupados», dijo el Sr. Maddrey, señalando que el Sr. Azzarello no violó ningún control de seguridad al acceder al parque, dado que es un espacio público.
«Por supuesto que vamos a examinarlo todo», dijo el jefe de policía. «Vamos a reevaluar nuestra seguridad con nuestros socios federales».
Un teórico de la conspiración
El Sr. Azzarello, autoproclamado «investigador», viajó a Nueva York a principios de semana desde Florida sin que su familia lo supiera, según la policía.
En los días previos a su autoinmolación, el Sr. Azzarello parecía haber estado protestando frente al palacio de justicia contra dirigentes políticos de ambos bandos. Supuestamente conducía un vehículo que tenía estampada una frase que aparece repetidamente en sus escritos —»golpe fascista»— y en el que aparecía el nombre de su blog Substack, «Ponzi Papers».
En un manifiesto de casi 3000 palabras, el Sr. Azzarello dijo que llevó a cabo el acto extremo para «llamar la atención sobre un descubrimiento urgente e importante». Su manifiesto Substack dirige la indignación a una amplia gama de temas, que van desde la criptomoneda, la Universidad de Nueva York, «Los Simpson», la familia Clinton, y el gobierno de Estados Unidos y sus aliados.
«Somos víctimas de una estafa totalitaria, y nuestro propio gobierno (junto con muchos de sus aliados) está a punto de golpearnos con un apocalíptico golpe fascista mundial», dijo a sus lectores. «Estas afirmaciones suenan a fantasiosa teoría de la conspiración, pero no lo son. Son pruebas de conspiración».
Describiendo lo que llamó un «esquema Ponzi», el Sr. Azzarello afirmó que el enfrentamiento demócrata-republicano «ha sido totalmente fabricado».
Desde las elecciones de 1996 que dieron la victoria al expresidente Bill Clinton, afirmó, los candidatos presidenciales de los partidos rivales han estado colaborando en secreto, simplemente «actuando como personajes que se enfrentan entre sí» de una forma parecida a los combates de lucha libre actuados.
«Ambos partidos están dirigidos por delincuentes financieros cuyos únicos objetivos son dividir, engañar y desangrarnos», escribió. «Dividen al público contra sí mismo y culpan a la otra parte mientras todo empeora y se encarece y un puñado de personas se lleva todo el dinero».
Además, el Sr. Azzarello afirmó que descubrió que «las élites» han estado canalizando «billones de dólares en efectivo robado a través del mercado de valores» para crear «la mayor anomalía bursátil de la historia.» Afirmó que el gobierno de Estados Unidos «desató el COVID en el mundo» para «explicar la anomalía masiva».
En el panfleto que lanzó antes de prenderse fuego, el Sr. Azzarello dijo que su objetivo era abolir el gobierno y sustituirlo por uno que «sirva a todos».
La policía de Nueva York ha descartado los panfletos como material «propagandístico».
«Los panfletos parecen estar basados en la propaganda, casi un tipo de panfleto de teoría de la conspiración», dijo a la prensa el jefe de detectives de la policía de Nueva York, Joseph Kenny. «Alguna información en relación con un esquema Ponzi, y el hecho de que algunos de nuestros institutos educativos locales son frentes de la mafia».
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