La Policía informó hoy de que las cinco víctimas mortales del tiroteo desatado por razones todavía desconocidas por un joven de 21 años este miércoles en un banco de Sebring (centro de Florida) eran todas mujeres, pero opinó que no se debe a la existencia de un patrón.
Zephen Xaver, que tras el tiroteo llamó a los servicios de emergencia y simplemente les dijo que había disparado a la gente, compareció hoy por primera vez desde los hechos ante un juez, el cual le acusó de cinco asesinatos premeditados en primer grado.
El juez Anthony Ritenour ordenó que se le asigne un defensor público y descartó la posibilidad de la libertad bajo fianza.
Vestido con uniforme de presidiario a rayas, Xaver, que, según medios de la zona, no tiene antecedentes penales y hace poco había recibido formación para ser guardián en un correccional, tan solo habló en la audiencia para confirmar al juez que no tiene ingresos ni ahorros que le permitan pagar un abogado.
Se desconoce lo que llevó a Xaver, que es natural de Indiana y vivía con su madre en Sebring, una localidad de unos 10.000 habitantes, según el Censo, a atrincherarse en una oficina del SunTrust Bank en esa ciudad y abrir fuego contra los presentes.
El jefe de policía de Sebring, Karl Hoglund, al informar hoy en una rueda de prensa de que todas las víctimas eran mujeres, opinó que es «aleatorio» que así fuera.
Al respecto, el canal 8 señaló que, aparte de Xaver, solo estaban esas cinco mujeres dentro de la oficina bancaria y que desde que él entró hasta que llamó al 911 para decir lo que había hecho pasaron solo seis minutos.
Hoglund subrayó que no hay pistas de cuál fue el móvil de Xaver, si lo hubo.
«No tenemos información hasta ahora de cuál ha sido el motivo real. Tampoco tenemos información acerca de si fue un ataque planificado», agregó Hoglund.
El jefe policial solo identificó a dos de las fallecidas a causa de los disparos, la cliente Cynthia Watson y la empleada Marisol López, porque, según dijo, no hay autorización para dar los nombres de las otras tres víctimas.
El miércoles, después de conocer la llamada de Xaver a la línea de emergencias 911, varios policías se personaron en la sucursal del banco y establecieron un perímetro de seguridad.
«Después de que las negociaciones para intentar que el responsable del secuestro saliera del banco fueran infructuosas, un equipo de SWAT (fuerzas especiales) entró en el banco y continuó las negociaciones. El sospechoso finalmente se rindió», indicó la Policía en un comunicado.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, lamentó el mismo miércoles el «trágico tiroteo en Sebring» y ofreció su ayuda a las autoridades locales.
Florida ha sido escenario de dos graves tiroteos masivos: la matanza del club Pulse, en Orlando, en 2016 y la de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland, en 2018, con 49 y 17 víctimas mortales, respectivamente.
En el caso de Pulse también murió el agresor, el estadounidense de origen afgano Omar Mateen, a manos de las autoridades.
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