Dos obreros que trabajaban en una construcción en el aeropuerto John F. Kenendy de Nueva York murieron al quedar sepultados entre escombros, tras caer en una zanja de 30 pies (9.14 metros) de profundidad.
El accidente ocurrió alrededor de las 11:00 de la mañana, hora local, cerca de una planta de generación eléctrica cuando un objeto pesado cayó sobre ellos y los arrastró hasta un hoyo, donde permanecieron por casi una hora, señalan los medios.
El accidente movilizó a unos sesenta bomberos que sacaron a los obreros de ese hoyo, pero fue tarde porque ambos fueron declarados muertos.
La Autoridad de Puertos de Nueva York y Nueva Jersey, que administra el aeropuerto, señaló que realizará una investigación exhaustiva y que cooperará con todas las agencias que también investigan las circunstancias en que ocurrió la tragedia y emitió una orden de suspensión de los trabajos de construcción.
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