El ministro del Interior de Ucrania y otros dos altos cargos del ministerio murieron al estrellarse el helicóptero en el que viajaban en las afueras de Kiev la mañana del 18 de enero, según las autoridades locales y otros funcionarios.
En el accidente murieron al menos 17 personas, entre ellas cuatro niños. Al parecer, el helicóptero se estrelló cerca de una guardería del distrito de Brovary, al noreste de la capital.
Hasta este momento se desconocen las causas del accidente.
Según las autoridades locales, nueve de los fallecidos eran pasajeros del helicóptero que se accidentó, un Super Puma de fabricación francesa, mientras que otros seis murieron en tierra.
Al menos un edificio cercano resultó incendiado por el accidente, que al parecer causó heridas a otras 25 personas, entre ellas varios niños.
Las autoridades locales han confirmado que el ministro del Interior, Denys Monastyrskyi, nombrado por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en 2021, se encontraba entre los fallecidos.
Yevheniy Yenin, primer adjunto del ministro, junto con el secretario de Estado del ministerio, también murieron en el accidente, según el jefe de la policía nacional, Ihor Klymenko.
«En el accidente de Brovary murió la cúpula del Ministerio del Interior de Ucrania», declaró Klymenko, quien añadió que el helicóptero pertenecía al Servicio Estatal de Emergencias.
Monastyrskyi, abogado de 42 años, obtuvo un escaño en las elecciones parlamentarias ucranianas de 2019 por el partido «Servidor del Pueblo» de Zelenski.
Fue jefe del Comité de Aplicación de la Ley del Parlamento antes de sustituir a Arsen Avakov como ministro del Interior tras la renuncia de este último en julio de 2021.
En Twitter, la ministra británica del Interior, Suella Braverman, describió a Monastyrskyi como «una figura destacada en el apoyo al pueblo ucraniano durante la invasión ilegal de [el presidente ruso Vladimir] Putin».
Causas desconocidas
Hasta ahora, las autoridades ucranianas se han abstenido de atribuir el mortal accidente de helicóptero a un ataque ruso.
«Es demasiado pronto para hablar de causas», dijo Yuriy Ihnat, portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, en declaraciones en televisión.
Según el portavoz, las investigaciones podrían durar varias semanas.
La fiscalía general ucraniana ha abierto una investigación y ha declarado que se están estudiando todas las causas posibles.
Si bien los medios rusos reportaron sobre el accidente, Moscú se ha abstenido hasta ahora de emitir una declaración oficial sobre el incidente.
Misil ruso
La semana pasada, al menos 45 personas murieron por el impacto de un misil ruso contra un edificio de apartamentos en la ciudad de Dnipro, en el centro-este de Ucrania.
Aunque Kiev y sus aliados condenaron el incidente, las autoridades rusas afirman que el misil fue derribado por los sistemas de defensa antiaérea ucranianos desplegados en la zona residencial.
«Un misil ruso que tenía como objetivo una instalación energética fue derribado por la defensa antiaérea ucraniana», declaró el 17 de enero Vasili Nebenzya, representante permanente de Rusia ante la ONU.
«Dado que el lanzador de la defensa antiaérea estaba situado en un barrio residencial, en contra de las normas del derecho internacional humanitario… el misil cayó sobre un edificio residencial», declaró Nebenzya en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU.
The Epoch Times no pudo verificar la afirmación.
Ataques con drones
Desde mediados de octubre, las fuerzas rusas han llevado a cabo frecuentes ataques con drones y artillería contra instalaciones energéticas ucranianas en todo el país, incluida la capital y sus alrededores.
Funcionarios ucranianos han declarado que al menos la mitad de la infraestructura energética total de Ucrania ha resultado dañada por los repetidos bombardeos, que han provocado apagones e interrupciones generalizadas del suministro.
Kiev y sus aliados afirman que los ataques rusos pretenden aumentar la presión sobre la población civil y, por tanto, deben considerarse «crímenes de guerra».
Moscú, por su parte, afirma que sus fuerzas utilizan munición de alta precisión para evitar víctimas civiles y que los ataques tienen una finalidad puramente militar.
El pasado mes de septiembre, Moscú incorporó formalmente cuatro regiones de Ucrania a la Federación Rusa tras la celebración de unos controvertidos referendos.
Ucrania y sus aliados occidentales rechazan categóricamente la legitimidad de esta decisión, que consideran una anexión ilegal de territorio por parte de Rusia.
Alentada por sus poderosos aliados, Kiev ha prometido recuperar los cuatro territorios perdidos, junto con la región del mar Negro de Crimea, que Rusia se anexionó de forma similar en 2014.
Con información de Reuters.
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