Un padre de Tennessee y su pequeña hija se encuentran entre las 10 personas —nueve de las cuales eran niños— que murieron en un aparatoso accidente de varios vehículos en una carretera de Alabama este fin de semana.
Cody Fox, de 29 años, de New Hope, Tennessee, y su hija de nueve meses fueron identificados en un comunicado de prensa emitido por la Agencia de Cumplimiento de la Ley de Alabama (ALEA) el domingo por la noche.
Las otras víctimas del accidente eran niños de entre 3 y 17 años, que viajaban en un vehículo perteneciente a un rancho para niños en edad escolar abandonados o maltratados, dijeron las autoridades.
El accidente se produjo a unos 120 kilómetros al suroeste de Camp Hill, Alabama, donde se encuentra el rancho.
«Ayer, fue un día extremadamente doloroso para el estado de Alabama, ya que 10 vidas se perdieron trágicamente en un acontecimiento terrible», dijo el secretario de Aplicación de la Ley de ALEA, Hal Taylor, en el comunicado. «Fue una escena difícil e inimaginable para muchos, y nuestros pensamientos y oraciones están con todos los involucrados mientras continuamos investigando y proporcionando un fin a los afectados».
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) envió a 10 investigadores al lugar de los hechos en el condado de Butler para trabajar en coordinación con la Patrulla de Carreteras de Alabama, dijo la agencia. La «investigación se centrará en las tecnologías de los vehículos, como los sistemas de advertencia de colisión frontal, la integridad del depósito de combustible de los CMV, las operaciones de los transportistas y la posibilidad de supervivencia de los ocupantes», según la NTSB.
Varios vehículos implicados en el accidente
El sábado llovió intensamente en el sureste del país después de que una depresión tropical conocida como tormenta Claudette tocara tierra en el sureste de Luisiana a primera hora de la mañana.
El accidente mortal se produjo mientras las tormentas barrían Alabama, según el forense del condado de Butler, Wayne Garlock.
Al menos 17 vehículos, incluidos dos vehículos comerciales, se vieron involucrados en el incidente en la I-65 en dirección norte en el marcador de la milla 138, según el comunicado de ALEA.
Taylor, de ALEA, dijo que investigaciones como ésta son la parte más difícil del trabajo de la agencia.
«Me gustaría ofrecer mis más sinceras condolencias a los amigos y familiares de los seres queridos fallecidos en el terrible accidente del sábado, así como mi gratitud a todos los servicios de emergencia y voluntarios que respondieron rápida y valientemente a la escena», dijo Taylor.
Víctimas del hogar para niños abandonados y maltratados
De los nueve niños que murieron en el accidente, ocho estaban en un vehículo del Tallapoosa County Girls Ranch, según Garlock.
El rancho ofrece un hogar para niños en edad escolar abandonados o maltratados, según Alabama Sheriffs Youth Ranches, la organización sin ánimo de lucro que gestiona el rancho y otros en todo el estado.
La directora del rancho era la conductora de la furgoneta y sobrevivió, según el director ejecutivo de Youth Ranches Michael Smith, pero perdió a dos de sus hijos en el accidente, dijo a la CNN. La directora está en el hospital «en estado grave pero estable», dijo Smith.
Probablemente fue salvada por los transeúntes que la sacaron del vehículo mientras estaba inconsciente y atrapada dentro, dijo Smith.
«Perdimos a ocho vidas jóvenes que pueden marcar la diferencia en nuestro mundo, perdimos a ocho vidas jóvenes que no tuvieron la oportunidad de tener sus propios hijos, perdimos a ocho vidas jóvenes que no pueden romper el ciclo de donde han estado y cambiarlo para sus hijos», dijo Smith. «Es un día triste».
Las víctimas tenían 3, 8, 12, 14, 15, 16 y 17 años, según ALEA, y dos de ellas tenían 16 años. Los nombres de los niños no se han hecho públicos.
Aunque los nombres no se hicieron públicos, muchas personas acudieron a una vigilia para presentar sus respetos a los niños fallecidos el domingo por la noche.
El centro, los líderes religiosos y la comunidad local se reunieron en el instituto de Reeltown para ofrecer su apoyo, dijo el director Clifton Maddox a la CNN.
El ambiente en el gimnasio, convertido en centro de terapia, era pesado, con varias personas llorando y muchos parecían conmocionados por la noticia del incidente.
Maddox dijo a CNN que la escuela se abrió para «mostrar a las familias y a los estudiantes que no están sufriendo solos».
Cuatro estudiantes de secundaria que asistían a su escuela murieron en el incidente, dijo, aunque se negó a identificarlos citando la privacidad de los estudiantes.
Un testigo describe la escena del accidente
Lacey Willis, productora de la CNN, se vio atrapada en el accidente cuando regresaba a Atlanta de un viaje familiar a la playa en Destin, Florida, con su marido y su hija de seis meses.
Dijo que el clima había sido malo una hora antes del accidente. En el momento del accidente «no estaba lloviendo a cántaros», pero todavía había mucha agua en la carretera, dijo Willis a la CNN.
Willis estaba en el asiento trasero del coche con su hija cuando sintió el impacto, dijo. Su coche había chocado contra una barda de protección, activando las bolsas de aire y enviándolos el pasto de la mediana.
Tomó a su hija y comenzó a alejarse del accidente cuando se dio cuenta de que los vehículos habían comenzado a incendiarse.
«Estoy descalza, parada en la I-65, caminando, alejándome bastante», dijo. «Solo estaba rezando».
Su marido comenzó a ayudar a otras víctimas involucradas en el accidente de varios vehículos, sacando a una familia —un hombre, una mujer y sus dos hijos— de una camioneta que se había volcado de lado, dijo.
La gente empezó a pedir que alguien llamara al 911, y un hombre sin camisa pidió ayuda a las enfermeras y a los médicos. Nadie sabía en qué milla se encontraban, explicó Willis.
Willis y su familia estuvieron atrapados en el lugar durante cinco horas. Algunas personas se quedaron atascadas a un lado de la carretera porque sus coches estaban en llamas, dijo.
Willis dijo que estaba «muy agradecida» de que su familia pudiera «escapar», pero reconoció que «hay un pequeño aspecto de culpa».
«Las vidas de esas familias han cambiado para siempre, y espero que de alguna manera la gente encuentre la forma de estar bien», dijo. «Porque esto fue trágico para mucha gente. Somos muy, muy afortunados».
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