Trece soldados estadounidenses murieron este jueves tras los atentados en Kabul, Afganistán.
Más de una docena resultaron heridos, dijo a los periodistas el comandante del CENTCOM, general Kenneth McKenzie, durante una sesión informativa realizada horas después del ataque.
No está claro de qué divisiones procedían las tropas que resultaron heridas o asesinadas.
ISIS se atribuyó la responsabilidad del ataque y se jactó de que un atacante suicida «logró penetrar todas las fortificaciones de seguridad» instaladas por las fuerzas estadounidenses y los talibanes.
El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, expresó en un comunicado su «más sentido pésame» a los seres queridos y compañeros de equipo de los muertos y heridos en Kabul.
“Los terroristas se quitaron la vida en el mismo momento en que estas tropas intentaban salvar la vida de otros. Lamentamos su pérdida. Trataremos sus heridas. Y apoyaremos a sus familias en lo que seguramente será un dolor devastador. Pero no seremos disuadidos de la tarea que tenemos entre manos”, dijo. «Hacer algo menos–especialmente ahora–deshonraría el propósito y el sacrificio que estos hombres y mujeres han hecho a nuestro país y al pueblo de Afganistán».
Los atentados tuvieron lugar en o cerca de la puerta Abbey, que se encuentra al lado este del aeropuerto, el jueves por la noche, hora local.
Un ataque se dio en la puerta de embarque antes de que al menos otro explotara cerca del hotel Baron, situado a poca distancia de la puerta de embarque.
Los medios de comunicación locales publicaron fotografías de personas heridas y ensangrentadas, donde se muestra docenas de afganos entre los heridos o muertos.
No se conoce el número total de víctimas.
El presidente estadounidense Joe Biden fue informado sobre la situación en Washington, al igual que la vicepresidenta Kamala Harris durante su viaje de regreso desde Asia, dijeron funcionarios de la administración. Biden y la Casa Blanca cancelaron o postergaron las conferencias de prensa y reuniones programadas, y no han ofrecido una declaración oficial más de dos horas después de que ocurrieran los atentados.
Otros líderes mundiales advirtieron que la situación en el aeropuerto era peligrosa e inestable a pocos días de que Estados Unidos retirara el resto de sus tropas.
«Las próximas horas seguirán siendo extremadamente peligrosas en Kabul y en el aeropuerto», dijo a los periodistas el presidente francés, Emmanuel Macron, durante su visita a Irlanda.
El ataque fue condenado por los talibanes.
Mientras tanto, los miembros del Congreso instaron a Biden a que salga y se dirigira a la nación sobre lo sucedido.
«El pueblo estadounidense necesita escuchar al presidente Biden hoy sobre su plan para sacar a todos los estadounidenses de Afganistán», dijo el representante Fred Keller (R-Pa.) en redes sociales.
«¡Presidente Biden, libere a nuestras fuerzas armadas para que puedan hacer su trabajo para sacar a todos los estadounidenses de manera segura y sacarlos ahora!», agregó el representante Jodey Arrington (R-Ga.).
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