Las autoridades ucranianas han dicho que son «pura propaganda» las afirmaciones de Rusia de que ha matado hasta 180 mercenarios extranjeros durante un ataque a la base militar de Yavoriv.
El portavoz del Ministerio de Defensa del país, Markiyan Lubkivsky, le dijo a CNN que las afirmaciones simplemente no son ciertas y que aún no se ha confirmado ningún extranjero entre los muertos en el área de entrenamiento, que está a unas 12 millas de la frontera polaca y aproximadamente a 25 millas de la ciudad de Lviv, ubicada en el oeste de Ucrania.
«Esta no es la verdad. Es pura propaganda rusa”, dijo Lubkivsky.
Los comentarios de Lubkivsky se producen después de que el Ministerio de Defensa de Rusia dijera el 13 de marzo que hasta 180 «mercenarios extranjeros» y un gran envío de armas extranjeras fueron destruidas en el ataque al Centro Internacional Yavoriv.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, mayor general Igor Konashenkov, dijo en una sesión informativa que se utilizaron armas de largo alcance y alta precisión para atacar los centros de entrenamiento de las fuerzas armadas ucranianas en Yavoriv, así como una instalación separada en la aldea de Starichi.
“En estas instalaciones, el régimen de Kiev desplegó una zona para el entrenamiento y coordinación de combate de mercenarios extranjeros antes de ser enviados a las áreas de hostilidades contra el personal militar ruso, así como una base de almacenamiento de armas y equipos militares provenientes de países extranjeros”, dijo Konashenkov, según la agencia de noticias RIA con sede en Moscú.
“Como resultado del ataque, fueron abatidos hasta 180 mercenarios extranjeros y un gran envío de armas extranjeras. La destrucción a mercenarios extranjeros que llegaron al territorio de Ucrania continuará”.
El Ministerio de Defensa agregó que Moscú continuaría sus ataques contra mercenarios extranjeros.
La administración regional de Lviv dijo en un comunicado el domingo que al menos 35 personas murieron en el ataque después de que alrededor de 30 misiles fueron disparados desde aviones de combate sobre los mares Negro y Azov y golpearon la base militar.
Otras 134 personas fueron hospitalizadas tras el incidente, dijo el gobernador de Lviv, Maksym Kozytsky, en un comunicado en Facebook.
Ucrania dijo que instructores militares extranjeros han trabajado anteriormente en la base militar de Yavoriv. Sin embargo, un funcionario de la OTAN le dijo a Reuters que no había personal de la alianza allí.
Los comentarios de Konashenkov se producen después de que Moscú advirtiera el sábado que podría apuntar a los suministros de los países de la OTAN dirigidos a Ucrania si continúan entregando armas al país.
“Advertimos a Estados Unidos que el suministro orquestado de armas desde varios países no es solo un movimiento peligroso, es un movimiento que convierte estos convoyes en objetivos legítimos”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, a los medios estatales rusos el sábado.
Agregó que Moscú había advertido “sobre las consecuencias de la transferencia irreflexiva a Ucrania de armas como sistemas portátiles de defensa aérea, sistemas de misiles antitanque, etc.”.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha pedido en repetidas ocasiones a las naciones occidentales que entreguen más armas a su país, concretamente aviones de fabricación rusa, para que pueda defenderse del ataque ruso.
Zelensky también ha pedido repetidamente a Occidente que implemente una zona de exclusión aérea sobre Ucrania.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que consideraría a cualquier país que declare una zona de exclusión aérea sobre Ucrania como participante en el “conflicto armado”.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió defender “cada centímetro del territorio de la OTAN”, calificando cualquier ataque contra un miembro de la alianza como “un ataque contra todos”.
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