El tiroteo a un hombre negro sin hogar el 23 de septiembre en San Clemente, California, por los ayudantes del Departamento del Sheriff del condado de Orange provocó una protesta al día siguiente en la escena del incidente.
Kurt Andras Reinhold, de 42 años, fue abatido después que dos oficiales del Sheriff del equipo de ayuda a los sin techo del departamento se pusieran en contacto con él fuera del Hotel Miramar, situado en El Camino Real y la Avenida San Gabriel, a las 1:12 p.m.
El encuentro se convirtió en un altercado físico, durante el cual el sujeto intentó tomar el control del arma de uno de los oficiales, según un comunicado de prensa del Departamento del Sheriff del Condado de Orange (OCSD).
Las imágenes de vigilancia muestran al sujeto agarrando el arma del oficial antes de ser baleado, dice el comunicado.
El otro ayudante sacó su arma y disparó a Reinhold. Ambos ayudantes comenzaron de inmediato la reanimación cardiopulmonar, pero sin éxito. El sujeto fue declarado muerto en la escena por el personal de bomberos.
La autopsia para determinar si el sujeto estaba bajo la influencia de alguna sustancia, aún no se realiza.
Carrie Braun, directora de asuntos públicos de la OCSD, declaró a The Epoch Times que una protesta tuvo lugar la mañana del 24 de septiembre frente al Hotel Miramar y que se esperaban más protestas.
En anticipación, el Ayuntamiento de San Clemente convocó una reunión de emergencia el 24 de septiembre e implementó un toque de queda para zonas significativas de la ciudad, incluyendo el sitio del incidente y el centro. El toque de queda comenzó a las 9 p.m. y estuvo programado para terminar a las 6 a.m. del 25 de septiembre.
La protesta matutina del 24 de septiembre se transformó en una revuelta cuando los manifestantes trataron de tomar la calle frente al Hotel Miramar alrededor de las 10 a.m. Las autoridades arrestaron a cuatro personas por alteración del orden público y una por vandalismo.
Alrededor de 40 o 50 manifestantes estaban actuando «pacíficamente» cuando un puñado se fue a la calle, dijo el Sheriff del condado de Orange, Don Barnes, en una conferencia de prensa en la tarde del 24 de septiembre.
«Los que se negaron a salir de la calle fueron arrestados», dijo Barnes, señalando que uno de los sospechosos está acusado de rayar una patrulla.
«Es de vital importancia que nos reservemos el juicio hasta que la Oficina del Fiscal del Distrito del condado de Orange haya completado una investigación completa y exhaustiva», dijo Barnes.
«Dado el clima actual de las relaciones comunitarias de la policía en todo el país, yo puedo entender la conversación que nosotros estamos teniendo en torno al incidente», añadió.
«Protegeremos los derechos de la Primera Enmienda de aquellos que quieran lamentar públicamente al Sr. Reinhold. Lo que nosotros como comunidad no debemos tolerar son comentarios o acciones que sirvan para dividir, crear desconfianza o causar daño», dijo el Sheriff.
«Difundir rumores y desinformación sobre la identidad del difunto o la razón por la que fue contactado por los ayudantes es irresponsable y peligroso. Eso sirve para inflamar e impulsar una narrativa antipolicial y no es indicativo de la información objetiva sobre este singular incidente», añadió.
Braun concordó con Barnes, agregando que «estamos aquí realmente para proteger los derechos de la Primera Enmienda de cualquier persona en la comunidad para salir y hacer escuchar pacíficamente su voz, en relación con cualquier tema. Las fuerzas de seguridad realmente dependen de la confianza de la comunidad para proporcionar unos servicios de seguridad efectivos».
Barnes no entró en detalles en cuanto a lo que impulsó a los ayudantes, uno un veterano de ocho años y el otro un veterano de 13 años del departamento, a ponerse en contacto con Reinhold. Él dijo que ellos aún no han sido entrevistados.
Reinhold, cuya última dirección conocida era en Los Ángeles, no tenía hogar y llevaba unos 30 días en la zona, dijo el Sheriff. Los ayudantes lo habían contactado antes para intentar ayudarle a entrar en un refugio, pero él rechazó las ofertas de asistencia.
El equipo de ayuda a los sin techo del departamento incluye tres sargentos y 33 ayudantes, y todos están entrenados en la disminución de conflictos y en cómo interactuar con enfermos mentales, dijo.
«Quiero expresar mis condolencias a la familia del Sr. Reinhold», declaró el Sheriff. «Sentimos mucho lo que ha pasado».
Según el sargento Dennis Breckner, el vídeo de vigilancia que muestra a Reinhold intentando tomar el arma de uno de los ayudantes viene de un negocio cercano.
A uno de los dos ayudantes se le oyó decir cuatro veces: «Él tiene mi arma», pero que no está claro si Reinhold consiguió sacar el arma del ayudante de su funda, agregó Barnes.
Uno de los dos ayudantes disparó dos veces a Reinhold, quien murió en la escena.
El Sheriff imploró a los medios y al público que se abstuvieran de especular y que dejaran que el proceso de investigación se desarrolle. La Oficina del Fiscal del condado de Orange llevará a cabo una investigación, que es rutinaria en los incidentes en los que están implicados oficiales.
«Nosotros llevaremos a cabo, como siempre lo hacemos ante un incidente importante, una revisión crítica del incidente», dijo Barnes. «Además lo haremos de forma tan transparente como la ley nos permite, y nos aseguraremos de ser francos al brindar los hechos”.
Con información del Servicio de Noticias de la Ciudad
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