Las muertes por el virus del PCCh en Estados Unidos descendieron a una media de unos 625 fallecidos al día, un mínimo que no se veía desde la baja producida en el verano pasado, seguida por un resurgimiento mortal que alcanzó su máximo en enero, con una media de unas 3740 muertes diarias.
El asesor principal de la Casa Blanca para la respuesta al COVID-19, Andy Slavitt, dijo en una rueda de prensa el jueves que varias mediciones del brote estaban mostrando una mejora.
«Nuestro progreso fue constante y está empezando a afianzarse. El recuento de casos, las hospitalizaciones, las muertes (…) prácticamente todos los indicadores están mejorando de forma constante y en la mayor parte del país», dijo.
Los contagios confirmados descendieron a un promedio de 36,600 casos diarios, la marca más baja desde mediados de septiembre.
La tasa nacional de positividad de las pruebas del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en Estados Unidos está en el 3.5 por ciento, frente al 15 por ciento de enero.
«Se trata de un mínimo histórico para la pandemia. Esta noticia es nada más que buena», comentó Slavitt sobre la cifra de positividad de las pruebas.
El asesor lo atribuyó el mérito de haber dominado el virus con el rápido desarrollo de las vacunas y a su posterior despliegue.
«La razón por la que estamos ganando la guerra contra el COVID-19 es porque los científicos, a lo largo de los años encontraron una solución para vencer a este virus: vacunas muy seguras y eficaces y porque los estadounidenses decidieron vacunarse», dijo Slavitt a los periodistas en la Casa Blanca.
Alrededor del 45 por ciento de los adultos del país están totalmente vacunados y casi el 59 por ciento de la población recibió al menos una dosis de la vacuna, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, anunció el jueves que la agencia había actualizado su guía de medidas de salud pública sobre el virus del PCCh, suavizando las recomendaciones para el uso de la mascarilla.
«Cualquier persona que esté totalmente vacunada puede participar en actividades de interior y exterior, grandes o pequeñas, sin necesidad de llevar mascarilla o distanciamiento físico», dijo Walensky. «Si está totalmente vacunado, puede empezar a hacer las cosas que había dejado de hacer a causa de la pandemia. Todos hemos anhelado este momento en el que podemos volver a tener una cierta sensación de normalidad”.
Walensky dijo que se aconseja a las personas inmunocomprometidas que consulten a un médico antes de dejar de usar la mascarilla, y agregó que hay casos en los que las personas aún pueden estar obligadas a usar mascarilla, independientemente del estado de vacunación, tal como en los entornos de una atención médica o si sus empleadores lo requieren.
Además de las alentadoras cifras de infección y mortalidad, Walensky citó como razones para suavizar las restricciones a los crecientes datos científicos que demuestran que las vacunas autorizadas son eficaces contra las variantes del virus del PCCh que circulan actualmente en Estados Unidos.
No obstante, indicó que «el virus puede ser imprevisible» y, por lo tanto, si la situación empeora, existe la posibilidad que los CDC cambien sus recomendaciones.
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