Una mujer de 81 años fue sentenciada esta semana a cadena perpetua tras ser acusada de acabar con la vida de una mujer en 1985, en Polk, Florida.
Mary Jo Bailey, de 81 años, fue declarada culpable de asesinato en primer grado de Yvonne Menke, quien recibió tres disparos, uno en el cuello y dos en la nuca, mientras salía de su casa.
«Creo que es necesario decir lo brutal y horroroso que fue este crimen. Y a sangre fría», dijo el juez Scott Nordstrand durante la sentencia del martes.
El caso estuvo suspendido durante 38 años, pero cuando investigadores reabrieron el caso en 2021 descubrieron que ambas mujeres estaban saliendo con el mismo hombre, Jack Owen, un entrenador de caballos.
«Jack era un hombre carismático que atraía la atención de varias mujeres», dijo Jaff Kemp, fiscal de distrito del condado Polk.
Yvonne Menke, de 40 años, estaba saliendo con Jack Owen, y en diciembre de 1985 le pidió que tomara una decisión.
«Le dio a Jack un ultimátum: estar con ella exclusivamente o no estar con ella para nada», añadió Kemp.
En ese momento Mary Jo Bailey, de 45 años, era entrenadora de sus caballos y presuntamente estaba saliendo con Owen.
«Yvonne le estaba arrebatando esas dos cosas, era muy difícil soportarlo», señaló Kemp. «Y entonces esperó afuera del departamento [de Yvonne] una oscura mañana de diciembre y la asesinó a tiros», explicó.
Yvonne tenía 45 años y cuatro hijos. Jule Connors, la hija de Yvonne de 20 años, dijo que el día anterior del asesinato recibió una llamada de una mujer que preguntó a qué hora salía a trabajar su mamá y ella le dio la información.
En la mañana del 12 de diciembre, Yvone le dijo a Connors que iba a salir a calentar su auto para ir a trabajar, segundos después Connors escuchó ruidos como disparos y al asomarse por la ventana vio a una persona que tenía un abrigo gris, una bufanda y un gorro de lana que caminaba y luego se alejó corriendo. Al salir a la calle encontró a su madre sin vida.
«Siento que quien llamó fue la persona que asesinó a mi mamá y le dije todo lo que quería saber para que esto sucediera», dijo.
Connors aseguró que esto la ha atormentado desde ese momento, todos los días de su vida.
«El 12 de diciembre de 1985 no solo le quitaste la vida a mamá, también nos quitaste la vida. Me sentenciaste a una vida de miedo y culpa», dijo Connors a Bailey el día de la sentencia.
Según la investigación, amigos de la pareja aseguraron que Bailey acosó a Yvonne y Jack cuando estaban juntos.
Aunque en la escena del crimen no había ADN ni evidencias que vincularan a Bailey con el asesinato, se encontró una huella de calzado en la nieve que coincidió con un par de botas de Bailey.
«Era una bota Artic Cat talla cinco de mujer, simplemente no hay muchas mujeres que sean talla cinco», dijo una investigadora a Kare 11.
«Este caso parecía como un rompecabezas y es posible que falten algunas piezas. Faltaba el arma homicida, no teníamos evidencias de ADN, pero cuando juntamos todo, las piezas mostraban a una persona», añadió.
Bailey fue detenida el año pasado en Arizona. Aseguró que era inocente y no quiso dar declaraciones durante la audiencia.
Este martes, el juez del condado de St. Croix, Scott Nordstrand, condenó a Bailey a cadena perpetua, sin embargo, aclaró que podrá ser elegible para obtener libertad condicional en 20 años.
“En cuestión de días será trasladada al Sistema Penitenciario Estatal de Wisconsin, donde probablemente pasará el resto de su vida», dijo el juez Nordstrand a The Osceola Sun.
Owen se casó con otra mujer y se mudó a Montana. Murió en 2021, según WQOW.
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