Un oso atacó a una mujer mientras dormía en un pequeño pueblo de Montana en el que paró para acampar en medio de un viaje en bicicleta. Tan solo una hora antes, el mismo oso había sido espantado a gritos por los compañeros campistas de la mujer.
Un oso grizzly de 417 libras despertó a Leah Lokan, mientras dormía en una casa de campaña detrás del museo de Ovando, una localidad de no más de 100 habitantes en Montana, según informa CBS News en una publicación del 9 de julio del 2021, 3 días después del ataque.
El oso estaba tan cerca que pudo escuchar cómo le resoplaba sobre la cabeza.
Lokan, una enfermera de 65 años de Chico, California, estaba atravesando la pintoresca ruta de bicicleta de montaña Great Divide junto a su hermana y un amiga, y había rechazado la propuesta para ir a dormir a un hotel donde ellas se quedarían.
En cambio, decidió acampar junto a Joe y Kim Cole, una pareja de ciclistas que conoció durante la ruta.
Alrededor de las 3:08 a.m., tanto Lokan como los Cole fueron despertados por el oso.
«Todos se levantaron e hicieron ruido y el oso abandonó la zona», se lee en un informe publicado este año tras una investigación que duró meses.
Los tres se levantaron e hicieron ruido y el oso abandonó la zona. Lokan, quien además de enfermera era una ciclista experimentada, sacó de su tienda de campaña la comida que traía (bocadillos empaquetados y lentejas secas) y la llevó a un edificio cercano.
Además, llevó spray para repeler osos antes de acostarse a dormir nuevamente.
Pero el oso apareció por segunda vez 4:05 de la madrugada, momento en que los Cole despertaron y se dieron cuenta que Lokan estaba siendo atacada por el mismo oso.
Joe Cole abrió el cierre de su tienda y «rugió» en un esfuerzo por asustarlo; su esposa sopló un silbato, pero el oso no dejaba de «saltar» sobre Lokan y su tienda de campaña.
Luego de rociarlo con spray, el oso observó a Joe y luego «se dio la vuelta y se alejó», dice el informe.
Inmediatamente corrieron a buscar ayuda y llegaron los servicios de emergencia, pero tras los primeros intentos de reanimación cardiopulmonar se determinó que no había signos vitales en la ciclista veterana.
La muerte de Lokan fue «instantánea» después de que el oso le rompiera el cuello y le cortara la médula espinal.
El informe de 26 páginas del órgano ejecutivo del Comité Interagencial del Oso Grizzly, en el que participaron funcionarios de Montana Fish, Wildlife and Parks; el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos; y el Servicio Forestal de EE.UU., explica que el oso que mató a Lokan había desarrollado un «instinto depredador».
Aunque no pudieron determinar cómo evolucionó tal instinto, la comida y los artículos de tocador dentro y cerca de la tienda de la ciclista, además del persistente olor a comida cocinada tras las celebraciones de picnic del 4 de julio, posiblemente influyeron.
El comportamiento depredador en los osos grizzly es raro, y muchos de ellos que viven en los estados contiguos de Estados Unidos muestran cierto grado de habituación, dijeron las autoridades en el informe. Para sobrevivir, los osos tienen que ser «no reactivos» con las personas si quieren aprovechar «los ricos hábitats de baja elevación que están dominados por humanos».
Y la mayoría lo hace, a pesar de estar «ligeramente condicionados por la comida» y por encuentros ocasionales con fuentes de alimentos no naturales como basura, granos y comederos para pájaros.
Pero el oso que mató a Lokan había dejado de ser «no reactivo».
El grizzly eludió a las autoridades de vida silvestre durante días hasta que supieron de un oso atacaba gallineros, saqueaba botes de basura y mataba ciervos. Pero poco después de la medianoche del 9 de julio, los agentes del Departamento de Agricultura y Vida Silvestre de EE. UU. le dispararon cinco veces al oso y lo mataron. Pruebas de ADN confirmaron que era el oso el que había atacado a Lokan.
«Todos estábamos muy emocionados por ella, porque sabemos lo que significaba», dijo Leesa Stefano a CBS News, acerca de la aventura en bicicleta. «No podíamos esperar para escuchar las historias. Se considera un viaje épico».
«Ella siempre tenía una sonrisa en su rostro. Siempre se iluminaba cuando te veía. Siempre te daba un gran abrazo», dijo Mike Castaldo, presidente de Chico Cycling Club.
«Pero creo que la mayor parte de su identidad era salir en bicicleta. Disfrutar del aire libre era lo suyo», agregó.
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